El tiempo pasó volando, y antes de darnos cuenta, la tarde se había convertido en noche. Estuvimos tanto rato con la guitarra que perdí la noción del tiempo, disfrutando de cada pequeño momento en que veía a Olivia relajarse un poco más, habíamos pasado de la habitación al salón y los restos de la merienda seguían en la mesa cuando vi el reloj, me di cuenta de que ya era tarde, y aunque no quería irme, sabía que tenía que hacerlo.
—Creo que es hora de que me vaya —dije, con una sonrisa algo forzada. No quería que la noche terminara, no cuando Olivia y yo estábamos empezando a reconectar, cuando parecía que las cosas estaban volviendo a la normalidad, al menos un poco.
Olivia, que había estado colocando la guitarra de vuelta en su sitio, se detuvo al escuchar mis palabras. Sus ojos se alzaron hacia mí, y por un momento, parecía que iba a decir algo, pero luego se quedó en silencio, mordiéndose el labio como si estuviera debatiendo algo internamente. Sentí un leve nudo en el estómago, sabiendo que había algo más detrás de su silencio.
Finalmente, después de lo que parecieron ser minutos de incertidumbre, Olivia respiró hondo y, con una voz baja y llena de una tímida vacilación.
—Ona… ¿Te gustaría quedarte a dormir?-Preguntó bastante vergonzosa.
Su propuesta me tomó completamente por sorpresa. No por el hecho de que me lo pidiera, sino por todo lo que había pasado en los últimos días. Después de lo que había vivido, de cómo la había visto rechazar cualquier contacto físico, la idea de que me pidiera que me quedara era lo último que esperaba.
Mi primera reacción fue quedarme sin palabras, pero al ver cómo bajaba la mirada, visiblemente avergonzada por haberlo preguntado, me di cuenta de lo mucho que significaba para ella hacer esa propuesta. Era un gran paso, una señal de que confiaba en mí, de que, a pesar de todo lo que estaba pasando, aún quería que estuviera cerca.
—Olivia… —empecé, sin estar segura de cómo responder. No quería presionarla ni hacerla sentir incómoda, pero al mismo tiempo, no podía ignorar lo que acababa de pasar. Sabía que su propuesta venía del corazón, que, de alguna manera, ella necesitaba mi presencia, aunque fuera solo para dormir bajo el mismo techo.
Ella levantó la mirada, sus ojos brillando con una mezcla de nerviosismo y esperanza. Pude ver que estaba a punto de decir algo más, de intentar justificar su petición, pero antes de que pudiera hacerlo, me acerqué a ella y le tomé la mano suavemente.
—Claro que me quedo —dije, sonriéndole con sinceridad.
Al escuchar mis palabras, Olivia pareció relajarse un poco. La tensión en sus hombros disminuyó, y aunque aún se veía un poco avergonzada, pude ver un pequeño atisbo de alivio en su expresión. Ella asintió lentamente, como si estuviera asimilando que, en efecto, yo estaría allí con ella.
—Gracias —murmuró, apenas audible, pero su voz estaba llena de una calidez que no había escuchado en días.
Verla así, abriéndose un poco más, me llenó de una alegría indescriptible. Sabía que esto no significaba que todo estaba bien, que todo había sido solucionado, pero era un paso en la dirección correcta. Estaba dispuesta a estar allí para ella, de cualquier manera que necesitara.
—Vamos, es tarde —dijo Olivia finalmente, soltando una pequeña risa nerviosa. Me llevó de la mano hacia su habitación, y mientras caminábamos, no podía evitar sentirme agradecida por el hecho de que, a pesar de todo, ella seguía siendo mi Olivia. La misma que, aunque herida, estaba dispuesta a seguir adelante, y yo estaría allí para apoyarla, pase lo que pase.
Cuando finalmente llegamos a la habitación, Olivia parecía agotada, pero también aliviada por la compañía. Mientras me ofrecía una camiseta y unos pantalones cómodos para dormir, la vi quitarse la sudadera que había estado usando. El gesto fue rápido, casi automático, pero lo que vi debajo de esa prenda me hizo detenerme por un momento.
En su brazo, claramente visible, había un moratón. Era grande y oscuro, una marca evidente del agarre que había recibido. Mi corazón dio un vuelco, y una preocupación profunda me invadió. No entendía cómo Olivia había llegado a este punto, pero sabía que era algo que debía tomarse en serio. A pesar de mi deseo de preguntar, decidí no hacerlo en ese momento. No quería presionarla ni hacerla sentir más incómoda de lo que ya estaba.
Nos dirigimos a la cama, y mientras nos metíamos bajo las mantas, traté de ser lo más delicada posible, consciente de la tensión y el dolor que Olivia aún llevaba consigo. Me tumbé a su lado, tratando de ofrecerle el máximo confort.
A medida que nos acomodábamos, Olivia parecía estar luchando con sus propios sentimientos. Con un movimiento tímido, tomó mi mano, entrelazando sus dedos con los míos. Su piel era cálida, y el contacto me pareció una mezcla de alivio y tristeza.
Sonreí, aunque mi mente estaba llena de preguntas y preocupaciones no dichas. El simple hecho de que estuviera allí, de que se sintiera lo suficientemente cómoda como para tomar mi mano, era un pequeño paso hacia adelante.
-Tú me haces sentir segura-Susurró con una voz suave y llena de sentimiento.
Esas palabras, tan simples y cargadas de emoción, me hicieron sentir una oleada de ternura y determinación. Pude ver en sus ojos el deseo de creer en esas palabras, de encontrar algo de paz en medio de todo el caos.
—Estoy aquí para ti —le respondí con calma, intentando transmitirle toda la sinceridad de mis sentimientos. No podía prometer que todo sería perfecto de inmediato, pero sí que estaría a su lado, dispuesta a enfrentar cualquier cosa que viniera.
Olivia cerró los ojos lentamente, aún aferrada a mi mano. La respiración se le volvió más tranquila, y aunque sabía que la noche no resolvería todos sus problemas, era un pequeño consuelo saber que, al menos por ahora, podía ofrecerle algo de paz.
Me acomodé un poco más cerca de ella, deseando que esa noche pudiera proporcionarle el descanso que necesitaba. Mientras nos sumergíamos en el silencio, con las luces apagadas y la oscuridad envolviéndonos, sentí que estábamos construyendo un puente hacia la sanación, un pequeño paso a la vez.
____Dos capítulos felices, pero en el siguiente hay cositas🤭

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𝐓𝐇𝐄 𝐌𝐔𝐒𝐈𝐂 𝐎𝐅 𝐎𝐔𝐑 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓𝐒-𝐎𝐧𝐚 𝐁𝐚𝐭𝐥𝐥𝐞
عشوائيOlivia, una joven con grandes sueños de convertirse en una estrella de la música, trabaja duro en sus estudios y en sus presentaciones locales, pero siempre siente que su sueño está a años luz de hacerse realidad. Un día, conoce a Ona, una talentosa...