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Llevaba varios días sin ir por la protectora. Me excusaría en la universidad, en la de trabajos que tenía o en la cantidad de temario que me quedaba por estudiar estudiar. Pero no serían más que excusas ya que el principal motivo tenía una sonrisa asquerosamente perfecta, su nombre empezaba por "Ma-" y acababa por "-tías".

Habíamos acordado que lo mejor era tener la conversación, que debíamos de haber tenido la misma noche del concierto, en persona. El hoyuelos desistió al tercer "Tengo muchas cosas de la uni".

De verdad, yo era de las que apoyaba que sin comunicación no se llega a ningún sitio, pero no me sentía mentalmente preparada para lo que esa charla convendría.

Debía intentar mantener, sin quebrantarme aún más, esa conversación conmigo misma primero para poder transcribírsela a él.

***

El invierno estaba más que asentado en la capital. Tuve que levantarme del banco para perseguir por unos metros una hoja de los apuntes. Había decidido ir al Retiro a estudiar para ver si así conseguía concentrarme pero, al final, me había llevado más tiempo mirando las hojas caer y persiguiendo mis apuntes que estudiando.

Volví al banco de madera que descansaba bajo uno de los pocos rayos de sol que calentaban el ambiente con el termo de café en la mano. Me senté dispuesta a seguir estudiando, tan dispuesta que ni si quiera me di cuenta de que había alguien sentado donde antes estaba mi mochila.

A los pocos minutos noté cómo cambiaba de posición y, con sumo descaro, cogió una de mis libretas. Creo que llegué a escuchar unas breves risitas escondidas tras la tela gris. Tardó unos segundos hasta que, cuando volví a bajar la vista, decidió quitarse la capucha por fin.

-¡Ahhhh! -Me levanté de un salto para desplazarme hacia ella. -¿¡Qué haces aquí!?

-¿Qué voy a hacer aquí? -Mara me rodeó fuerte con sus brazos dejándome incluso sin respiración. -Visitar a mi pobre mejor amiga. Tendrás que estar pasándolo fatal sin mí -bromeó.

-Te quiero, te quiero, te quiero -murmuré mientras depositaba besos por toda su cara.

-Sí, sí... Me quieres mucho pero ni si quiera has podido reconocerme -se quejó intentando evitar la sonrisita que le iluminaba el bajo de la nariz.

-¡Estaba disimulando!

-Ya, claro -acabó contagiándose de mi sonrisa -, sería eso.

***

-Wow.

Su boca dejó de formar una "o" para levantar la comisura de sus labios.

Verla tan sonriente al ver mi habitación levantó un aire hogareño en mi interior, creo que eso era lo que me había faltado para terminar de sentirme cómoda en Madrid.

-¿Te gusta? -Me senté sobre los pies de la cama.

-¿Que si me gusta? -Giró sobre sí misma recorriéndola una vez más con sus ojos. -Es preciosa. Me da vibes de la Bella con tantos libritos. -Señaló la estantería de pie que tapaba la pared contigua a la puerta. -Es muy tú.

Se acercó al escritorio, alargó el brazo y cogió una de las velas para acercársela a la nariz.

-Vainilla. -Cerró los ojos profundizando en el olor. -Rectifico, no es muy tú, es literalmente tú.

-Te echaba de menos -murmuré sin una pizca de la presión que hasta esa misma tarde había tenido en el pecho. Mara era mi salvoconducto. Era todo aquello que me colmaba de confianza hasta hacerme decir todas aquellas cosas que si fuesen hacia otra persona arderían en mi pecho cómo si fuese una hoguera en mitad de la Noche de San Juan.

-Ya lo sé. Yo también.

Se acercó a mí y, sin tener que decirle nada, sabía perfectamente lo que necesitaba. Me ayudó a recostarme en la cama, depositando mi cabeza sobre su falda y, mientras sus dedos parecían tejer los rizos de mi pelo, su respiración ayudaba a mis llantos a ser liberados. A descender sin miedo y sin vergüenza por la piel que los recogía.

Mara me ayudó a desatar las emociones que tanto tiempo llevaban aisladas en mi interior esperando a ser olvidadas pero que, al final, resultaron ser cómo quien olvida el color de las amapolas en pleno otoño.

Sabiendo que, tras la llegada de la primavera, regresarán los colores de aquellas flores secas que algún día tuvieron raíces en el suelo.

Bajando EstrellasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora