Cap 100

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Narra Lauren

Estaba besando a Camila nuevamente, era increíble. Como la tenía cargando me apretaba contra ella.

-quiero encima de ese sillón- ordenó y la llevé allí.

Me senté y Camila de piernas abiertas arriba de mi, sujeté su trasero, ella quitó su blusa y al aventarla dió contra un retrato de ella y su hermana, cayó al piso este y se rompió.

-BASTA LAUREN, SUELTA A MI HIJA- gritó al entrar Alejandro a la habitación.

-PAPÁ- gritó Camila.

-LAUREN ¿QUÉ HACES? ¡OH POR DIOS, LO SIENTO!- gritó mi papá.

-Lo lamentamos creímos que peleaban, mmm vistanse, y no vuelvas a tocar a mi hija de esa manera- ordenó Alejandro desde la puerta medio cerrada, pero se veía como se tapaba los ojos. Cerraron.

-OH MIERDA, ahora tu papá me odiará- comenté y Camila se rió.

-no te odiará ja ja ja ja después de todo lo que hicieron por este viaje, solo no nos verá a los ojos ja ja- se reía Camila.

-para ti es fácil decirlo, mi padre no dijo nada- respondí.

-¿quieres que sigamos?- dijo al tiempo que movió su cadera hacia adelante y hacia, aún con ropa era exquisito sentirla así.

-nos van a regañar- comenté pero ya estaba tomando su sostén y desabrochandolo.

-hazlo, te necesito- suplicó y besé sus senos, sus pezones estaban duros, gimió.

-aaah sigue- gimió y obedecí, carajo, estando caliente ella me doblegaba por completo.

-Lauren bajen ya- escuché a mi madre abrir, MIERDA, no pusimos seguro a la puerta nuevamente.

-¡NIÑAS¡ ¿qué les pasa? no fue suficiente con los que vieron sus padres, ya vistanse, mandaré a que les traigan la comida, y por favor esten decentes.

Mi mamá salió, Camila estaba dando la espalda y cubriendo sus pechos.

-mi suegra me va a odiar- dijo afligida.

-no te va a odiar, solo nos van a regañar- dije sin saber si la trataba de convencer a ella o a mi.

-o sea que si es mi suegra- concluyó y sonrió.

-ya metete a bañar, que comeremos aquí- terminé y ella hizo caso.

Me senté a leer, aunque repetí unas 10 veces la misma hoja, solo podía pensar en que mis papás me iban a dar la regañada de mi vida.

Tocaron a la puerta y respiré. Abrí y estaba Aisha allí, traía una bandeja con 2 platos con pizza, y vasos, a un lado estaba un chico con una mesita plegable de madera.

-Señorita Lauren, nos enviaron con la comida para ustedes, ¿puedo pasar a servirle?- preguntó Aisha y asentí.

-claro pasa, pero dime Lauren solamente- sonreí al darle el paso.

La habitación era amplia, el joven acomodó la mesita frente a la cama y bajó por 2 sillas.

-trajimos así porque hace un poco de frío como para que coman en el balcón, allí la señorita Camila tiene mesita y sillas igual- explicó Aisha.

-descuida comeremos aquí o si Camila quiere afuera ya lo movemos nosotras, no te apures- respondí amablemente.

-por cierto te ves muy guapa- coqueteó y tomó mi mano.

-gracias Aisha, no son necesarias las sillas, comeremos en la cama, ¿verdad amor?- habló Camila que estaba saliendo de ducharse, solo salió en sosten y cachetero ambos negros, se veía espectacular.

Mi mirada la recorrió, y caminó hacía mí, estaba celosa, me abrazó y tomó mi mano.

-oh ella es una de sus novias- comentó Aisha y el rostro de Camila se puso todo rígido y serio.

-me retiro señoritas- se despidió Aisha y salió.

-bueno Camila Celosa Cabello, ¿vas a comer así? no crees que te puedes enfermar?- pregunté riendo para aliviar la tensión.

-¿por qué sabe de tus novias? ¿ya te la cogiste a ella o qué?- preguntó Camila y no me salían palabras.

-aah no, este, ammm platicamos mientras le ayudé a lavar trastes- expliqué.

-ah si, por la genio y limpia Ariana, si quieres ya come, yo adelantaré tarea por que no soy tan inteligente como tus novias- comentó y se abrochó la bata, fue al sillón y se puso a leer mi libro.

-aammh Camz ese es mi libro- trate de explicar para que no me lo aventara.

-ya sé, no soy estúpida- dijo y siguió leyendo.

El resto del día, que ya era poco, todo estuvo incómodo, cada una comió sola, casi no hablamos ni nos veíamos.

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