En ese momento creí que era el fin.

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Al despertar hice lo rutinario. Me levante cepille mis dientes, me mire al espejo, me repetí como mil veces que doy asco y estoy súper gorda como de costumbre. Me di una ducha, salí de la regadera y comencé a peinar mi cabello. Salí del cuarto de baño y regrese a mi habitación. Donde ya Melissa mi nana me tenía el uniforme planchado y extendido en la cama.

Rápidamente me coloque la falda y camisa del instituto. Se me hizo tarde, me quede dormida por estar llorando, por la noticia del embarazo de mi madre y que me iba. Qué maravilla

Llegue al instituto con mis ojeras casi que llegándome a los labios, literalmente. Con mi cara que reflejaba tristeza y dolor. Llegue tarde gracias al autobús que paro en todas las esquinas que podía, era como mi día de mala suerte hoy también. Al llegar al aula el profesor que me pide que vaya a la dirección y pida un permiso para poder entrar al aula después de 30 minutos de retraso. Así fue, fui a la dirección, pedí el permiso, el cual conseguí y me dirigí al aula. Toco la puerta y entró, digo buenas tardes, entregó el permiso al profesor y me siento en el último asiento del aula. Saco mi móvil para ver la hora y brilla mi pantalla al llegar un mensaje de Fabi.

-Hey que te pasa? , te conozco bien y primero no llegas nunca tarde y segundo no te sientas jamás de ultima.

La miro y guardo el móvil, me hace señas para que conteste su mensaje. Saco de nuevo mi móvil y respondo.

No me pasa nada, estoy bien!

- mentirosa dime que tienes. Responde

Hablamos en receso ,le contesto. Y guardo el móvil.

Siguió la fastidiosa clase de inglés hasta darse las 4:00pm para que sonara el timbre del receso. Salen todos afanados de aula, y yo quedo allí guardando mis libros y cuadernos, buscando en mis cosas mi iPod y mis audífonos, quería obviar a Fabi, pero fue imposible, se acercó a mí y me dijo:

-Llego el momento de hablar

Si lo sé

-Cuéntame que tienes?

Me iré al terminar el año a otro estado, siento que es el fin (baje la mirada a mis manos y comenzaron s brotar las lagrimas de mis ojos)

-No llores amiga por favor (me abraza fuerte), buscaremos la forma de cambiar ésto, tú no puedes irte y dejarme aquí sola.

Crees que quiero irme? ( digo mientras lloro y la miro fijamente)

- No imagino mis días sin ti. Todo será simple, estaré sola (me dice mientras comienza a llorar)

No llores te pido, dame fuerzas que ahora es lo que más necesito.

Permanecimos en silencio y abrazadas unos cuantos minutos, hasta que decidí por fin hablar e interrumpir las lagrima.

Oye ya paremos de llorar, no importa si me voy, siempre serás mi mejor amiga Fabiana.

- Sí, así es Mia pero no será lo mismo este sin ti.

Lo sé, dímelo a mí, que te necesito tanto para todo amiga.

- Nos necesitamos, pero ya no mas lagrimas es cierto, venga vamos a salir a comer algo.

Salimos y nos fuimos a la cafetería a comer algo. Nos sentamos con una bolsa de gomelina de malvadiscos cada una, y una tasa de chocolate.

Fabiana comenzó hablarme sobre su vida amorosa con Daniels, el era su novio desde hace ya varios meses al principio creí que no iban en serio, pues Daniels es un chico de fiestas, licor, y chicas por una noche, nada serio claro. Y pues Fabiana es todo lo contrario, muy reservada, no consume licor con frecuencia y mucho menos le gusta las relaciones de amigos con derechos. En fin dicen que los polos opuesto se atraen, él se enamoró de ella y regreso de Bogotá a donde se había mudado por estudiar allá, solo por estar con ella, y la excusa es que su familia vive aquí en Georgia. Desde que regresó son la pareja envidiable de cualquiera. Solo que al principio fue muy duro, Daniels no creía que se había enamorado, mi amiga es la chica que enamoro al chico que nunca se enamora, quien lo diría.

Esta es mi historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora