RUSLANA Y TN OT2023 | LO MEJOR QUE ME HA PASADO NUNCA

es increíble

Abriste los ojos despacio, sintiendo el calor del cuerpo de Rus aún contra el tuyo. Ella dormía profundamente, con un brazo sobre tu cintura y el cabello despeinado cayéndole por la cara. No podías evitar sonreír al verla tan tranquila, completamente opuesta a la intensidad de la noche anterior.

Suspiraste, intentando mover el brazo que tenías atrapado bajo su cuerpo, pero en cuanto hiciste el más mínimo movimiento, Rus murmuró algo ininteligible y te abrazó más fuerte.

- Dónde crees que vas? - murmuró con la voz ronca del sueño, sin abrir los ojos.

- Rus, tengo que irme a casa - respondiste en voz baja, acariciándole el brazo para intentar que te soltara.

Ella frunció el ceño, medio dormida todavía.

- A casa? Otra vez huyendo de mí?

Te mordiste el labio para no reírte.

- No estoy huyendo, pero llevo dos días sin pasar por casa. Además - dijiste, girándote para mirarla - tengo examen esta semana, y ni siquiera he abierto los apuntes.

Rus abrió un ojo, evaluándote, antes de suspirar y soltar el abrazo.

- Examen... Siempre tienes una excusa.

- No es una excusa, es la universidad, por desgracia.

- Claro, la universidad - replicó, dándose la vuelta para quedar de espaldas a ti, pero su tono tenía ese deje juguetón que empezabas a reconocer.

- Deja de hacerte la ofendida - le dijiste, levantándote de la cama y buscando tu ropa.

- No estoy ofendida. Solo un poco decepcionada.

Te giraste para mirarla, encontrándote con esa sonrisa perezosa que tanto te desarmaba.

- Eres imposible, te lo he dicho alguna vez? —dijiste, poniéndote los vaqueros.

Rus se encogió de hombros, sentándose finalmente en la cama.

- Pero te gusta.

- Discutible - murmuraste, pero ella se rio, claramente sin creerte.

Poco después, ambas estabais en la cocina. Rus preparaba café mientras tú untabas mantequilla en una tostada. Era extraño lo rápido que todo empezaba a sentirse cómodo entre las dos, como si esta rutina fuera algo habitual.

- Te vas directa a estudiar? - preguntó, mientras dejaba una taza frente a ti y se sentaba al otro lado de la mesa.

- Sí, tengo que ponerme seria. Ya me he saltado demasiadas clases por el ensayo y... otras cosas.

Ella respondió con una sonrisa que conocías demasiado bien.

- "Otras cosas", eh?

- No empieces - dijiste, dándole un mordisco a la tostada para evitar contestar.

El desayuno transcurrió tranquilo, con algún que otro comentario de Rus para provocarte y tu intento de mantenerte seria, aunque no podías evitar reírte de vez en cuando. Finalmente, te pusiste en pie, recogiendo tu bolso.

- Me voy - dijiste, girándote hacia ella.

Rus te observó desde la silla, apoyada en el respaldo con esa expresión relajada y confiada.

- Nos vemos luego - dijo simplemente, aunque había algo en su tono que te hacía sentir que la conversación no terminaba ahí.

Al llegar a tu piso, notaste el silencio habitual del edificio, pero en cuanto abriste la puerta, una risa conocida llegó desde la cocina. Caminaste hacia allí, dejando tu bolso en el sofá, y te encontraste a Kiki y Violeta desayunando tranquilamente.