BAD BOYS #1

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Tracy

-Eres un idiota. Pero aun así te quiero.

«Aún así te quiero».

«Te quiero.»

Esas dos palabras han salido de mi boca antes de que pueda detenerme a pensar en lo que estoy haciendo.

Te quiero. Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero.Te quiero. Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo. Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo. Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.Theo.

Parece tener en él, el mismo impacto que en mí al decirlo ya que su gesto se vuelve a la sorpresa y queda helado.

Como yo.

Me pregunto cuándo fue la última vez que se lo dijeron.

Me pregunto si él lo dijo en algún momento.

Quiero saber tantas cosas que descifrar el misterio de su vida se vuelve en un desafío que cada vez me complica más y más las cosas.

Esta noche he puesto mi vida en peligro.

He salido con el chico que no debía.

Casi he muerto en un accidente.

Pero el mayor dolor lo siento al declararle mis sentimientos a Theo...

...y no recibir nada por respuesta.

Sólo silencio.

No hay palabras. Ni amor. No hay nada. Sólo ausencia.

Mi corazón sufre la desesperación por escuchar su respuesta mientras mamá deambula por casa, despierta.

Ella va a encontrarme. Yo, por tanto, podré seguir esperando toda la noche algo que nunca escucharé. No de él... quiero escuchar esas palabras invisibles y cada segundo se clava en mi sangre, llenando mi pecho de angustia.

Quisiera gritarle «¡Hey! ¡Te he dicho que te quiero! ¿No me has escuchado?», es probable que no lo haya dicho lo suficientemente fuerte, aunque mi cuerpo fue más rápido que mis pensamientos y lo he declarado antes de que el infierno se me vuelva en contra.

«¡¡¡Theo!!! ¡¡¡Reacciona!!!».

Nada.

«Dime que me quieres, por favor.»

Di algo.

Que no me quieres, pero dilo.

Suelo escucharte gritar pero cuando no dices nada es el problema.

Su silencio me consume.

Me mata.

Me entierra.

Basta, Tracy. Entra antes de que tu madre te mate.

Espera...

Déjalo. No lo va a decir.

Un momento, por favor. Sólo unos segundos más.

Tic toc.

Tic toc.

No hay nada.

Bueno... vamos.

Finalmente cierro la puerta del auto y al darme la vuelta, escucho el motor rugir e irse a toda prisa mientras un ardor insoportable me sube a los ojos y las mejillas.

Las lágrimas me empapan los ojos y mi mundo se cae en pedazos antes de llegar a la puerta.

Me duele todo.

Me duele vivir.

Cuando parece ser que las cosas no pueden ponerse peor, aparece el serial killer del amor con su cuchilla mortal, para romper tu corazón en dos.

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