𝗠𝗶 𝗹𝘂𝗰𝗵𝗮𝗱𝗼𝗿𝗮

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En el mundo de la lucha profesional, Riley "La Furia" Andersen era una fuerza imparable. Su físico imponente y su determinación feroz la habían llevado a lo más alto de la liga de pesos pesados. Sin embargo, a pesar de su éxito en el ring, sentía que le faltaba algo crucial para alcanzar su máximo potencial. Fue entonces cuando conoció a Valentina "Val" Ortiz, una entrenadora reconocida por su capacidad para transformar a luchadores buenos en campeones legendarios.

Riley había oído hablar de Valentina y sabía que si alguien podía ayudarla a alcanzar su objetivo de ganar el campeonato mundial, era ella. Con cierta aprensión y mucho respeto, se acercó a Valentina después de un combate.

"Val, necesito tu ayuda," dijo Riley, su voz firme pero vulnerable. "Quiero ser la mejor, y sé que tú puedes llevarme allí."

Valentina la observó detenidamente. Sabía que Riley tenía el talento y la fuerza, pero también notó una chispa de humildad y sinceridad en sus ojos que la convenció de aceptar el desafío. "De acuerdo, Riley. Te entrenaré, pero tendrás que darlo todo. Esto no será fácil."

Comenzaron su régimen de entrenamiento al día siguiente. Valentina no perdió tiempo en poner a prueba a Riley, llevándola al límite de su resistencia física y mental. Valentina era implacable, pero también sabía cómo motivar a Riley, cómo empujarla a superar sus propios límites.

Con el paso del tiempo, su relación se fortaleció. Valentina admiraba la dedicación y la tenacidad de Riley. A pesar de su apariencia ruda y masculina, Riley tenía una personalidad cálida y un sentido del humor que hacía que las largas horas de entrenamiento fueran más llevaderas. Valentina no pudo evitar enamorarse de esa combinación única de fuerza y vulnerabilidad.

Una noche, después de una agotadora sesión de entrenamiento, Valentina decidió hablar con Riley sobre algo que había estado rondando su mente. "Riley, hay algo que necesito decirte," comenzó, nerviosa. "Desde que empezamos a trabajar juntas, he llegado a admirar no solo tu habilidad como luchadora, sino también la persona que eres. Me he enamorado de ti."

Riley la miró, sorprendida pero también conmovida. No había esperado esta confesión, pero no podía negar que había sentido algo especial entre ellas. "Val, no sé qué decir... Siempre he admirado tu profesionalismo y tu dedicación. Y sí, también me he sentido atraída por ti, por tu fuerza y tu figura femenina, pero no quería que eso interfiriera con nuestro objetivo."

Valentina sonrió, sintiendo una oleada de alivio y felicidad. "Entonces, tal vez podamos ser algo más que entrenadora y luchadora. Tal vez podamos ser un equipo en todos los sentidos."

Con esta nueva comprensión, su relación se profundizó aún más. Se apoyaban mutuamente no solo en el gimnasio, sino también en sus vidas personales. Riley encontró en Valentina a alguien en quien podía confiar plenamente, y Valentina se sintió fortalecida por el amor y el respeto de Riley.

El día del campeonato mundial llegó. Riley estaba lista, no solo físicamente sino también emocionalmente. Sabía que tenía a Valentina a su lado, y eso le daba una confianza inquebrantable. Valentina la acompañó al ring, susurrándole palabras de aliento.

La lucha fue intensa. Riley enfrentó a oponentes formidables, pero recordó cada lección que Valentina le había enseñado. Su cuerpo respondía con precisión y fuerza, y su mente estaba enfocada como nunca antes. Cada golpe, cada movimiento, estaba impulsado por el deseo de hacer orgullosa a Valentina.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, Riley se encontró de pie sobre su oponente, levantando los brazos en señal de victoria. Había ganado el campeonato mundial. La multitud rugía, pero para Riley, solo había una persona que importaba.

Saltó del ring y corrió hacia Valentina, abrazándola con todas sus fuerzas. "Lo hicimos, Val. Lo hicimos juntas."

Valentina la besó, sus lágrimas de alegría mezclándose con las de Riley. "Sí, Riley. Lo hicimos juntas. Estoy tan orgullosa de ti."

La victoria no solo marcó el pináculo de la carrera de Riley, sino también el comienzo de una nueva etapa en su relación con Valentina. Juntas, continuaron enfrentando desafíos, tanto dentro como fuera del ring, sabiendo que con el amor y el apoyo mutuo, podían superar cualquier obstáculo.

La historia de Riley y Valentina se convirtió en una leyenda en el mundo de la lucha profesional. No solo eran conocidas por su éxito en el ring, sino también por su amor inquebrantable y su dedicación mutua. Eran un equipo en todos los sentidos, un ejemplo de que con amor y perseverancia, cualquier sueño puede hacerse realidad.

OneShots (Val X Riley) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora