Frustrada

153 12 0
                                    

Ava

Después de rogarle a Vladímir y poner todos mis encantos en la mesa, simplemente me rechaza; estoy totalmente enojada.

—Ja, ja, ja, perdiste tu toque, Ava —escucho la voz de Fabio burlándose de mí porque él vio todo—, pero me causó más risa cuando te arrojo al piso como costal de papas.

—Ya cierra tu puta boca, Fabio, que no es para nada gracioso; necesito tener más información sobre ese hombre, así que dame todo el informe que tienes de la investigación —lo regaño en todo de exigir.

Veo que se acerca a su computadora y la enciende.

—Bueno, ahí algo que se me hizo raro durante la investigación —me dice dejándome en suspenso.

—¿Dime qué es? —Le preguntó molesta; este hombre me desespera.

—Verás, Vladímir hace unos meses se casó con la chica que me contaste y a lo que investigue ella casi va a tener a ese bebé —me cuenta, eso me confunde.

—Y eso que tiene que ver, eso ya lo sé —le digo regañándolo.

—Lo raro es que según los meses de embarazo que tiene y para la fecha que me diste de cuando ella salió del club, ese bebé no puede ser de Vladímir —declara.

—Pues no veo porque no si ella... Mierda no puede ser —digo y eso me enoja y me frustra.

—¿Qué pasa?

—Mira, esa chica fue amante de Dante, cuando busqué a Dante, ella estaba embarazada y según yo me hice cargo de eso provocando que lo abortara, pero es imposible a menos que estuviera embarazada de dos, entonces ese bebé es de Dante. Porque solo así concuerdan las fechas y los meses que tiene de embarazo —le digo.

—Estás segura de eso, porque eso en vez de ser una ayuda va a hacer un problema —agregó.

—¿Por qué lo dices?

—Porque me acaban de informar ayer que Dante está aquí en Rusia y si te encuentra, olvídate de tu plan y si sabe de ese bebé, estás muerta —me dice.

—¡Como que Dante está aquí en Rusia! Pero cómo pudo encontrarme —pienso un momento—, Silvana, esa perra debió de delatarme.

—Piensa en algo rápido —expreso.

—¡Cállate! —le gritó furiosa.

Debo de pensar en algo; no debo dejar que Dante me atrape; si lo hace, será mi muerte segura. Estoy segura de que Silvana ya le contó todo lo que pasó con esa niña.

—¿Quiero saber cuándo irá de nuevo Vladímir al club? Necesito tener otra oportunidad; sé que la siguiente lo atraparé —le digo decidida.

—Según mis contactos en unas semanas estará de nuevo en el club, pero es tu última oportunidad —me recuerda.

—Entonces en unas semanas él tiene que caer ante mis encantos; no permitiré que ese hombre me rechace —digo.

Vladímir

Han pasado unas semanas. Estoy con Any en la habitación que preparamos para que la doctora la reciba y donde ella tendrá el parto.

Estoy realmente emocionado; en menos de unas semanas nacerá mi niña hermosa, bueno, eso dice la doctora.

Según la doctora, mi Any tiene como treinta y seis o treinta y siete semanas de embarazo.

—Bien, señora Antonova, el bebe está muy bien y se está acomodando como debe. La bebé puede nacer en las próximas semanas o los próximos días, así que vendré para la otra semana. Señor Antonov, deben de estar tranquilos, pero atentos —me dice la doctora.

Eres mi venganza y mi perdición Donde viven las historias. Descúbrelo ahora