En la bulliciosa universidad de Kingston, dos almas estaban destinadas a encontrarse. Riley, un chico bisexual con una pasión por la literatura y la música, y Val, un chico gay con un amor inquebrantable por la historia y la arqueología. Aunque sus caminos eran diferentes, sus corazones estaban destinados a encontrarse.Era el primer día de clases del semestre de otoño, y Riley se dirigía a su clase de literatura comparada. Con su mochila al hombro y sus auriculares puestos, se perdió en la melodía de su canción favorita mientras caminaba por el campus. Al doblar una esquina, chocó accidentalmente con alguien, haciendo que ambos cayeran al suelo.
—¡Oh, lo siento mucho! —dijo Riley, levantándose rápidamente y extendiendo la mano para ayudar al otro chico.
—No te preocupes, fue un accidente —respondió el chico, aceptando la mano de Riley. Su sonrisa era amable y sus ojos brillaban con una curiosidad encantadora.
—Soy Riley, por cierto —dijo, presentándose.
—Val —respondió el chico—. ¿Qué clase tienes ahora?
—Literatura comparada. ¿Y tú?
—Historia antigua —dijo Val con una sonrisa.
Después de ese primer encuentro, ambos chicos comenzaron a encontrarse más a menudo, ya fuera en la cafetería del campus, en la biblioteca o simplemente caminando por los jardines. Sus conversaciones eran profundas y variadas, desde debates sobre las últimas tendencias musicales hasta discusiones sobre las antiguas civilizaciones.
Con el tiempo, Riley y Val se hicieron inseparables. Se apoyaban mutuamente en sus estudios y compartían sus sueños y miedos. Riley admiraba la pasión de Val por la historia y su dedicación a descubrir los misterios del pasado. Val, por su parte, estaba fascinado por la creatividad de Riley y su habilidad para encontrar belleza en las palabras.
Un día, mientras estaban en la biblioteca, Riley notó que Val parecía preocupado.
—¿Qué te pasa, Val? —preguntó Riley, apoyando una mano en el hombro de su amigo.
—Es solo que... hay algo que quiero decirte, pero no sé cómo —dijo Val, evitando la mirada de Riley.
—Puedes decirme cualquier cosa —respondió Riley, su voz llena de sinceridad.
Val respiró hondo antes de hablar.
—Riley, soy gay —dijo finalmente, mirándolo a los ojos.
Riley sonrió con calidez.
—Gracias por confiar en mí, Val. Y para que lo sepas, soy bisexual —dijo Riley.
Val sintió una oleada de alivio al escuchar esas palabras. Se abrazaron, sellando su amistad con un vínculo aún más fuerte.
A medida que pasaban los meses, Riley y Val comenzaron a darse cuenta de que sus sentimientos iban más allá de la amistad. Cada momento juntos estaba lleno de una tensión dulce y emocionante. Los toques casuales se prolongaban un poco más, las miradas se volvían más intensas y las sonrisas más significativas.
Un día, después de una larga jornada de estudio, decidieron relajarse en el parque cercano al campus. Se sentaron bajo un gran roble, mirando el atardecer.
—Riley, hay algo que quiero decirte —dijo Val, rompiendo el silencio.
—¿Qué es, Val? —preguntó Riley, su corazón latiendo más rápido.
—Creo que me estoy enamorando de ti —confesó Val, sus ojos llenos de honestidad.
Riley sintió una oleada de emoción y alivio al escuchar esas palabras.
—Yo también, Val. Me he estado enamorando de ti desde el primer día que nos conocimos —respondió Riley, acercándose a Val.
Se miraron a los ojos, y en ese momento, supieron que estaban destinados a estar juntos. Se acercaron lentamente hasta que sus labios se encontraron en un beso suave y lleno de promesas.
Después de su confesión, Riley y Val se convirtieron en pareja. Su relación era fuerte y llena de amor y comprensión. Enfrentaron juntos los desafíos de la universidad y la vida, apoyándose mutuamente en cada paso del camino.
Un día, Val recibió una noticia emocionante: había sido seleccionado para un programa de excavación arqueológica en Egipto. Aunque significaba que estarían separados por un tiempo, Riley apoyó a Val en su decisión, sabiendo que era una oportunidad única.
—Te extrañaré mucho, Val —dijo Riley, abrazándolo fuertemente antes de su partida.
—Y yo a ti, Riley. Pero esto no es un adiós, solo un hasta luego. Volveré antes de que te des cuenta —respondió Val, besándolo con amor.
Durante los meses de separación, mantuvieron su relación a través de llamadas y mensajes, compartiendo cada pequeño detalle de sus vidas. Su amor solo creció más fuerte con la distancia, y cuando Val finalmente regresó, ambos sabían que querían pasar el resto de sus vidas juntos.
Años después, Riley y Val se encontraban de pie en el altar, rodeados de amigos y familiares, listos para prometerse amor eterno. Sus ojos brillaban con felicidad mientras intercambiaban votos llenos de amor y compromiso.
—Riley, desde el momento en que nos conocimos, supe que eras especial. Prometo amarte y apoyarte en cada paso de nuestro viaje juntos —dijo Val, sus palabras llenas de emoción.
—Val, eres mi mejor amigo, mi confidente y el amor de mi vida. Prometo estar a tu lado, en los buenos y malos momentos, siempre y para siempre —respondió Riley, sus ojos llenos de lágrimas de felicidad.
Se besaron, sellando su unión con un beso lleno de amor y promesas. Sabían que, sin importar lo que el futuro les deparara, siempre tendrían el uno al otro.
Y así, Riley y Val vivieron felices, construyendo una vida juntos llena de amor, aventuras y descubrimientos. Su historia de amor, nacida en los pasillos de la universidad, se convirtió en una inspiración para todos aquellos que creían en la fuerza del amor verdadero y en la belleza de ser fiel a uno mismo.
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OneShots (Val X Riley)
Randomʙᴜᴇɴᴏᴏ ᴀʜᴏʀᴀ ʜᴀᴄᴇʀ ᴍɪᴇʀᴅᴀs ʜᴏᴍᴏsᴇxᴜᴀʟᴇs ᴅᴇ ᴇsᴀs ᴅᴏs 😸 13 Julio 2024 puesto 19 en Riley