El médico entró en la habitación después de un suave golpe en la puerta. Tú estabas sentada en la cama, con Ruslana al lado sujetándote la mano, como había hecho desde que todo esto empezó.
- Bueno, señorita Tn, ya tenemos los resultados - anunció el doctor con una media sonrisa tranquilizadora - Lo que tiene es una infección bacteriana bastante severa. No es apendicitis, así que no vamos a necesitar operar, pero sí es una bacteria que provoca mucho dolor y necesitamos mantenerla controlada.
Suspiraste aliviada al escuchar que no habría necesidad de cirugía, pero la expresión del médico te hizo mantenerte atenta.
- Requiere tratamiento con antibióticos fuertes. Por eso le recomiendo que se quede en el hospital unos días. No solo para tratar la infección, sino también para que podamos manejar el dolor, que será imposible de soportar sin calmantes.
Miraste a Ruslana, quien todavía tenía tu mano entrelazada con la suya, y luego volviste al médico.
- Está bien, me quedaré aquí el tiempo necesario - aceptaste, con tranquilidad.
Ruslana te apretó la mano con más fuerza y luego se giró hacia el médico.
- Gracias. Si necesitan algo, yo estaré aquí, no me voy a mover de su lado.
El médico asintió y se despidió, dejando que procesarais la noticia. Ruslana te miró, con esa seriedad que solo sacaba en situaciones importantes.
- Lo digo en serio, Tn. Aquí voy a estar, aunque tenga que dormir en este sillón de porquería cada noche. No me importa.
Le sonreíste, sintiéndote mucho más tranquila con su presencia constante.
Pasasteis el día juntas, con pequeños momentos de separación cuando te llevaban a hacer pruebas o a consulta con algún especialista. Ruslana aprovechaba esos instantes para bajar a la cafetería o salir al pasillo a tomar aire. Pero en cuanto volvías a la habitación, ella ya estaba ahí.
Por la tarde, Kiki volvió a llamar para asegurarse de que todo estaba bien. Ruslana se encargó de responderle mientras tú descansabas un poco, agotada por los calmantes.
Cuando llegó la noche, Rus se acomodó en el incómodo sillón de la habitación, que ya había comenzado a destrozarle la espalda. La escuchaste gruñir en voz baja mientras intentaba encontrar una posición decente, y no pudiste evitar soltar una risa suave.
- Te quejas como si fuera el peor sitio del mundo - bromeaste con voz cansada.
- Porque lo es - respondió ella, haciéndote sonreír. Luego se inclinó hacia ti y te dejó un beso en la frente - Pero vale la pena si es por ti. Ahora duerme, mañana será mejor.
Obedeciste, cerrando los ojos mientras Rus te miraba, asegurándose de que estuvieras cómoda antes de apagar las luces. Aunque el día había sido largo y agotador, te dormiste con una calma que solo Ruslana podía darte.
En mitad de la noche, Ruslana se removió incómoda en el sillón, despertando por un sonido suave pero constante. Alzó la vista y vio que eras tú, murmurando algo entre quejidos. Tu rostro estaba contraído, claramente por dolor, aunque seguías dormida. Rus se levantó rápidamente y comprobó el gotero. Estaba vacío.
- Mierda... - susurró, mirando hacia la puerta. No quería despertarte. La única opción era buscar a alguien que pudiera recargar el calmante.
Abandonó la habitación con pasos apresurados, mirando de un lado a otro por los pasillos semioscuros. Siguió avanzando hasta que encontró una sala con la puerta entreabierta. Supuso que quizás allí podría haber algún médico, así que entró sin pensarlo mucho.
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RUSLANA Y TN OT2023 | LO MEJOR QUE ME HA PASADO NUNCA
FanfictionTn y Chiara son compañeras de piso después de que tn decidiera ir a Barcelona para estudiar psicología por llevarle la contraria a su padre, un abogado zaragozano de gran éxito.