Anabela
Ya han pasado dos meses; mi estómago se comienza a ver.
Bueno, no es tanto, pero cada vez que me baño siempre veo mi pequeño bulto.
En un mes más sabré que es si es niño o niña; la verdad no sé si quiero saber que es.
En cada una de mis citas Vladímir ha estado conmigo. Siempre se refiere a mi bebé como su bebé.
Hasta me ha dicho nombres de bebés. Es un hombre muy sorprendente.
Mi hermano me ha contado cosas de él. Me ha dicho que siempre fue un hombre muy frío, distante y solitario.
Que hasta pensaba que era homosexual, porque dice que nunca lo ha visto con una mujer.
Pero yo no he tenido la oportunidad de preguntarle ese tipo de cosas; siento que si le pregunto ese tipo de cosas es que no sé meterme en su vida privada, no sé si siento algo por él y tengo miedo a que me vuelvan a lastimar.
En estos dos meses él ha afectado algo en mí; siento felicidad cada vez que lo veo.
—Hey, hermanita —escucho la voz de mi hermano.
—Sí, qué pasa —le digo.
—Te estoy hablando, pero veo que estás bien distraída; en qué pensabas se te miraba una gran sonrisa —me dice y sonrió más.
—No lo sé, estoy algo confundida —declaró.
—¿Es por Vladímir? —preguntó.
—¿Cómo lo sabes? —le respondo con otra pregunta.
—Sé que es por él, porque él tiene la misma sonrisa de bobo que pusiste tú —me cuenta.
Se sienta a un lado de mí. Estoy en mi biblioteca leyendo.
—En serio, él pone la misma sonrisa —le digo.
—Hermanita, yo no me quiero meter, pero Vladímir es un buen hombre; si el té hace feliz, acéptalo completamente; quiero verte feliz y no importa si los veo a los dos con esa sonrisa boba, pero si eres feliz, yo soy feliz —menciona.
—¿Tú aceptas si hay algo entre nosotros? —le pregunto.
—Claro que sí, sabes, nunca te lo dije, pero él me pide permiso para acercarse a ti —me cuenta.
—¿Apoco él hizo eso? —le pregunté.
—Sí, pocos hombres hacen eso, si lo hacen es porque quieren algo bien y les importa mucho la persona —expresó.
—Hermano, qué te ha pasado, te escuchas muy cursi —le digo y sonríe.
—Si no lo sé, me gusta verte feliz —me dice.
—Bueno, ¿a qué has venido? —le pregunto.
—A sí, te tengo una sorpresa, hermanita —manifiesta.
—¿Qué clase de sorpresa? —curioseó.
—Como es una semana, vas a cumplir veintiuno, te entrego mi regalo —me dice.
Saca una pequeña caja de su saco y me la entrega. Le quitó el moño y la abrió. Veo una foto mía de niña en la playa.
—¿Qué es esto, hermano? —le pregunto.
—¿Recuerdas ese lugar? —interroga.
—Muy poco —le contestó.
—Pues sorpresa, hermanita, te llevaré a esa playa, la única playa donde fuimos como una familia —declara.
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Eres mi venganza y mi perdición
RomansaAVISO LA NOVELA TIENE CAPÍTULOS FUERTES PERSONAS SENSIBLES ABSTÉNGANSE DE LEERLA. PERO SI OPTAN POR LEERLA LES RECOMIENDO DISCRECIÓN Y SE AHORREN SUS MALOS COMENTARIOS. GRACIAS.... Mi nombres es Anabela Accardi soy la hija de un mafioso, pero mi pad...