CON LA LUZ DEL MEDIODÍA

CAPÍTULO 65

¡Hola! Aquí va el nuevo capítulo de hoy, espero que lo disfrutes🥰🫂

El tiempo corría y yo cada día estaba menos viva, ya no podía soportarlo y empecé una etapa nueva... Una etapa de apatía profunda, sentía que me ahogaba y quería seguir haciéndolo...
Todo era ya silencio y rutina.
Los demás continuaron con sus vidas y pasaban por la mía de lejos, como si no pudiera verles las caras, eran fantasmas. O el fantasma era yo.
Pero me salvó.
Ian, me tendió su mano y me sacó del abismo de mi mente cruel.
Aquel día siempre será mi día favorito. Ian me vino a visitar a la residencia nuevamente, pero cansado de que no le abriera la puerta, fingió que era una emergencia y le pidió las llaves a la portera. Abrió la puerta cuando estaba con los auriculares puestos en el escritorio mientras hacía trabajos de la BE (lo único que hacía todos los días), y me dio un buen susto. Me obligó a salir a cenar con él. Y por primera vez en mucho tiempo, me sentía bien e incluso me reía con él.
Me di cuenta de que aunque no estuviera sola, necesitaba cambiar yo. Porque si yo no tomaba la determinación, nadie lo iba a hacer por mí, nadie me iba a obligar...
Así que, ese fue el día en el que decidí mandarlo todo a la mierda.
Y ahora en el presente, Ian y yo estamos viviendo juntos. Es un poco extraño, porque aún no somos nada, pero no hay prisa. Con él todo es calma.
El pobre duerme en el sofá mientras que yo me adueñé de su cama que ahora huele a mi colonia favorita.
Trabaja mucho como doctor, yo le ayudo mientras desahogo mis penas leyendo. Pero hoy, le estoy preparando una rica tarta por su cumpleaños y le he preparado una sorpresa.
He descubierto que amo la repostería, ¿quién lo iba a decir?...
—¡Felicidades! —grito cuando entra y le doy un abrazo.
—No era hoy... —dice serio y casi me da algo—. Es broma, muchas gracias.
—Venga, deja tu seriedad de médico hoy, ¡qué es tu cumpleaños!
—¿Y qué tiene de especial?...
—¡¿Cómo que qué tiene de especial?! ¡Todo! —exclamo y él deja sus cosas en una silla—. Vamos siéntate, que te tengo una sorpresa.
—Está bien —asiente alargando las letras mostrando falso agotamiento.
Yo me retiro a la cocina, enciendo las velas del número 26 y le canto el cumpleaños feliz. En su rostro veo...

Hasta aquí el capítulo, ya solo quedan 5 para que acabe la novelita😍✨
¡Hasta el próximo! Gracias por leer💕💕