RUSLANA Y TN OT2023 | LO MEJOR QUE ME HA PASADO NUNCA

yo nunca nunca

El viernes por la noche, Madrid brillaba con luces y promesas de diversión. Tú estabas en tu habitación, enredada en un dilema con dos vestidos sobre la cama. El mensaje de Kiki todavía daba vueltas en tu cabeza:

"Tn, salimos esta noche. Encuentro triunfitero, ya sabes. Vente conmigo, te pones guapa y lo pasamos bien. Nada de excusas."

Al principio habías pensado en decir que no. Sabías que Ruslana estaría allí, y el simple hecho de imaginar su presencia te provocaba una mezcla de incomodidad y nervios que no querías admitir ni siquiera a ti misma. Pero Kiki había insistido, como siempre.

- Anda, Tn, no es para tanto. Además, no irás sola, estaré contigo todo el rato. Qué puede pasar? - te había dicho, poniéndote esa carita convincente que usaba cuando quería algo.

- No lo sé... - habías empezado, pero Kiki no te dejó terminar.

- Nada de no sé. Te arreglas, sales y, si no lo pasas bien, me lo echas en cara todo el tiempo que quieras. Para eso somos mujeres, no?

Así que ahí estabas, mirando los vestidos como si fueran responsables de todo el drama en tu vida. Sabías que terminarías yendo, pero seguías dándole vueltas, como si eso pudiera cambiar algo.

- Por qué aceptaré siempre estas cosas...? - murmuraste para ti misma.

Finalmente, optaste por uno negro ajustado, sencillo pero elegante, que siempre había sido tu comodín en noches como esta. Mientras te maquillabas, trataste de no pensar demasiado en quién estaría allí. Al fin y al cabo, era solo una noche más, no?

Kiki te esperaba en el salón, revisando algo en su teléfono cuando saliste de tu cuarto. Al verte, silbó con aprobación.

- Mira qué guapa mi amiga. Vas a arrasar.

Rodaste los ojos, aunque no pudiste evitar sonreír un poco.

- Ya veremos. Qué tal tú? Lista?

- Por supuesto. Vámonos.

El uber os dejó frente a uno de los clubes más populares de la ciudad. La música se escuchaba desde la calle, y una pequeña cola de gente esperaba para entrar. Kiki, siempre segura de sí misma, te guió hacia la entrada sin dudar.

Dentro, el ambiente era eléctrico. Las luces de colores bailaban al ritmo de la música, y el lugar ya estaba abarrotado de gente. En una de las mesas reservadas, pudiste ver a los demás: Violeta, Juanjo, Denna, Alex, Bea y Álvaro estaban allí, charlando animadamente. Martin estaba en el centro, riéndose de algo que Denna le decía.

Y, por supuesto, Ruslana también estaba allí. La viste casi de inmediato, con su melena pelirroja, esta vez ondulada. Estaba apoyada contra la mesa, hablando con Álvaro, pero sus ojos se desviaron hacia ti por un instante. Apartaste la mirada rápidamente, como si no la hubieras visto.

Kiki te dio un leve codazo, sonriendo como si todo fuera perfecto.

- Vamos, vamos. Que no muerden.

Te uniste al grupo, fingiendo normalidad mientras saludabas a todos. Ruslana te dirigió un leve asentimiento, que devolviste con la misma formalidad. Por un momento, sentiste que el aire se hacía más denso a tu alrededor, pero lo ignoraste.

La noche acababa de empezar, y estabas decidida a disfrutarla, aunque fuera a pesar de ti misma.

Mientras tú te unías a Bea y Violeta, Kiki aprovechó la oportunidad para escabullirse. Cruzó la sala con determinación hasta llegar a la barra, donde Martin estaba apoyado con aire despreocupado, sosteniendo lo que parecía un batido de cacao.

- Todo listo? - le preguntó Kiki en cuanto estuvo frente a él, cruzando los brazos con un aire de complicidad.

Martin dio un sorbo largo a su batido antes de responder, dejando que el silencio hiciera su trabajo.