Charlie es apuesto.
Delgado, linda sonrisa, blancos y luminosos dientes, unos ojos verdes que te comen y la piel aceitunada.
Los músculos de su cuello combinan muy bien con unos hombros anchos y bíceps acordes, los tatuajes le pintan perfecto y siempre su voz inspira seguridad.
Su belleza es particular y siempre creí que nunca cambiaría.
Hoy todo es diferente.
Hoy Charlie es un chico de enorme atractivo, asustado hasta la médula porque un paredón enorme se alza frente a nosotros, que vamos en su auto a casi 140 km/h , no responden los frenos y un loco asesino misterioso nos persigue.
No sé en qué estaba pensando al acceder a salir con él.
Ni con Theo.
Y con ninguno de estos bandos que le dieron un giro rotundo a mi vida.
La pared de concreto frente a nosotros se la ve asesina y marca un fin.
Cuando creo que estaremos a punto de matarnos, las ruedas delanteras responden a sus frenos y el coche se clava haciendo un peligroso derrape. Antes de que volquemos, el coche termina dando un giro y el impacto es contra la parte de atrás del vehículo.
La estructura trasera del auto se vuelve un acordeón: empieza a consumirse a medida que avanza sobre el choque. Miles de vidrios vuelan, el chirrido y las explosión me aturden, el respaldar me golpea la espalda y la cabeza. Producto de la inercia, incluso me sacudo hacia adelante pero el cinturón no me deja avanzar y me retiene en mi lugar, clavándose en mi pecho.
Parece que el choque se repita mil veces en mi cabeza.
Parece que no va a terminar nunca.
Parece que los vidrios, las grietas, el estallido serán el fin que ponga en límite mi vida.
-¡¡¡Tracy!!!
¿Qué?
Mi visión son estrellas, me duele la cabeza, el cuello, la espalda y todo gira, da mil vueltas.
-¡Oh, mierda!
Alguien arranca la puerta del auto, desprende el cinturón y me toma en brazos para sacarme del vehículo hecho añicos.
De haber muerto, puedo constatar que el infierno existe porque estoy disfrutando de ese lugar.
De su cuerpo.
De mi cabeza en su pecho.
Un ligero olor a menta se mete en mis fosas nasales y me embriago de él.
-¿Theo?
Me lleva directo hasta un auto que se recorta en mi visión.
Es el mismo vehículo del sujeto que nos perseguía.
Ahora ese supuesto asesino me lleva con él, pero sus brazos y su olor son la magia que necesito para volver a sentirme segura.
Mientras nos acercamos al vehículo, veo en su cuello el tatuaje de un lobo que me observa, un lobo tan familiar que ya me siento en casa de tan solo estar cerca suyo.
Abre la puerta de la parte de atrás y me deja reposar en el asiento. Estoy bien. Ahora sí estoy bien.
-Eras tú...
Pongo todas mis fuerzas en que mis palabras sean audibles y aún así, es insuficiente.
Me siento una estúpida por no haber distinguido antes que se trataba de él. Es que estoy familiarizada con su moto, con sus tatuajes, con sus hermosos ojos grises que todo lo demás que es parte de su vida, se vuelve un misterio para mí.
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BAD BOYS #1
Teen FictionMALO: Voy a destruirte. BUENA: Deseo esta tortura... AMIGO: Siempre voy a esperarte. (Friendzone detected) Prepárate para la fiesta más LOCA y REBELDE. Esto es bajo tu propia responsabilidad... • ADVERTENCIA: CONTENIDO EXPLÍCITO de sexo y violencia •