ᏢᎪᎡᎡᎪΝᎠᎬᎡϴ

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Riley y Valentina se conocieron en una fiesta universitaria, y desde ese momento, su conexión fue innegable. A pesar de sus diferencias, encontraron en la otra algo que llenaba sus vidas de una manera única. Riley era extrovertida, amante de la diversión y siempre lista para una nueva aventura. Valentina, por otro lado, era más reservada y enfocada en sus estudios y su carrera. Sin embargo, la chispa entre ellas era innegable y, eventualmente, se convirtieron en pareja.

Los primeros meses de su relación fueron llenos de pasión y emoción. Riley llevaba a Valentina a conciertos, fiestas y escapadas espontáneas, y Valentina disfrutaba de la energía contagiosa de su novia. Pero con el tiempo, las diferencias en sus estilos de vida comenzaron a crear tensiones.

Una noche, Riley llegó tarde a casa después de una fiesta con amigos. Valentina estaba sentada en el sofá, con una expresión de preocupación y tristeza en su rostro.

—Riley, tenemos que hablar —dijo Valentina, su voz temblando ligeramente.

Riley se desplomó en el sofá, su mirada un poco borrosa por el alcohol.

—¿De qué quieres hablar, Val? —preguntó, intentando sonar despreocupada.

Valentina tomó un profundo respiro, sus ojos llenos de lágrimas no derramadas.

—Esta vida que llevas, Riley... me está matando. Llegas tarde a casa casi todas las noches, sales de fiesta constantemente y nunca pareces preocuparte por las responsabilidades.

Riley frunció el ceño, sintiendo una punzada de culpa pero sin querer admitirlo.

—Val, así soy yo. Siempre he sido un parrandero, y así nací. No voy a cambiar. Me encanta nuestra vida, pero también me encanta salir y divertirme. Eso no significa que no te ame.

Valentina se levantó del sofá, su frustración finalmente desbordándose.

—No se trata de que no me ames, Riley. Se trata de que no me demuestras que me amas. Siempre estás en la calle, y yo... yo me siento sola y triste. Esta vida de soltero que llevas me está afectando profundamente.

Riley se puso de pie, tambaleándose ligeramente.

—¿Una vida de soltero? Val, te amo más que a nadie, pero también tengo derecho a divertirme. En mi trabajo soy un esclavo, y necesito liberar esa presión. Además, nunca te ha faltado nada en casa. Te doy todo lo que necesitas.

Valentina negó con la cabeza, lágrimas cayendo libremente ahora.

—No necesito cosas materiales, Riley. Necesito tu amor, tu atención. Me siento como si estuviera compitiendo con el mundo exterior por tu tiempo y tu cariño.

Riley dio un paso hacia Valentina, intentando abrazarla, pero Valentina se apartó.

—No, Riley. No puedes simplemente abrazarme y esperar que todo esté bien. Necesito que entiendas lo que estoy sintiendo.

Riley suspiró, sintiendo una mezcla de frustración y tristeza.

—Mira, Val, cuando salgo, siempre te tengo en mente. La gente puede decir lo que quiera, pero tú eres la única para mí. Incluso si estoy borracho, no dejo que nadie se acerque. Pero no voy a dejar la calle. Es parte de quien soy.

Valentina lo miró, su dolor evidente en cada línea de su rostro.

—Entonces, no sé si podemos seguir así, Riley. No puedo seguir sintiéndome así, tan sola y despreciada.

Riley sintió un nudo en la garganta, pero en lugar de ceder, su instinto defensivo se activó.

—Haz lo que quieras, Val. Si te molesta, pues haz lo que creas necesario. Pero nadie, ni tú ni nadie, va a cambiarme.

OneShots (Val X Riley) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora