Coincidencia

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Mérida

La visita a la tienda de la tía de Tadashi me ha caído de maravilla. Hacía tiempo no comía una tarta tan rica.

- Deberíamos volver antes de que llegue Rapunzel a la casa -me dice Gogo-. No hemos limpiado desde hace días.

- Podemos hacerlo luego -explico, comiendo las migajas-. Tenemos mucho tiempo.

Caminamos un rato antes de detenernos en la parada del tranvía; es temprano y tenemos el tiempo suficiente para llegar a casa temprano. Después de todo, apenas pasa de medio dia, y luce tan tranquilo...

- ¿En qué piensas? -pregunta Honey de repente-. Estás muy callada.

- Oh -reacciono-. Perdón. Estaba viendo el lugar.

Me gustan las casas de por aquí. Son amplias y espaciosas, pero no lo suficiente como para abarcar más espacio del debido.

- ¿Alguna idea de qué podamos comer?

- Pensaba en algo de pollo -comenta Gogo-. Con arroz.

- Suena bien -réplica Honey.

La parada está muy tranquila. Se supone que este tranvía hace pocos recorridos, y es un poco más lento, pero, Honey todavía tiene que ir a unos mandados.

Y quiere que la acompañemos.

- Ahí vienen -dice Gogo, y preparamos nuestro dinero.

El tranvía se detiene y comenzamos a subir. Muchas veces hemos decidido viajar así, en transporte público, pues en carro es un lío encontrar estacionamiento.

- Buenas tardes -entrego mi dinero y comienzo a buscar de una ojeada algún lugar libre. Y hay muchos.

Gogo y Honey se sientan juntas, por lo que decido irme parada; me gusta que los demás puedan sentarse. Me sostengo de uno de los asientos y empiezo a mirar por la ventanilla a todas las personas que hay en la calle. Van de aquí para allá y no se detienen nunca. Esta ciudad merece un descanso.

- Mérida, ¿no quieres sentarte? -pregunta Honey.

- No -respondo-. Me cansé de estar sentada en el café.

Asiente con la cabeza y continúa su charla con Gogo. Tengo hambre de más pastel, de más cosas dulces. Poco a poco, vamos acercándonos más al barrio chino; uno de mis lugares favoritos en esta ciudad. Cuando vinieron nuestros padres, la madre de Jack estuvo constantemente regañándolo en este lugar, por comprar tatas galletas chinas. Pero claro que, eso, no le importó a Jack en lo mínimo; su don es encontrarle lo divertido a todo sin importar qué.

El tranvía hace su parada en el barrio chino y muchas personas se suben, obligándome a recorrerme hasta atrás, donde termino agarrada a un tubo de nuevo, rodeada y amontonada de gente. Creo que he dejado adelante a Honey y Gogo. Estoy frente a las escaleras de bajada, por lo que si hago un movimiento en falso, es posible que termine en ellas, y no acá arriba. Junto a mí caben al menos otras tres personas. 

¡Ah, pero qué calor!

- Con permiso -dice alguien, tratando de pasar por detrás mío. 

SCHOOL DAYS [Mericcup/Jackunzel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora