RUSLANA Y TN OT2023 | LO MEJOR QUE ME HA PASADO NUNCA

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Los días pasaron más rápido de lo que esperabas, y antes de que te dieras cuenta, todo estaba listo para marchar hacia Zaragoza. Estabas en tu habitación, observando la maleta abierta sobre la cama, cuando la voz de Kiki resonó desde el pasillo.

- Has llamado ya a tu padre?

Te tensaste. Habías estado evitando ese momento, pero sabías que ya no podías posponerlo más. Suspiraste y cogiste el móvil, sintiendo el peso del mundo en tus manos.

- Voy a hacerlo ahora.

Kiki te miró con una mezcla de preocupación y apoyo antes de marcharse, dejándote sola para enfrentar esa llamada. Te sentaste en la cama, marcando el número que conocías de memoria, aunque hacía meses que no lo usabas.

El tono de llamada pareció eterno, y justo cuando pensaste que iba a ir al buzón de voz, él contestó.

- Diga?

- Papá... soy yo. - Tu voz sonó más débil de lo que querías.

Hubo un silencio incómodo al otro lado de la línea antes de que él hablara.

- Oh. Tn. Qué pasa?

Te aclaraste la garganta, intentando sonar más segura.

- Nada malo. Solo quería avisarte de que voy a estar en Zaragoza dentro de unos días.

Otro silencio, más largo esta vez. Finalmente, su voz llegó, esta vez con un tono más interesado, aunque no del todo sincero.

- Ya veo... Y qué tal? Cómo te va en Madrid? Has conocido a alguien?

La pregunta te tomó por sorpresa, y aunque te alegró el gesto, había algo en su tono que no terminaba de cuadrar. Aun así, respondiste con una leve sonrisa.

- Bueno, he conocido gente... pero nada serio, papá. Estoy bien.

Él soltó un sonido ambiguo, como si no estuviera realmente interesado en la respuesta.

- Ah, ya. Bueno, si algún día pasa algo importante, supongo que me enteraré. - Su voz era tan distante que sentiste cómo esa pequeña ilusión que habías tenido se desvanecía por completo.

Antes de que pudieras responder, continuó con otro comentario, esta vez más directo:

- Por cierto, tienes aquí desde marzo ese bolso que te envió la tal Ruslana.

El aire pareció congelarse por un instante.

- Qué? - preguntaste, intentando procesar lo que acababa de decir.

- Un bolso. Me llegó un paquete a tu nombre, y dentro había una nota o algo. No la abrí, pero supuse que era de esa chica.

Te mordiste el labio, sintiendo un nudo en el estómago. Te habías olvidado por completo de ese bolso y de todo lo que conllevó.

Recordaste la fiesta en Madrid, cómo te cuidó cuando habías bebido de más por tu confusión con Kiki, cómo trataste de liarte con Omar y ella te apartó para evitarte un problemón, cuando te dejó dormir en su casa y llevabais un pijama a juego sin querer, cómo te registró el bolso sólo por conseguir tu dirección y enviártelo... cómo empezaste a dejar de odiarla y empezar a quererla después de ese fin de semana.

- Tn? - Dijo tu padre, sin paciencia, sacándote de tus pensamientos.

- Ah... vale. Lo recogeré cuando vaya.

- Perfecto. Ya que vas a estar aquí, aprovecha para llevarte tus cosas.

El cambio de tema fue tan brusco que te dejó momentáneamente descolocada.