un impulso

673 40 47
                                    

Caminasteis hacia el baño en silencio, pero cada paso parecía más pesado con la tensión en el aire. Ruslana iba ligeramente delante, tambaleándose. Aunque intentaba caminar recta, cada movimiento parecía un desafío

- Estás bien? - preguntaste, siguiéndola de cerca mientras veías cómo tropezaba con una baldosa que ni siquiera estaba levantada.

Ella se giró para mirarte, apoyándose en la pared con una sonrisa de diversión.

- Perfeccctaa - respondió, aunque su tono arrastrado y la forma en que casi perdió el equilibrio decían otra cosa.

Al llegar al baño, Ruslana abrió la puerta con demasiada fuerza, haciendo que esta chocara contra la pared. El ruido resonó en el pequeño espacio mientras la puerta se cerraba lentamente tras vosotras, aislándoos del ruido del grupo.

Ruslana se apoyó contra el lavabo, mirándose en el espejo con una sonrisa torcida y su camisa semitransparente pegada al cuerpo por el calor.

- Qué estamos haciendo aquí? - preguntó, sus palabras entremezcladas con una risa baja y despreocupada.

- Cumpliendo el reto, supongo - contestaste, cruzándote de brazos mientras intentabas no fijarte demasiado en cómo la tela negra dejaba entrever más de lo que querías admitir.

Ella se giró hacia ti, ladeando la cabeza con una intensidad que hizo que se te secara la garganta.

- Y tú? - dijo, sus ojos clavándose en los tuyos como si quisiera atravesarte. - Por qué nunca te niegas a nada? Podríamos haber hecho el castigo y ya está, poniéndolo Martin no sería para tanto

- Yo? - replicaste, alzando las cejas, intentando ignorar la electricidad en su mirada. - Creo que eres tú la que no sabe decir que no.

Ruslana soltó una carcajada suave, empujándose del lavabo con un movimiento lento y calculado mientras se acercaba peligrosamente a ti.

- Eso lo admito... - murmuró, y sin previo aviso, deslizó su mano hasta tu cintura.

Tu cuerpo se tensó al instante, el calor de su palma a través de la tela hizo que tus nervios se encendieran. Intentaste retroceder, pero ya estabas contra la pared.

- Qué estás haciendo? - preguntaste en un susurro entrecortado, tu voz traicionándote.

- Nada... - respondió ella, con una sonrisa que no tenía nada de inocente. Su pulgar comenzó a trazar pequeños círculos contra tu cadera, mientras su rostro se inclinaba hacia el tuyo. - Pero me divierte cómo reaccionas.

- Ruslana... - intentaste decir, pero tu respiración se cortó cuando su otra mano se apoyó en la pared junto a tu cabeza, atrapándote por completo.

- Qué pasa? Estás nerviosa? - preguntó en un tono que era casi un susurro. Sus labios estaban tan cerca de los tuyos que podías sentir su aliento, cálido y ligeramente impregnado de alcohol.

El torbellino en tu pecho se intensificó, y por un momento pensaste en apartarla, en detenerla. Pero su sonrisa provocadora, sus dedos que apenas rozaban tu cintura, y la intensidad en su mirada terminaron con cualquier resistencia que tuvieras.

- Sabes qué? - dijiste pasando la mano por su cuello - A la mierda todo - mascullaste antes de lanzarte hacia ella, atrapando su rostro entre tus manos y besándola de golpe.

El contacto fue casi agresivo, cargado de la tensión acumulada entre ambas. Ruslana se tambaleó ligeramente, sorprendida, pero no tardó en corresponder con igual intensidad, con sus manos aferrándose a tus caderas mientras te empujaba más contra la pared.

El mundo desapareció. Ya no había música, ni risas del grupo, ni el eco del baño. Solo estaban tus labios contra los suyos, tus dedos enredándose en su cabello, y el latido frenético de tu corazón resonando en tus oídos.

RUSLANA Y TN OT2023 | LO MEJOR QUE ME HA PASADO NUNCADonde viven las historias. Descúbrelo ahora