Esta es mi historia

Rencor.

Parte 3/3

Algo que también hace sentir rencor a mi padre es que cuando tenía 7 años el pidió mi custodia y me hizo decirle a mi madre y a la abogada que llevaba el caso, que yo quería vivir con él, porque donde yo vivía con mi madre era una habitación y no teníamos comodidad de nada. Mi madre cayo el depresión al recibir mi llamada, me dolió y aún me duele porque se que le cause mucho daño, en la última cita de la pelea por mi custodia yo di a declarar que ya no quería vivir con mi padre y quería volver con mi madre. Papá tomo una actitud muy grosera, yo estaba pasando las vacaciones en su casa en Georgia, y después de saber que le negaron la petición de mi custodia gracias a que yo había decidido vivir con mi madre, entonces me llevó a su casa y me dejó ahí, a merced de su esposa y permitió que ella, en bolsas negras de plástico hechara toda mi ropa y me boto a la calle, sin importarle nada, yo no sabia que le pasaba solo tenía 7 años. Inmediatamente llame a mi abuela la madre de mi madre para que me buscara, así fue, me busco y antes de irnos le grito a es mujer que era una basura y que Dios no iba a perdonarla, ni a mi padre por hacer eso.

Yo tampoco me iba a perdonar lo que me estaban haciendo, me estaban votando de su casa como si yo no valiera nada. Yo era una niña de 7 años la cual creía que su padre era un príncipe azul, el mejor de los hombres y padres. Eso fue una gran desilusión para mi. Desde entonces todo el amor, cariño y respetos hacía el se perdió.

Así fue como estas  cosas marcaron mi niñez y no me permitieron ser una niña normal.

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Ya han pasado 3 años desde que regreso con mi madre. Ya tengo 15 años, mi relación con mi padre se está recuperando, él aún sigue intentando recuperar mi amor, cariño y sobre todo mi confianza. Cada día lucha con eso, no es fácil, porque soy muy orgullosa y no respondo a sus intentos por hacer que esto mejore, eso lo hace sentir mal, frustrado.

Yo sigo siendo la misma chica depresiva de siempre, y no creo poder cambiar, ya soy así, no pierdo la esperanza de algún día por fin ser feliz, a pesar de tantos problemas y dificultades.

Mi hermana ya tiene un año, el mismo que tenemos viviendo en Georgia, la amo y espero poder darle todo el amor y apoyo que tanto yo necesite una vez y nadie me lo dio, quiero con ella no comerte  los errores que mis padres cometieron conmigo. Quiero amarla, protegerla, estar siempre con ella para que no se sienta sola, a veces quisiera que no creciera, para que no tenga que enamorase y sufrir, para que no conozca gente mala, para que nadie le haga daño, no quiero que sufra pero es imposible.

En el nuevo instituto ya tengo amistades, las más apegadas a mí son. Gaby, María, Sofi y Sele. Ellas me han integrado a su grupo y puedo decir que se comportan como mis mejores amigas, claro que primero esta Fabi. Pero ellas son muy incondicionales al igual que yo con ellas, nos contamos todo, salimos juntas y también cursamos el mismo año. Nos hemos vuelto inseparables por decirlo así.