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En el mundo omegaverse, las dinámicas entre alfas y omegas eran intensas y, a veces, incontrolables. Riley, una alfa poderosa y respetada, siempre había mantenido un estricto control sobre sus instintos. Sin embargo, cuando el calor llegaba, incluso ella luchaba por mantener su compostura.

-Ummm Val- Empezando a frotar su miembro en una camisa del omega

Esta vez, el calor la había golpeado más fuerte de lo habitual, y justo en ese momento crucial, Val, su omega y objeto de su más profundo deseo, llegó a su casa.

Era una tarde calurosa cuando Val tocó la puerta del apartamento de Riley. Llevaba días sin ver a Riley y había decidido hacerle una visita sorpresa. Al entrar, fue recibida por un aire denso y cargado de un aroma embriagador aroma a café que inmediatamente reconoció. El calor de Riley estaba en su apogeo.

-Riley, ¿estás bien? -preguntó Val, su voz temblando ligeramente mientras avanzaba por el pasillo.

Desde la sala, Riley se levantó, su cuerpo vibrando con necesidad. Sus ojos, usualmente llenos de determinación, ahora estaban oscurecidos por el deseo y la lujuria.

-Val, no deberías estar aquí -murmuró Riley, su voz ronca y cargada de lujuria-. No puedo controlarme, estoy en mi celo

Val sintió una oleada de emoción, excitación y nerviosismo. Sabía lo que significaba el calor para un alfa, y a pesar de los riesgos, el deseo de estar con Riley superaba cualquier temor.

-Quiero estar contigo, Riley -dijo Val, dando un paso hacia adelante-. No tienes que luchar contra esto sola, mejor aprovechemos el tiempo sin vernos. Giño el ojo de manera coqueta.

Riley dio un paso atrás, sabía que necesitaba mantener el control, tratando de mantener el control, simplemente daba pasos atrás, pero el aroma de coco tan dulce y tentador de Val inundó sus sentidos, desmoronando su resistencia. Val avanzó, cerrando la distancia entre ellas, y colocó una mano suavemente en el pecho de Riley mientras con la otra acariciaba el cuello de su alfa, sintiendo el latido acelerado de su corazón.

-Déjate llevar -susurró Val, mirándola a los ojos.

Esa fue la chispa que Riley necesitaba. En un movimiento rápido y decidido, la tomó en sus brazos, levantándola del suelo y llevándola hacia el dormitorio. Sus labios se encontraron en un beso urgente y apasionado, una liberación de la tensión acumulada.

Al llegar al dormitorio, Riley dejó caer a Val suavemente sobre la cama. Su cuerpo temblaba de deseo, y sus manos recorrieron cada centímetro de la piel de Val, arrancando sus ropas con una mezcla de necesidad y adoración. Val respondió con la misma intensidad, sus manos explorando el cuerpo musculoso de Riley, sintiendo el calor y la fuerza bajo sus dedos.

Riley inhaló profundamente el aroma de Val, ese olor único que siempre la volvía loca. Sus labios y lengua siguieron un camino ardiente por el cuello de Val, marcando su territorio con cada beso y mordisco suave. Val gemía de placer, su cuerpo arqueándose hacia Riley, respondiendo a cada toque con un deseo igual de voraz.

La urgencia en los movimientos de Riley creció, sus manos encontraron el centro de placer de Val, y comenzó a explorar con una mezcla de delicadeza y firmeza. Val dejó escapar un grito ahogado, su cuerpo estremeciéndose bajo el toque experto de Riley.

-Riley... por favor... -jadeó Val, su voz cargada de necesidad.

Riley no necesitaba más estímulo. Guiada por un instinto primitivo, se posicionó sobre Val, sus cuerpos alineándose perfectamente. La unión fue un estallido de sensaciones, un choque de deseo y amor que las llevó a ambas a un nuevo nivel de intimidad.

Los movimientos de Riley fueron fuertes y rítmicos, cada embestida llevándolas más cerca del clímax. Val se aferró a Riley, sus uñas dejando marcas en la piel de su espalda mientras gemía de placer. El calor entre ellas era casi tangible, una conexión profunda que iba más allá del simple deseo físico.

El punto culminante llegó como una ola abrumadora. Riley sintió su cuerpo tensarse, y con un último movimiento profundo, se dejó llevar por el éxtasis. Val siguió poco después, su cuerpo convulsionando de placer mientras gritaba el nombre de Riley.

Durante unos momentos, el tiempo pareció detenerse. Ambas quedaron jadeando, sus cuerpos entrelazados y cubiertos de sudor. Riley, aun respirando con dificultad, se dejó caer junto a Val, envolviéndola en sus brazos.

-Lo siento, Val. No quería... -comenzó a decir Riley, pero Val la interrumpió con un beso suave.

-No hay nada que disculpar, Riley. Te amo, y quiero estar contigo, incluso en momentos como este.

Riley sintió una oleada de emoción y gratitud. Había encontrado en Val no solo una pareja, sino una compañera que la aceptaba completamente, con todas sus facetas.

-Te amo, Val -murmuró Riley, acariciando suavemente el cabello de su Omega.

-Y yo a ti, Riley. Siempre estaré aquí para ti.

Mientras la noche avanzaba, se quedaron abrazadas, sus cuerpos finalmente relajados después de la tormenta de pasión. En la oscuridad, Riley comprendió que no estaba sola, y que con Val a su lado, podía enfrentar cualquier desafío, incluso los más primitivos y poderosos.

OneShots (Val X Riley) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora