Esta es mi historia

Círculo depresivo.

Después de pasar toda la noche llorando. Mi madre se levanto y claro yo lo sentí y escuchaba los pasos por la casa, lo que me hizo cerrar los ojos, logrando por fin dormir. Al levantarme dos horas después note que no había nadie en casa, mamá se fue al trabajo, llevaron a mi hermana al cuidado y mi padre también se fue al trabajo. La casa quedo sola para mi, puedo recorrer los pasillo llorando sin que nadie me pregunte que tengo o que me pasa.

Nuevamente al recordar todo lo ocurrido el día de ayer comencé a llorar, una regadera quedo pendeja a mi lado de como con desesperadamente yo estaba llorando, mi primer pensamiento fue ir a la cocina y abrir la gaveta de los utensilios para comer, por la parte de abajo de dicha gaveta estaban pegadas unas navajas que yo misma oculte para que nadie las encontrara. Despegue una de ellas y comencé a cortar de nuevo mis muñecas, sentía como la sangre recorría por mis manos, mis dedos, veía como la navaja cortaba mi piel, este dolor no se comparaba a lo que estaba sintiendo. Verdaderamente ni siquiera sentía los cortes, solo podía ver la sangre correr, solo eso.

Esto es una mezcla de dolor y depresión que me oprime el alma y me entristece el corazón, son tantos problemas tanto como entre mis padres como con Sebastián, eso fue la gota que derramo el vaso.

También es tanta desconfianza, tanto orgullo y patanería de mi parte, tanto machismo por parte de mi padre y tanta ingenuidad por parte de mi madre, que cada vez siento que puedo menos con esto.

La vida siempre te pone pruebas, porque después de la tormenta viene la calma, pero yo no le veo fin y mucho menos calma a esta tormenta que le llamo mi día a día bajo el mismo techo que mis padres. Desde que mis padres volvieron juré que me iría de la casa al salir de la preparatoria, iré a estudiar lejos a otro estado, vivir sin mis padres, vivir apartada de todo, vivir sola con mi soledad.

Claro que mis planes cambiaron un poco puesto que ahora tengo planeado compartir mi vida con Sebastián, al salir de la preparatoria nos iríamos a estudiar y hasta a vivir juntos. Lo único que sé es que me quiero ir de mi casa. No vivir mas con mis padres. Mi única distracción es Sebastián, y ahora el no esta. Ahora que me queda? Nada!, no me queda nada. Estoy mas sola que antes más vacía. Solo dejo en mi más dolor, el vacío de su partida me a cambiado en su totalidad, no valgo nada, con él se fue gran parte de mi vida, mi vida entera mejor dicho, mi felicidad, mis sueños, todo se fue con él.
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Días después.

Entre en un circulo depresivo donde ya no quería comer, las ganas de vivir desvanecieron como el humo del cigarrillo, a mi vida no le encontraba sentido, todo era gris para mi, no había nada ni nadie que lograra sacarme una sonrisa, no había nada que mantuviera distraída, ya habían pasado 4 días, ya estaba en Georgia, anteriormente venia aquí y olvidaba mis problemas y me sentía mucho mejor, pero esta vez era distinto, ni estar en Georgia me hacia sentir bien, nada me llenaba, solo la tristeza que invadía mi cuerpo.

Llevo 3 noches sin poder dormir, no hay minuto que no recuerde a Sebastián, cada segundo me duele más lo que pasa, ver sus fotos en instagram, en Facebook, sus publicaciones en Ask. Revisaba siempre sus redes sociales, y ahora más, me duele verlo y saber que ya no es mío y que no voy a tenerlo jamás, cuanto me duele pensar en lo que pudo ser y ya no es ni será.

Jamás pensé llorar tanto a un hombre como a él lo estoy llorando, la única solución que he conseguido es dormir, y dormir para no pensar en eso y no llorar, paso las noches en vela llorando y pensando en todo, odio mi vida, quisiera morirme de verdad, no le encuentro ya sentido seguir viviendo.

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Pasado 4 semanas.

Sigo en Georgia aún, a pasado un mes y sigo llorando por Sebastián. Maldita sea, no debí darle paso a la sensibilidad a mi vida, siento que le estoy dando mucha importancia a todo esto, me siento estúpida, siento que todo es mentiras y que esto era una excusa para alejarse de mi. Pero porque no solo me dijo que ya no me quiere y ya?. No quiero regresar, no quiero ir al instituto, no quiero volver a verlo, quiero superarlo, aunque de verdad siento que lo amo. Pasadas estas semana varia veces he tenido contacto con Sebastián mediante nuestra amiga en común, Sky. Uno de sus mensajes que no olvido fue este: "Dile que la amo Sky y que me perdone".