Theo tiene la mejor verga del mundo.
Si hay persona a quien haya conocido que tenga algo tan grueso, grande y estéticamente recomendable, es él. Tampoco es que haya tenido muchas experiencias en vida, bueno, sí, puede que haya tenido varias, pero sigo eligiendo estar con él.
Con la música y el alcohol golpeando en mi cabeza, prácticamente al mismo ritmo que su pelvis contra la mía, me quedo desvariada mientras el contorno del espejo frente a su cama me vuelve completamente loca.
Observo su espalda tatuada con los músculos perfectamente definidos apoderarse de mí, mientras mis piernas se cierran alrededor de su cintura.
Mi mata de cabello verde se refleja en el cristal mientras me dejo embeber por su olor magnífico que mezcla menta y tabaco, también alcohol y el intenso aroma a él, característico y lo más embriagador que reconozco de su cuerpo.
—Te amo, Theo—le digo, tratando de volverme a su rostro. Intento buscar sus labios, su boca, su semblante, pero él parece sobrepasarlo como si no tuviera importancia lo que acabo de decirle.
Ambos estamos ebrios, pero procesamos lo que le he dicho así que le repito, por si aún no le ha quedado en claro:
—Te amo tanto, Theo Land...¡AH!
El gritito ahogado sale directamente desde no garganta al sentir que se sumerge con fuerza en mí interior llevándome a ver las estrellas...o mejor dicho, las llamas ardientes del infierno.
La verga de Theo Landon no solo sabe deliciosa entre las piernas, también en mí boca al igual que su líquido lechoso cuando se corre dentro de mí.
Su glande es rosado y grueso por lo que duele más cuando apenas la está metiendo, pero sabe hacer tan inmensas y gratas maravillas en sus trabajos preliminares que me resulta imposible no disponerme mentalmente inclusive ante su poder viril.
Algo más que me gusta es su tamaño, fácilmente puedo cerrar una mano encima de la otra para llegar a internar cubrirla cuando me deja masturbarlo. Las venas que se marcan a su alrededor cuando está dura como una roca es algo tanto o más fascinante.
—T...Theo, yo...
Insisto, descolocada de placer.
Pero él no permite que yo le insista sino que vuelve a mirarme con su gesto de borracho hermoso. Sus ojos grises son negros, son los más oscuros que jamás vi antes aquí bajo la luz de la luna bañando nuestros cuerpos desnudos.
—Audrey—Por fin dice mí nombre y me derrite tan fuerte como el sol a un iceberg. En sus rostro hay lascivia, en el mío lujuria, los dos somos puro deseo. Él es el jefe y yo su reina—. Audrey—insiste mientras sus embestidas me dejan en un estado prácticamente enfermizo. Espero a que diga también lo suyo, a que por fin reconozca sus sentimientos hacia mí—. Tú... oh, demonios.
—Yo qué, Theo. Dilo. Dilo de una vez.
—Tu eres caliente... Y me gusta mucho tu chocha apretadita y carnosa...
Luego sonríe y se escucha como un lobo gruñendo en mitad de la noche.
Acto seguido me da la vuelta, me sujeta del cabello y el espejo queda frente a mí devolviéndome la imagen de su tatuaje animal y de su triángulo invertido envolviéndome mientras me coge sin piedad.
Los dos borrachos.
Los dos drogados.
Los dos imantados uno al otro.
Los dos completamente perdidos.
Esto somos.
Las personas por las que nadie siente piedad.
Nosotros somos los malos.
Hay un ángel en una caverna y un lobo asecha fuera.
El ángel no quiere salir porque ha escuchado el runrún de las víctimas, de sus presas.
El lobo ha devorado todo, pero sigue con un apetito brutal.
El ángel se acerca a la entrada velando por la partida del animal.
El animal, silencioso, se acerca olfateando la caverna.
Y así, el lobo y el ángel se fundieron en una atracción tan peligrosa como brutal.
Donde solo uno de los dos podría sobrevivir.
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#BadBoys
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BAD BOYS #1
Teen FictionMALO: Voy a destruirte. BUENA: Deseo esta tortura... AMIGO: Siempre voy a esperarte. (Friendzone detected) Prepárate para la fiesta más LOCA y REBELDE. Esto es bajo tu propia responsabilidad... • ADVERTENCIA: CONTENIDO EXPLÍCITO de sexo y violencia •