—Tracy, tienes que abrir más ese escote.
Mi amiga Charlotte a veces resulta muy intimidante.
Disfruto su compañía, sólo que puede llegar a darme miedo la manera que tiene de cambiar su forma de ser con tal de encajar en algún grupo que le consiga novio.
Ella es mi Sector de Noticias: me comunica lo que hay más allá de mi biblioteca virtual, las apps de mi móvil o las boybands que suenan en mi playlist.
—Tienes un corazón enorme—dice mientras acomoda el cuello de mi camiseta-, pero debes dejarlo salir—y suelta los primeros tres botones.
—¡Hey!—me libero de sus manos y cubro lo mío nuevamente—. Deberías dejarme lucir mi estilo. Si alguien se fija en mí, será por lo que soy y no por lo que debería ser.
—Bla, bla, bla...
Me vuelvo a prender dos de los tres botones liberados y mi amiga deja escapar un resoplido.
A continuación, como si no pudiere ser peor, Lottie (apodo con tono afectuoso) baja la mirada por accidente y en ese momento repara en mis jeans sueltos color negro. Esta vez, me mira con expresión de enojo.
—Está bien—le digo, cediéndole el paso a mi armario—. Sólo procura elegir algo que no sea corto. Sabes que detesto mis piernas.
—Como todas—murmura contenta por mi permiso de pasar al guardarropa. Mientras revuelve prendas, añade—: La diferencia la haces en la actitud que tienes para llevarlas.
—¿A las piernas? —murmuro.
—Exacto.
Le echo un vistazo a las suyas con algo de envidia y molestia por lo que acaba de decir.
Comprendo a qué se refiere pero hay diferencias tajantes entre su cuerpo y el mío. Ambas tenemos una altura media aunque la suya es de diez centímetros mayor que yo. Mido un 1,64 y mi peso incluso es mayor aunque no muy exacerbado.
«Gordita», «Rellenita» suelen ser los términos "afectuosos" con los cuales se refiere la gente para hablar de las personas como yo. Diez kilos demás no son la gran cosa, por eso no llego a rótulos más crueles.
—Perfecto—dice al sacar un jean mío que no veía hace tiempo. Es azul y con roturas en los muslos.
—¡Eso es de hace dos años!
—No importa, Te sentará excelente.
Sé por qué lo dice. No uso la ropa adherida al cuerpo, por lo tanto cuando me lo compré seguramente me quedaba suelto como todo.
Mmm, ahora ha de ser ajustado.
Demasiado ajustado.
Lottie me codea mientras entramos a la casa de un grupo de muchachos donde acaba de comenzar la fiesta.
—No camines como si estuvieres paspada—me exige.
—¿Cómo es que seis personas de al menos diecisiete años viven solos? —le pregunto anonadada por el descontrol perceptible desde afuera.
Nosotras ni movilidad propia tenemos.
Aún siento en las fosas nasales el olor nauseabundo del taxi que nos tomamos al llegar.
—La mayoría tienen veinte—me contesta y un grupo de muchachas de último año pasan por nuestro lado mirándonos de reojo.
Lottie les sonríe tratando de ser agradable, sin embargo una rubia de último año le responde sólo con el gesto de poner los ojos en blanco.
—Te dije que no cerraras tanto tu escote—me incrimina Lottie como si yo fuese la culpable de que ese par de chifladas hayan decidido ignorar nuestra presencia.
Sin embargo, soy una persona insegura y mi amiga es alguien que sabe descifrar a los que nos rodean, por lo tanto puede que tenga razón.
Desprendo el segundo botón de mi camiseta dándole el gusto, aunque ella va tan concentrada en saber si los demás reparan en nosotras que no se detiene a darme su aprobación de que el aire me va ultrajando donde nacen los senos.
—¿Cómo puede ser que tengan veinte y sigan en la escuela? —le pregunto siguiendo el hilo de nuestra conversación, antes de cruzar la puerta.
La casa tiene un bonito jardín delantero y aparentemente tranquilo, pero imagino lo fuerte que ha de estar la música allá adentro. No nos permitirá tener una conversación tranquila.
—Son de familias adineradas y CI desinteresado—me explica.
Mi amiga pone su mano sobre la manija de la puerta y la detengo.
—¿No vas a llamar?
Antes de que termine de pronunciar la última palabra, soy consciente de la estupidez que he dicho.
Los modales no existen en una situación como esta.
—Disculpa—digo y me sonríe.
En ese instante abre la puerta hacia fuera y una ensordecedora canción de rock me golpea...
...al igual que un vaso de licor en mi rostro.
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BAD BOYS #1
Teen FictionMALO: Voy a destruirte. BUENA: Deseo esta tortura... AMIGO: Siempre voy a esperarte. (Friendzone detected) Prepárate para la fiesta más LOCA y REBELDE. Esto es bajo tu propia responsabilidad... • ADVERTENCIA: CONTENIDO EXPLÍCITO de sexo y violencia •