Lo que nos Une (Jinx omegaverse Dan x Jaekyung )

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Esta era la primera vez que Dan agradecía que Jaekyung se demorara y estuviese lejos de él, porque sabiendo el estado de su cuerpo pues... sabía a donde terminaría aquello, que al parecer... no tenía intenciones de calmarse.

Su trasero cada vez palpitaba más y se sentía más caliente. Tuvo que apretar un poco más su miembro tan duro que era doloroso y morder su labio inferior para no soltar un gemido.

Estaba en problemas, estaba en problemas, código rojo, quería follar en ese momento. Eso no podía ser bueno.

Y esta vez no pudo evitar el gemido ante una oleada caliente que atacó sus pezones y acto seguido la mancha en ellos fue espesa. Había comenzado a lactar nuevamente. Al parecer alguien estaría feliz con eso, más no Dan en ese momento.

Es que se lo estaba tragando la vergüenza. No era él el que pedía sexo. Lo había hecho solo una vez y quería que la tierra se lo tragase cuando Jaekyung le había contado los detalles y él recordado.

Sus mejillas casi explotaron. Al menos ahora podía decir que estaba consciente de todo y eso era aún peor, porque su cuerpo quería una cosa y su cabeza otra. Bueno... su cabeza en parte.

Quizás fue por todo lo que pensó, por contar ovejas, por decir el diccionario mentalmente que en algún momento las cosas se calmaron soltando un suspiro de alivio. Aun así la leche de sus pezones no paró de brotar ni el líquido de su trasero. Pero al menos podía soportarlo ¿verdad? Y pasar desapercibido por el alfa ¿verdad?

Esperaba que sí. Cruzaba dedos porque si Jaekyung lo agarraba en ese momento... después de lo que había aguantado... se lo iba a devorar y posiblemente tendrían que volver al hospital pero ya con el cachorro en brazos.

Se estremeció solo de pensarlo y a la vez su miembro palpitó... ¿emocionado? Por favor no.

-Oye Dan- y había aparecido el dueño de sus pensamientos en ese momento haciendo que se sobresaltara, con un plato con manzana cortada más no pelada, un revuelto de huevos y algunos vegetales cortados que ocupaban la mayor parte del plato- Ven a comer para que no te quejes más que el cachorro tiene hambre.

Dijo el alfa caminando hasta la tumbona y dejando el plato en la mesita de al lado cuando se detuvo en seco y las aletas de su nariz se movieron al percibir algo familiar. Olfateó y giró la cabeza hacia el omega aún dentro de la piscina.

Entrecerró los ojos.

-Dan-

-ya voy, ya voy- el omega le daba la espalda y estaba de alguna forma acomodando su ropa mojada de tal forma que no se notara mucho su estado fallando en todo momento.

Y estaba tan sumido en ello que para cuando se dio cuenta había una sombra justo delante de él que se movía con el agua. Al alzar la cabeza se encontró directamente con el pecho de Jaekyung y un poco más arriba con el rostro del alfa... y sus ojos danzando entre lo oscuro y dorado.

Y ¿se había relamido los colmillos?

Dan se estremeció, sobre todo porque su mirada estaba puesta sobre su pecho donde sus pezones se transparentaban de una forma muy... sexy.

-Yo, yo, Ah- gritó cuando sintió la mano de Jaekyung, al este inclinarse, sobre su miembro envolviendo su erección dentro de sus pantalones encontrándolo duro.

El alfa alzó una ceja.

-Si estabas así solo tenías que decirlo- se relamió de nuevo esta vez los labios- el doctor dijo que teníamos que ser suaves... pero no prohibió el sexo.

Dan se cubrió el pecho con sus brazos cubriendo inútilmente lo que estaba allí solo haciendo que se viera más abultado y tentador. Un puchero se puso en sus labios.

-Yo no quería tener sexo, pero mi cuerpo no... me responde- estaba avergonzado a más no poder y la mano sobre su pene simplemente lo excitaba más. Por no decir las densas feromonas que lo estaban envolviendo y que hacía que su agujero palpitara con más ganas. Incluso podía sentir el calor del líquido que salía de allí a pesar de la temperatura de la piscina.

Incluso perdió el equilibrio y quedó pegado a la pared de la piscina estremeciéndose ante las caricias sobre su pene.

Y el alfa... tenía una sonrisa rara en el rostro. Estaba disfrutando aquello. Hasta que por fin lo soltó, pero no fue para alivio de Dan. Una vez abierta la caja de pandora no se cerraba, y así era la excitación de los alfas, una vez comenzada pues.

-Esto está de más- Jaekyung agarró los bordes de la camisa de Dan y fácilmente la sacó y la tiró a un lado dejando el torso desnudo de Dan frente a él.

Al omega se le puso la piel de gallina e intentó cubrirse pero Jaekyung le agarró las muñecas.

-Ni se te ocurra cubrir eso de nuevo- frunció el ceño, para después girar el rostro y las encontró cerca- ¿El cachorro está pidiendo comida ahora?

Dan no entendió la pregunta dado el estado en que estaba y negó, pero rápidamente comprendió que no debió responder así.

Dado que el alfa era mucho más alto que él no estaba a la altura suficiente para poder llegar al elixir que se derramaba de su pecho. Sin embargo, Jaekyung... era un alfa que resolvía, por lo que se inclinó y agarró a Dan con un brazo a la altura de las nalgas y lo recargó contra él sin presionar el vientre y caminó en dirección a los paneles que sobresalían en uno de los bordes de la piscina que servían de sillas y que aún permitían estar dentro de ella.

Y estaban a la altura exacta. Al llegar calculó la fuerza dado que Dan ya no pesaba lo mismo de antes y lo dejó sentado sobre uno de estos paneles abriéndole las piernas con sus propias piernas.

El pecho del omega ahora estaba un poco más cerca pero tendría que inclinarse para llegar a ellos. Eso... no era un problema y más para Jaekyung que ya estaba salivando. Aunque primero tenía que comprobar algo.

Por lo que agarró una de las rodillas de Dan por debajo y la alzó haciendo que este se reclinara hacia atrás contra la pared de la piscina, y con la otra mano recorrió la ingle del omega hasta llegar a su agujero que lo sobó con su dedo sintiendo la piel muy suave y que fácilmente lo engulló cuando lo penetró con la punta.

-Ah- un vergonzoso gemido salió de Dan tanto que hasta el mismo Jaekyung lo miró pestañeando tres veces rápido.

Dan quería que la tierra se lo tragase. Y por muchas cosas. No importaba cuantas veces le chuparan hasta el alfa... él siempre se avergonzaba.

Después el rostro del alfa cambió a uno que lo hizo temblar.

-Cuando termine arriba... vengo para aquí abajo- insertó dos dedos en el área suave y caliente que a pesar del agua de la piscina se sentía espeso y delicioso allí adentro.

El día... sería realmente largo... y la noche también.

El próximo capítulo lo subiré muy pronto. Estoy pintando mi casa que es muy grande con un puntal de 5 metros y pues mis pobres bracitos la está sufriendo jeje.

Pero lo que viene será... derretidos como helado. Hay que reforzar la hermandad jeje