Equipo en Marcha

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Rapunzel

- La verdad no creo que podamos -dice Mérida, con la mirada perdida en la computadora-. ¿Ya viste todas las actividades?

Me acerco a ella y la tomo del hombro. Asiento con la cabeza mientras reviso la larga lista:

INDIVIDUALES
- Matemáticas
a) Variado. Generalización, viene de todo un poco.
- Física/Química/Ciencias
a) Variado. Generalización, viene de todo un poco.
- Artísticas:
a) Dibujo y pintura
- Deportes:
a) Atletismo
b) Arqueria
c) Carreras de obstáculos
d) Natación

GRUPALES
-Encuentra la bandera:
(Se decidirá por eliminatorias)
- Esquiva la bola:
(Todos contra todos en un tiempo límite)
- Cazadores de tesoros:
(Ronda preliminar final)

FINALES
- Gotcha.
(Área verde del campus, y sus alrededores)

- Eso mide casi un bosque -se queja Mérida-. ¿Crees que lo logremos?

Me quedo callada unos segundos. A juzgar por la lista en la pantalla, y por la habilidad que conozco de cada una, no podremos llegar a las preliminares. Necesitamos a alguien más. Alguien... Confiable.

- Debemos buscar a alguien -me dice mientras cierra la tapa de la laptop-. Nos faltan dos, y creo saber quién nos puede ayudar...

Caminamos un pequeño lapso de tiempo, cerca de cuatro calles, en dirección oeste para llegar a una casa pequeña.

Mérida toca la puerta, y a los tres segundos abre Anna.

- ¡Anna! -saluda Mérida mientras chocan puños-. Hola.

Trae puestos unos shorts y un suéter flojo. Tiene un chongo en la cabeza.

- Hola -saludo cortés con una sonrisa. Nos invita a pasar-. Gracias.

- ¿A que se debe su honorable visita, su majestad? -pregunta mientras cierra la puerta.

- Bueno, verán que... Nosotras -dice Mérida, pero le cuesta trabajo continuar.

- Queríamos invitarlas -continúo.

- Anna tiene prohibido ir a fiestas -dice Elsa mientras baja por las escaleras.

Lleva puesta una falda azul y una playera blanca. Parece que ambas han tenido flojera de cambiarse. No las culpo, digo, yo también odio arreglarme los domingos.

- ¿Qué clase de invitación? -pregunta Elsa, alegre.

- A unirse a nuestro grupo -dice Mérida-, a jugar con nosotras y a formar parte de la hermandad.

- ¿Como una fraternidad? -indaga Anna, emocionada.

Grita en un tono agudo mientras toma a Elsa por el brazo y la sacude con ligera brusquedad. Esta emocionada. Y mucho.

- ¿Qué pasa exactamente en esos... Juegos? -pregunta Elsa a Mérida.

- Bueno, consisten básicamente en una especie de competencias basadas en...

La voz de Mérida se pierde entre mis pensamientos. Ellas dos son lo que necesitamos. Son nuestra salida y esperanza. Elsa y Anna son las piezas que encajan perfectamente en el rompecabezas.

Con la destreza y el entusiasmo de Anna, llevaremos a este equipo un tanto más allá.

Con la atención de Elsa y cuidado hacia todo, seremos imparables.

- ¡Elsa! ¡Sólo di que sí! -ruega Anna.

- Esta bien -acepta-. Solo porque me lo han pedido.

Mira a su hermana y le dedica una tierna sonrisa.

- Y porque Anna se ve realmente emocionada.

*****

- Mérida, debemos ir a inscribir al equipo -le digo.

- Iré en la tarde -dice mientras abre el refrigerador-. Lo prometo.

Asiento con la cabeza y me meto a mi habitación. Tengo muchos trabajos por delante, y mucha inspiración qué conseguir.

Me siento frente al lienzo, me enrosco el cabello en un chongo y lo agarro con una liga.

La pintura se está secando por mi falta de imaginación. Necesito pensar en una idea clara, fresca y sencilla que me de puntos para la calificación.

Entonces mi teléfono vibra:

Rapunzel, tendrás pintura verde que puedas prestarme? La mía se acaba de terminar, y la necesito urgente.

Astrid, quizá ella pueda ayudarme. Tomo mis pinturas y salgo del cuarto sin hacer ruido. Entonces veo a Mérida sentada frente a la laptop, viendo fotos de Hipo en su perfil.

- ¿Qué significa esto? -le pregunto mientas me cruzo de brazos.

- Nada -dice, nerviosa, cerrando rápidamente la pantalla.

- ¿Por qué acosas a Hipo? -entonces todo tiene sentido. Ahogo un suspiro y la miro a los ojos-. ¡Te gusta!

- ¡No! -dice, molesta-. No es eso. En lo más mínimo.

- Ajam.

Sonrío maliciosamente. Aquí hay gato encerrado.

- Escucha, no es eso, ¿Sí? -me explica-. Él no es mi tipo. Lo sabes bien. Me sorprende que alguien como tú diga eso.

Camino hacia la puerta, y tomo mi bolso.

- Debes admitir que es lindo -le digo mientras salgo.

- ¡Claro que NO! -grita. Y la puerta corta el sonido.

Mérida, ¿enamorada...?

Eso es algo nuevo.

SCHOOL DAYS [Mericcup/Jackunzel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora