RUSLANA Y TN OT2023 | LO MEJOR QUE ME HA PASADO NUNCA

quiero quedarme

Llegaste a su puerta sin pensarlo demasiado, como si tus pies hubieran decidido por ti. Durante los últimos dos días, su rostro no había salido de tu mente, junto con las palabras que dejó al aire, las que te pesaban como piedras.

Dudaste antes de tocar. Tenías miedo de lo que pudieras encontrar al otro lado, pero al final, golpeaste suavemente la madera.

No pasaron ni dos segundos cuando la puerta se abrió. Ruslana estaba ahí, con el cabello recogido en un moño improvisado y ropa cómoda.

- Tn... qué haces aquí?

- Necesito hablar contigo - respondiste con sinceridad, sintiendo el peso de tus palabras incluso antes de pronunciarlas.

Ella te observó un momento antes de hacerse a un lado, permitiéndote entrar.

La casa estaba tranquila, en un silencio que te pareció extraño viniendo de alguien como Ruslana. Caminaste hacia el salón, donde te sentaste en el borde del sofá mientras ella se quedaba de pie, mirándote con los brazos cruzados.

- Y bien? - preguntó finalmente.

- Quiero aclarar las cosas - dijiste, nerviosa pero decidida. - Me pediste claridad y quiero intentar dártela.

Ruslana soltó una risa seca, aunque no parecía divertida.

- Ahora? Después de todo lo que pasó.

- Sí, ahora.

Hubo un momento de silencio, uno que se sintió más largo de lo que realmente fue. Finalmente, ella se dejó caer en el sofá frente a ti, con la mirada fija en el suelo.

- Escucha, Rus... lo del otro día... lo siento.

- Por qué exactamente? - levantó la mirada para encontrarte. Sus ojos estaban cargados de una mezcla de emociones que te hizo estremecer.

- Por reaccionar así. Por no ser clara contigo. Por no... - te detuviste, buscando las palabras - ...por no saber manejar todo esto.

- Y qué es "todo esto"? - su voz era suave, pero también dolida.

- No lo sé. Eso es lo que intento descubrir. Pero sé que no quiero que tú... que tú pienses que no me importas. Porque me importas mucho. Mucho más de lo que parece.

Ella alzó una ceja, su expresión cambiando ligeramente.

- Entonces por qué actúas como si quisieras huir de mí todo el tiempo?

Tragaste saliva. Sabías que tenía razón, y eso era lo más difícil de admitir.

- Porque... - suspiraste, cerrando los ojos un momento antes de mirarla directamente - Porque nunca me había sentido así antes, y no sé qué hacer con ello.

Ruslana te observó en silencio durante un momento, pero sus ojos lo decían todo: estaba dolida, frustrada, como si llevara días acumulando un peso que no sabía cómo soltar.

- A mí lo que me duele - empezó, su voz más baja de lo habitual - es que yo me haya abierto contigo, sabiendo lo que me cuesta confiar en alguien nuevo, y tú no puedas hacer lo mismo conmigo, lo entiendes?

La culpa te atravesó el pecho como un rayo, pero sacudiste la cabeza, queriendo explicar tu punto de vista.

- No es que no confíe en ti o no pueda abrirme contigo, ese no es el problema.

Ruslana soltó un bufido, como si lo que acababas de decir no tuviera sentido.

- Entonces, cuál es? Porque esto es como hablar con una pared, Tn.

Eso fue suficiente para encenderte. Algo dentro de ti explotó, y las palabras empezaron a salir antes de que pudieras detenerte.

- No entiendo por qué te tiene que importar tanto, de verdad. Es que no puedes aceptar que no tengo todo esto resuelto? Por qué siempre tienes que presionarme tanto?