resaca y bizcocho

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El sonido del móvil vibrando en la mesilla te despertó. Parpadeaste un par de veces, tratando de enfocar la vista mientras el eco de un dolor sordo se asentaba en tu cabeza. No sabías qué hora era, pero la luz que se colaba por la ventana te decía que habías dormido más de lo que pensabas.

Te diste cuenta de que había alguien a tu lado antes de girarte. El peso de un brazo descansaba sobre tu cintura, y el suave murmullo de su respiración te resultó demasiado familiar. Cuando giraste el rostro, ahí estaba Ruslana, aún dormida, con el cabello desordenado y la expresión tranquila.

Tu primera reacción fue llevarte una mano a la frente, intentando recordar cómo habías terminado allí, pero nada venía con claridad. Solo fragmentos: risas, música, su sonrisa iluminada por las luces del local... y después, un salto al vacío en tu memoria.

Suspiraste, aunque una parte de ti se sintió en paz al verla ahí. Al menos, sabías que estabais bien ahora.

- Buenos días - murmuró Ruslana, sin abrir los ojos pero con una pequeña sonrisa dibujándose en su rostro.

- Qué pasó anoche? - preguntaste en un susurro, sintiendo cómo el calor te subía al rostro.

- Nada que tengas que lamentar - respondió, abriendo un ojo para mirarte con picardía - Bueno, a no ser que te arrepientas de besarme como si se acabara el mundo en mitad de la pista.

Te llevaste las manos a la cara, dejando escapar un gemido de vergüenza mientras ella reía suavemente.

- Tranquila, fue bonito.

Se incorporó lentamente, estirándose antes de pasarse una mano por el cabello. Tú la imitaste, tratando de ignorar la sensación de incomodidad por no recordar nada más allá de esos flashes.

Cuando ambas salisteis al pasillo, la puerta de la habitación de Kiki se abrió justo en ese momento. Kiki salió primero, con la camiseta del pijama al revés y el cabello alborotado.

- Buenos días - dijo, pero su tono sarcástico ya te hizo sospechar.

Antes de que pudieras responder, otra figura apareció detrás de ella. Violeta asomó la cabeza, intentando acomodarse una camiseta mientras te dedicaba una sonrisa tímida. Os fijasteis en que su maquillaje estaba completamente corrido, dándole un aspecto aún más destrozado. Ruslana soltó una carcajada, y tú te llevaste la mano a la boca, tratando de contener la risa.

- A vosotras tampoco os ha ido mal, no? - dijo Kiki mirando primero a una y luego a la otra.

- Parece que hemos tenido una noche movida todas - respondió Rus, alzando una ceja mientras tú tratabas de no morir de la vergüenza.

Al final, todas terminasteis riendo juntas en el pasillo, como si la tensión de ese mal despertar se hubiera desvanecido por completo.

Después de que cada una se duchara y se cambiara, acabasteis sentadas en el salón, discutiendo qué pedir para comer.

- Pizza - dijo Kiki sin pensarlo dos veces.

- No - intervino Ruslana, cruzándose de brazos.

- China? - propuso Violeta, mirando a las demás con una sonrisa conciliadora.

Al final, todas estuvieron de acuerdo, y tú te ofreciste a hacer el pedido desde tu móvil. La comida llegó rápido, y el resto de la tarde pasó entre bromas, anécdotas de la noche anterior y un ambiente que, aunque relajado, tenía algo diferente, algo que te hacía sentir que las cosas estaban cambiando.

Mientras las demás hablaban, Rus te lanzó una mirada desde el otro lado de la mesa. Fue breve, pero cargada de significado, como si quisiera recordarte que lo de anoche no se quedaría solo en un recuerdo borroso.

RUSLANA Y TN OT2023 | LO MEJOR QUE ME HA PASADO NUNCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora