no es tan sencillo

556 39 8
                                    

Tú te acomodaste junto a la barra, pidiendo un agua para calmar un poco el calor que sentías, aunque no estabas segura de si era por el ambiente o por la mirada de Ruslana, que seguía clavada en ti desde el otro lado del salón. Se había apoyado de espaldas en una columna, con un vaso en la mano, y parecía completamente relajada, pero la intensidad de sus ojos hacía que te sintieras desnuda, incluso en medio de toda aquella gente.

- Ven aquí - susurró apenas moviendo los labios, pero lo suficiente para que entendieras el mensaje.

Rodaste los ojos, intentando hacerte la indiferente, pero un pequeño empujón de alguien detrás de ti terminó por obligarte a acercarte.

- Qué pasa? - preguntaste cuando estuviste a su lado.

Ruslana bajó la mirada a tu vaso de agua.

- Agua? Qué prudente siendo tú.

- Tienes algún problema con que quiera mantenerme consciente?

- No. Solo me pregunto cuánto más vas a seguir fingiendo que no quieres repetir lo de antes. Ahora la que se hace la dura eres tú.

Te atragantaste un poco con el agua, tus ojos se abrieron de golpe, y Ruslana soltó una pequeña risa. Antes de que pudieras responder, se inclinó hacia ti, con una proximidad que puso todo tu cuerpo en alerta.

- Por cierto - murmuró junto a tu oído, con una voz tan baja que casi se perdió entre la música - Me debes un round, que lo sepas.

El vaso tembló un poco en tu mano, y tu mente volvió al caos del baño, al calor de su piel, a la manera en la que te había hecho perder completamente el control.

Pero no tuviste tiempo de responderle nada porque, como siempre, el universo conspiró para sacarte del momento.

- Otra ronda de chupitos, venga! - gritó Juanjo desde la barra, levantando una bandeja con varios vasos en alto.

Ruslana se enderezó con una sonrisa divertida y se dirigió hacia el grupo, dejándote ahí, todavía procesando lo que acababa de decirte. Tu única opción fue seguirla, porque si algo quedaba claro esa noche, era que Ruslana sabía perfectamente cómo hacerte enloquecer, y tú, por más que quisieras, no podías resistirte.

La música marcaba un ritmo pegajoso, uno que invitaba a moverse sin pensar demasiado, y eso hacías. Bailabas. Por un rato conseguiste dejar todo lo demás en pausa. El alcohol ayudaba, claro, pero también el simple hecho de estar rodeada de tantas personas, de risas y cuerpos moviéndose al mismo tiempo.

Ruslana había estado bailando cerca de ti toda la noche, lo suficientemente cerca como para que sus manos rozaran las tuyas en algunos momentos, o para que sintieras su mirada cuando girabas sobre tus talones. Pero no te habías atrevido a mirarla directamente. No del todo.

Sin embargo, en algún momento, el grupo a vuestro alrededor se dispersó, y te quedaste a solas con ella en el centro de la pista. O eso parecía, porque el resto del mundo se había difuminado.

- Cansada ya? - te preguntó, inclinándose para que pudieras escucharla por encima de la música.

- De ti o de bailar? - respondiste, medio en broma.

Ruslana sonrió, una sonrisa de esas que siempre te hacía sentir un nudo extraño en el estómago.

- De ambas cosas.

Antes de que pudieras responder, se acercó un poco más, acortando la distancia que ya era mínima. Podías sentir el calor de su cuerpo, su perfume mezclado con el tuyo, y por un momento pensaste que solo estaba jugando como siempre, con ese tono provocador que tenía grabado a fuego.

RUSLANA Y TN OT2023 | LO MEJOR QUE ME HA PASADO NUNCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora