Capítulo 28: Places, places

796 48 2
                                    

CATO

Tío... ¿Qué?

-¿Sois familia? –exclamo

Clove sólo gira la cabeza un segundo para mirarme, como si de repente hubiese notado que yo estaba allí, antes de volver a centrar su atención completamente en Brutus. Noto una ola de indignación subir desde mis entrañas, pero la acallo con un gruñido y me dedico a observar el lujoso vagón en el que nos encontramos.

No aguanto más de dos minutos antes de buscar una salida para irme de aquí.

-Raw –dice Clove justo cuando creo que nadie va ya a contestarme –se pasó su vida entera lamentándose por no haber podido alcanzar la gloria a la que llegó su hermano mayor, Brutus, al ganar unos Juegos. Desde el momento en el que le pusieron la corona en la cabeza, decidió que quería lo mismo para él y, como nunca tuvo la oportunidad de competir, se obcecó en criar un chico para que fuese su vencedor particular... Algo que tampoco le llegó y por lo que, a falta de nada mejor, se quedó conmigo.

La cara de Brutus, a diferencia de la de su sobrina, expresa diversión, como si todo esto no fuese más que un espectáculo en el que se pidiese la colaboración del público.

-La verdad es que si yo hubiese tenido que elegir, habría optado por tu hermana, Clovey.

-Y él también, pero Bethany no estaba disponible. –no tarda ni un segundo en contestar, su expresión ya dura como el acero. -Así que, sintiéndolo mucho, a la que toca aconsejar este año es a mí; seguro que te lo pasas en grande decidiendo entre darle el golpe de gracia a tu hermano fastidiándome toda oportunidad o cumplir tu maldita función como mentor y ayudarme.

-¿Tu hermano? ¿Raw? ¿Cuándo has dejado de llamarle "padre", sobrinita?

Mientras ambos se retan entre sí con la mirada, comienzo a apreciar ciertos parecidos los que, de no saber su relación, quizá no habría visto: los labios finos, la nariz recta, la ceja ligeramente arqueada al gruñir el ceño... Y si soy capaz de evocar por un momento la imagen de Raw a partir de las pocas veces que nos hemos cruzado, el parentesco es muchísimo más notable.

La voz de la otra mentora, que no he reconocido en un principio y cuya presencia había quedado eclipsada por su compañero hasta ahora, surge desde la entrada, firme y directa.

-De cualquier manera chica, eso no pasará, porque tu mentora oficial voy a ser yo; creo que ya ha quedado bastante claro que juntaros no haría un favor a la imagen de ninguno de los dos. Soy Lyme, por cierto. Y vosotros eráis...

-Cato Underneath.

-Clover Ringer. Pero todo el mundo me llama...

-Clove –interrumpe Brutus con una sonrisa burlona- O Clovey, ya sabes, porque no es demasiado grande...

-Aunque sí algo peligrosa. –responde ella, mordaz -Como para considerar irse con ojo cuando esté cerca.

Pese a la supuesta frialdad con la que habla, reconozco lo que se oculta tras su mirada de hielo, quizá porque llevo observando cómo esta se fortalecía mucho, muchísimo tiempo, y más aún en los últimos meses. Le delata la mano en la cintura, donde lleva siempre al menos un cuchillo, la pierna izquierda ligeramente adelantada y el parpadeo algo más lento de lo habitual. Si fuese a mí a quien se dirigiera, apretaría los puños con toda la fuerza que pudiera, preparado para responder a la mínima señal de ataque que, seguramente, ella estaría a punto de lanzar; sin embargo, por muy tío suyo que sea, Brutus no parece conocerla tanto, porque la sonrisa imbécil sigue jugueteando en las comisuras de sus labios cuando vuelve a abrir la bocaza.

-Has cambiado desde la última vez que te vi, pequeña; si no hubiese sido por el nombre ni sabría que estaba viendo a mi sobrina subirse a la tarima este año, y menos aún si al llegar al tren me hubiese respondido a cada comentario en vez de salir corriendo a la mínima ocasión para que no se le viera hacer pucheros.

District Two (Cato & Clove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora