Anabela
Estoy sentada en la enorme mesa. Me ponen el plato de comida. No me siento nada bien; mi estómago cruje.
—Dante, puedo ir al baño —pido permiso.
—Ve, pero que Sofía te acompañe y Álvaro ve con ellas —escucho lo que dice.
Me levanto de la mesa y veo que Sofía se me acerca. Salimos de la habitación y entramos al baño Sofía y yo.
Al entrar vomito en el lavado; sacando todo hasta lo que no tengo.
Después de eso me siento mejor y me limpio la boca con agua. Volteo hacia Sofía que me mira con una expresión rara.
—¿Qué pasa, Sofía? —Le pregunto.
—Disculpe la pregunta; ¿pero desde cuándo siente náuseas? —me interroga Sofía. Su pregunta me saca de onda.
—No lo sé como dos semanas después de que regresamos de Sicilia, ¿por qué? —le digo y la miro atentamente.
—Otra pregunta, ¿cuándo tuvo su periodo?
Comienzo a pensar cuando fue mi último periodo; hago cuentas.
—No he tenido mi periodo —le respondo con asombro.
—Señorita, ¿cuándo fue la última vez que estuvo con el señor Dante? —continúan el interrogatorio.
—Fue en Sicilia —digo, pero me está preocupando.
—Señorita... —No la dejo terminar.
—Ya dime, Sofía, ya me cansé de tus preguntas —le digo un poco molesta.
—A lo que tengo entendido, su madre murió cuando usted era un bebé, así que no tuvo a nadie que le dijera que lo que usted siente puede ser que usted esté embarazada —me suelta todo de golpe.
—¡QUE! Eso no puede ser posible —le digo y comienzo a entrar en pánico.
Empiezo a comerme las uñas por los nervios y el miedo.
—Tranquilícese, yo buscaré la forma de conseguir una prueba de embarazo y saldremos de dudas; por el momento hay que fingir que no pasa nada —me dice Sofía muy tranquilamente.
Alguien comienza a tocar la puerta.
—Si no salen dentro de 5 minutos, tumbaré la puerta —advierte Álvaro del otro lado de la puerta.
—Ya vamos... —gritó Sofía y volteó a verme—. Mantén la calma y actúa normal —dice Sofía.
Salimos del baño y regresamos al comedor.
********
Estoy tirada en un charco de mi propia sangre.
Comienzo a sentir mucho frío. Veo algo borroso, que alguien entra. Siento que alguien me levanta de donde estoy; percibo mi colchón.
Siento que me inyectan algo; comienzo a recobrar un poco más la conciencia.
Veo a un hombre un poco mayor, noto que ha sacado muchos frascos, no sé qué son.
Vierte uno en un pañuelo y me lo pone en las piernas, brazos, cuello y cara.
—Awwww —gritó de dolor. Eso arde.
—Estará bien, doctor —escucho la voz de Sofía.
—Si las heridas no se infectan, tal vez sobreviva —escucho que dice el hombre.
Yo solo siento como pone cosas en mi piel; después siento que me está envolviendo.
No sé cuánto tiempo lleva ese hombre aquí.
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Eres mi venganza y mi perdición
RomanceAVISO LA NOVELA TIENE CAPÍTULOS FUERTES PERSONAS SENSIBLES ABSTÉNGANSE DE LEERLA. PERO SI OPTAN POR LEERLA LES RECOMIENDO DISCRECIÓN Y SE AHORREN SUS MALOS COMENTARIOS. GRACIAS.... Mi nombres es Anabela Accardi soy la hija de un mafioso, pero mi pad...