Our begining

Capitulo 25

Con desesperación se sentía Jimin otra vez había discutido con Jungkook, cada vez que tocaban el tema del contrato de matrimonio Jimin lo amenazaba con destruir todo lo que Jungkook tenía pero este no le tomaba importancia e intentaba decirle que si seguían juntos se lastimarían unos a otros, por no existir amor.

—Al carajo todo— Jimin se levantó de la cama, se aproximó a su guarda ropa y busco el atuendo más sexi y revelador que encontró.

Se maquillo y se puso el atuendo, con toda la energía que tenía en ese momento iba a romper las reglas pensaba. Al salir de su apartamento, fue hacia el estacionamiento del edificio y saco su auto, condujo hacia uno de los bares más conocidos de Seúl.

El ruido en el lugar era bastante fuerte, las personas bailaban sensualmente en la pista y otros tomaban tragos que compartían con sus acompañantes. El ambiente era bueno pero también era bastante peligroso porque había muchos que estaban ebrios y podían sobrepasarle.

Jimin estaba en la barra donde los barman preparaban los tragos, ya era como su sexta copa de whisky de la noche y todavía estaba cuerdo.

Al mirar bailar a todos sobre las pista acompañados de sus parejas le hacía sentir celos, pues cuando él y Jungkook iban siempre Jimin era el único que bailaba y Jungkook le miraba bailar, pero ahora ni siquiera podría verlo, ya que ahora estaba con su nueva pareja.

Suspiro —Si él es feliz con él, entonces yo podre hacer de ahora en adelante lo que quiera— tomo su copa de un solo trago —Pues ahora a divertirse.

Se adentró a la pista de baile, empezó a moverse lento pero sensualmente y además las músicas que sonaban cada vez estaban mucho más intensas a lo que él se empezaba mover con mucho mas descaro.

Los Shots que llevaban los meseros para los de la pista, Jimin los cogía y se los tomaba así poniéndose mucho más ebrio.

Los chicos que se encontraban bailando al ver a un rubio moverse de esa manera tan sensual y atractiva haciendo que ellos se acercaran para poder bailar junto al rubio. Un chico alto y musculoso  capto la atención del rubio y ambos empezaron a bailar juntos restregándose descaradamente por la pista de baile moviéndose junto al compás de la música.

El chico recorría con sus manos el cuerpo del rubio, viajando hasta posicionarse en su trasero y tomándolo con fuera haciéndolo gemir fuerte, como la música estaba fuerte nadie pudo escucharlo excepto su acompañante de baile.

—Eres tan sensual muñeco— susurro contra la oreja de Jimin.

Jimin lo agarro del cabello para estamparle un beso, apegados y con sudor por sus movimientos, ahora compartiendo un beso húmedo.

…
Después de un lago rato, ambos en un cubículo de los baños se besaban y cada vez empezaban a desprenderse de sus prendas.

Jimin no dejaba de gemir por lo bien que le estaba haciendo sentir un completo extraño, siendo muy ruidoso para todos los que entraban al baño y salían disgustados,

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—Hey amigo aquí— Nam levanto la mano para llamar su atención.

Yoongi al verlo se aproximó hacia donde se encontraba —Hola Nam ¿Cómo estás? Wang hola— saludo Yoongi.

—Hermano pensamos que no ibas a venir— Wang le dio un leve golpe en la espalda.

—Pensamos que tu Tae no de dejaría salir— Dijo Nam, haciendo que Yoongi desviara la mirada.

—Vine aquí para olvidar— Yoongi miro a sus amigos con cierta nostalgia.

Sus amigos se dieron cuenta de inmediato que algo malo le había pasado a Yoongi, así que dejarían sus bromas para después, por ahora tendrían que entender que es lo que tenía a Yoongi tan desanimado.

—Amigo ¿Paso algo?— pregunto Wang,
Nam miro a Yoongi para saber qué tipo de expresión pondría, para cerciorarse de no pasar la línea.

—Tae y yo terminamos, el ama a alguien más y yo no soy quien para retenerlo a mi lado— Yoongi se apoyo a la barra y señalo al mesero para que le sirviera un trago,

—Como lo sentimos Yoongi, pero tranquilo esta noche olvidaras todas tus penas— Nam alzo el pulgar en alto.

Yoongi carcajeo con el comentario, después recibió su trago lo bebió y su vista fue hacia la pista de baile. Recordó la vez que el y Tae bailaron esa noche, para el fuer algo espectacular, negó con la cabeza pensando que ahora eso sería solo un recuerdo más.

Su vista se dirigió a cierta pareja que era la atención del lugar cerro sus ojos un poco para ampliar su visión y lo reconoció —Jimin— dijo en voz alta.

—¿Eh? Dijiste Jimin nuestro Vicepresidente ¿Dónde?— Wang empezaba a ver la pista para buscar a Jimin y cuando lo encontró abrió sus ojos como platos —Wooo Nam mira nuestro Vicepresidente parece un perro en celo.

Nam voltio hacia la pista y pudo divisarlo —COF COF COF COF— se atraganto con su bebido —Pero que hace.

—No es obvio, está bailando daaa— Wang hablo.

—Bueno tal vez está de fiesta— le restó importancia.

—Pero ese de ahí no es el señor Jeon ¿Quién será?— Wang puso su mano en su mentón en modo de pensar.

—¿Por qué lo dices, que tiene que ver el señor Jeon en esto?— interrogo Nam.

Wang dejo de pensar y miro a Nam y se burló, recibiendo una mala mirada de parte de su amigo.

—Como ustedes son novatos no lo saben, pero el señor Park y el señor Jeon están comprometidos, además dicen que están sumamente enamorados— conto Wang.

Nam abrió la boca de lo sorprendido —Wao no lo sabía.

—Te contare todo, escucha.

Mientras Wang le contaba algunos detalles a Nam de cómo habían empezado a salir sus dos jefes, sin percatarse mucho de Yoongi, pues este no les tomo importancia solo observaba la escena delante de sus ojos.

No podía apartar la mirada de Jimin a decir verdad le daba curiosidad de como había resuelto el problema del compromiso que tenía con el señor Jeon.

Lo siguió con la mirada cuando ambos habían salido de la multitud para dirigirse a los sanitarios, observo que se entraron ahí, no quería ser entrometido en algo que no le correspondía pero sentía esa necesidad de ir y ver qué pasa. Solo pararon unos cuantos minutos y se levantó, les dijo a sus amigos que iría al baños la cual ellos sin presentarle atención asintieron.

Al ingresar pudo escuchar sonidos extraños, se aproximó al lava manos al querer abrir él pudo escucharlo.

Si no le fallaba la mente y los oídos, eso era gemido.

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