Olivia
La ansiedad recorría cada rincón de la casa mientras esperaba. Era difícil concentrarse en cualquier cosa cuando el tiempo parecía estirarse interminablemente. Miraba el reloj cada pocos segundos, sus agujas avanzaban lentamente como si quisieran torturarme. La casa estaba impecable, cada superficie relucía gracias a mis esfuerzos frenéticos. Las galletas que había horneado estaban en una bandeja sobre la mesa del salón, y el café acababa de prepararse. Pero nada de eso me calmaba. Mi mente estaba completamente ocupada en el momento que estaba por llegar: el reencuentro con Beth.
Cada ruido exterior me hacía saltar, y el corazón me latía con una intensidad que casi podía oírse. La espera era insoportable, y no podía evitar pensar en cómo sería ver a Beth después de tanto tiempo. Nos conocíamos desde la infancia y, aunque nuestras vidas nos habían llevado por caminos diferentes, el vínculo que compartíamos seguía intacto. Había pasado tanto tiempo desde la última vez que nos vimos que la expectativa se sentía casi como un sueño.
Finalmente, el timbre sonó. El sonido me hizo dar un salto del sofá, y mis piernas parecían moverse por inercia mientras corría hacia la puerta. Me tomó un momento para respirar profundamente antes de abrirla. Cuando lo hice, ahí estaba Beth, en el umbral de la puerta. Su cabello rubio brillaba con la luz del sol, y sus ojos azules estaban llenos de una alegría contagiosa. No podía creer que estaba aquí, frente a mí, después de tanto tiempo.
-¡Beth!-exclamé, mis palabras salieron de un tirón, acompañadas por una risa nerviosa.
Antes de que pudiera decir algo más, nos lanzamos al abrazo que tanto habíamos esperado. El contacto fue tan fuerte que casi perdimos el equilibrio, pero no me importó en absoluto. Su cuerpo contra el mío me hizo sentir como si el tiempo se hubiera deshecho de repente. Sentí las lágrimas asomarse a mis ojos mientras respiraba el familiar aroma de su perfume, y la calidez de su abrazo era más reconfortante de lo que había imaginado.
-Te he echado de menos-murmuré, mi voz quebrada por la emoción.
;Yo también-Respondió Beth, su voz también temblaba con sentimientos.
Obviamente entre nosotras hablábamos en inglés, ambas éramos inglesas, aunque yo controlaba el español desde pequeña nunca lo había hablado con ella, básicamente porque ella no lo entendía.
Nos mantuvimos abrazadas durante lo que pareció una eternidad, como si ese breve instante pudiera compensar todos los años separados. Finalmente, nos separamos ligeramente, aunque nuestras manos aún se aferraban.
Beth entró en la casa con una sonrisa radiante, y cerré la puerta detrás de ella. La conversación fluyó de manera natural mientras nos dirigíamos al salón. Los recuerdos de nuestra relación comenzaron a salir a la superficie, y nos reímos de las travesuras que habíamos hecho juntas. La casa, que antes parecía vacía y silenciosa, ahora estaba llena de risas y el eco de nuestras historias compartidas.
Sentí una profunda satisfacción al ver a Beth nuevamente, y su presencia transformó mi ansiedad en una alegría pura. Todo parecía estar en su lugar, y por un momento, el mundo exterior quedó atrás, mientras nos sumergíamos en la comodidad y la conexión de nuestra relación de prácticamente toda la vida.
La tarde avanzaba con una mezcla de calidez y emoción mientras Beth y yo nos poníamos al día en el salón. Las risas y las anécdotas fluían sin esfuerzo, y cada palabra parecía acortar la distancia que nos había separado durante tanto tiempo. La conversación estaba en pleno apogeo cuando escuché el timbre nuevamente.
;Debe ser Sarah-le dije a Beth, levantándome del sofá con una sonrisa.
Fui hacia la puerta y, al abrirla, encontré a mi hermana Sarah en el umbral. Sus ojos se abrieron de par en par al ver a Beth, y su rostro se iluminó con sorpresa y alegría.
Se acercó rápido a ella y se abrazaron con fuerza, el abrazo fue cálido y espontáneo, reflejando el mismo entusiasmo que había sentido yo momentos antes.
Nos sentamos de nuevo en el salón, y Sarah se unió a la conversación, su presencia añadiendo un nuevo nivel de vivacidad al ambiente. Hablamos de recuerdos compartidos, planes futuros y las pequeñas anécdotas que siempre parecían surgir en nuestras charlas.
-Sarah- le dije después de un rato,-Beth y yo estábamos pensando en salir un poco más tarde. Si quieres, puedes venir con nosotras.
Sarah frunció el ceño, pensativa.
Agradezco la invitación, pero ya tengo planes esta noche. Las chicas del Barça me han invitado a lo que ellas llaman ‘una noche de chicas’. Sabes cómo son, siempre tienen algo especial preparado-Dijo con una sonrisa y me sorprendió lo mucho que mi hermana estaba encajando en aquel grupo.
Beth y yo intercambiamos miradas de complicidad y luego miramos a Sarah con comprensión. A pesar de que no podríamos tenerla con nosotros esta noche, el espíritu de nuestra reunión seguía intacto.
Mientras Sarah se preparaba para salir, nos prometimos que no dejaríamos que el tiempo pasara sin más encuentros. Finalmente, Sarah se despidió con un último abrazo, y la puerta se cerró detrás de ella.
Volví al salón, donde Beth ya había comenzado a sacar las galletas y el café para disfrutarlo mientras continuábamos nuestra conversación. A pesar de que no sería la noche que originalmente había planeado, la tarde se sentía completa y llena de la calidez de la amistad. La promesa de nuevos encuentros y el reconfortante abrazo de Beth me recordaron que, a pesar de las ocupaciones y los planes de cada uno, los lazos que compartimos seguían siendo fuertes y vibrantes.
Cuando el reloj marcó las nueve, Beth y yo estábamos en el baño, preparándonos para salir a la fiesta. La casa estaba en calma, y la anticipación de la noche parecía llenar cada rincón. Beth estaba sentada frente al espejo, aplicándose el maquillaje con una precisión meticulosa, mientras yo revisaba mi atuendo por última vez.
-¿Cómo me veo?-preguntó Beth, girando hacia mí con una gran sonrisa, mostrando su vestido negro ajustado que resaltaba sus ojos azules.
-Guapísima, como siempre-respondí, admirando el conjunto que llevaba.-Ese vestido te queda perfecto.
Beth se sonrojó ligeramente, pero su sonrisa se amplió.
-Gracias, corazón. Y tú, déjame decirte, estás deslumbrante. Ese color te queda de maravilla-Dijo con una gran sonrisa señalándome.
Me reí, mirándome en el espejo mientras ajustaba mi collar plateado.
-Ay, para ya, aunque si continúas así, me vas a hacer sentir como una reina. Pero en serio, me encanta tu estilo. Tienes un gusto impecable-Dije algo sonrojada por su comentario.
-Bueno, lo aprendí de la mejor-dijo Beth con una sonrisa pícara.-Siempre has sido mi gurú de la moda. Pero hoy, siento que estamos a la altura de cualquier evento.
-Definitivamente estamos listas para la fiesta-asentí.-Vamos a hacer que esta noche sea inolvidable. Después de todo, es nuestra oportunidad para brillar.
Nos dirigimos al vestíbulo, donde Beth tomó su bolso y yo mi chaqueta. Ambas estábamos llenas de entusiasmo y nerviosismo, listas para lo que la noche nos ofreciera.
-¿Tienes todo lo que necesitas?- preguntó Beth, echando un vistazo a mi bolso.
;Sí, todo listo-respondí.-Teléfono, dinero, pintalabios por si hace falta repasar, no podemos dejar nada al azar.
Las dos nos miramos y reímos, compartiendo una última mirada de complicidad antes de salir por la puerta. La noche estaba despejada y cálida, perfecta para una salida con estilo. Mientras nos dirigíamos hacia el coche, la conversación y las risas fluían con facilidad, como si la noche prometiera ser una de las más memorables.
Al llegar al lugar de la fiesta, la música y las luces nos dieron la bienvenida. Nos sentimos como si hubiéramos entrado en un mundo diferente, lleno de energía y posibilidades. Beth y yo nos miramos, compartiendo una sonrisa de anticipación.
Con una última mirada cómplice, cruzamos la entrada, listas para disfrutar de la noche y convertirla en una experiencia inolvidable.
____Uepa, tenemos a alguien nuevo😝
Este capítulo especialmente decicado a soylesbianaquemovida y a ur_sl4v3😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘😘
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𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐔𝐒𝐈𝐂 𝐎𝐅 𝐎𝐔𝐑 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒-𝐎𝐧𝐚 𝐁𝐚𝐭𝐥𝐥𝐞
RandomOlivia, una joven con grandes sueños de convertirse en una estrella de la música, trabaja duro en sus estudios y en sus presentaciones locales, pero siempre siente que su sueño está a años luz de hacerse realidad. Un día, conoce a Ona, una talentosa...