Jack
Me arden las piernas y los pulmones. Estoy seguro que en cuanto llegue a la puerta de su casa, me desplomaré. Ya no puedo más. Falta poco. Muy poco para poder verla.
El hombro me está matando; he traído una mochila conmigo, y dentro de ella hay ropa. Tengo un plan y Mérida no podrá decirme que no.
La veo desde la ventana. Está en el computador con audífonos, y, conociéndola, no ha de tenerlos en un volumen bajo.
No tiene caso tocar la puerta; no me va a escuchar cuando lo haga, así que cambio de dirección rápidamente y me dirijo hacia un costado de la casa. Subiré ese árbol y entraré por la ventana.
Escalo con rapidez y agilidad, porque ya sé dónde debo pisar y dónde no. Porque de tantas veces que vengo a ver a Mérida, ya sé dónde están las partes claves.
La ventana está abierta, así que entrar será más fácil de lo que pensé. Me coloco bien en la rama, y con un impulso fuerte me impulso hacia adelante, para entrar a la ventana dando una voltereta.
Y lo logro.
- ¡Ta da! -digo, poniéndome en pie y estirando mis manos-. ¡Gracias, gracias!
Mérida se vuelve rápidamente, pero relaja su expresión al verme. Seguramente creyó que era un ladrón o algo así. Se quita los audífonos y me sonríe.
- Hola, tonto -saluda.
- Hola, greñuda -correspondo. Corro a ella y la abrazo.
Con ella ya no me duele nada. Me siento tranquilo y seguro. Poco a poco corresponde a mi abrazo y yo hundo mi rostro en su hombro... Finalmente, después de varios siglos sin verla, puedo escuchar su voz y volver a respirar su delicioso aroma.
Vuelvo a estar en los brazos de mi amada.
*****
- No -dice seria.
- ¿Qué? -exclamo sorprendido a manera de queja-. ¿Por qué?
- Escucha -me dice mientras recoge sus cosas del suelo-. Mañana es domingo y no tengo muchas ganas de levantarme tarde.
- Será rápido -persuado-. Además, la comida ahí esta rica. Y yo pagaré. ¿Qué más quieres?
Se queda callada un momento. No puede decirme que no. Es una oferta tentadora de tiempo limitado, y sabiendo como es ella, vendrá.
- Agh -dice finalmente-. Bien. Estaba a punto de bañarme. Sal a la sala y ponte a jugar o algo.
- ¿Bromeas? Yo también me iré a bañar -digo, retractándome casi al instante.
Veo su cara de sorpresa ante mi comentario. Ha malinterpretado las cosas, y ahora está sonrojada.
- ¡N-no me refería a eso! -digo nervioso-. Yo... Solo tomaré el baño de Rapunzel.
- No -me dice-. Usa este. Yo usaré el de ella.
Toma una toalla y sale con velocidad. Parece que la he incomodado un poco. Pero no dejaré que eso arruine mi noche. Abro mi maleta y saco mis cosas. Tomo mi toalla azul y me meto a la regadera.
ESTÁS LEYENDO
SCHOOL DAYS [Mericcup/Jackunzel]
RandomLos días de escuela han comenzado, y con ellos, un nuevo romance entre Mérida e Hipo, Rapunzel y Jack, Anna y Kristoff, Elsa y Eugene. ¿Qué les espera a este grupo de amigos en la universidad? ~>Derechos de portada a la maravillosa y súper talento...