Amor

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Hipo

No he sabido nada de Mérida desde la llamada; lo único que encontré en la roca fue su teléfono tirado. Podía verla detrás de la roca, y vi cómo se desvaneció.

- Escuchen -les digo a los pocos chicos que he logrado reunir-. Daré otra vuelta a ver si encuentro a alguien más.

Miro a Astrid, que parece asustada, pero concentrada, y luego miro a los demás; nerviosos, atemorizados, perdidos... Pero Mérida me necesita.

- Ya saben que hacer -continúo-. Volveré pronto.

Somos exactamente 8 integrantes en el pequeño cuartito, y todos estamos en posiciones terriblemente incomodas. Estarán a salvo aquí; lo sé. A menos que comiencen a hacer ruido. Asiento con la cabeza para mis adentros a pesar de que nadie hará nada, abro la puerta con cuidado y saco una pierna seguida de la otra para lanzar mi cuerpo hacia adelante y caer con cuidado para no hacer ruido. Cierro la puerta con cuidado y la tapo con un pedazo grande de tela rota que encuentro. Antes de salir, me percato de que nadie me ha visto y salgo sigiloso por un costado del edificio.

Maldición, esto es peor que el examen que vale el 60% de mi calificación. Esto es estresante.

Camino entre las cosas como si fueras barreras, siempre protegiéndome de lo que sea que va a atacar, tal y como en un videojuego. Estos diez minutos han sido yo creo que los más estresantes y preocupantes de toda mi maldita vida; y no hablo por mi vida... Lo único que quiero hacer es encontrar a Mérida, asegurarme de que Jack está bien y regresar todo a la normalidad. Veo a policías a través de las cortinas; luces rojas y azules. Puedo simplemente brincar de la ventana y caer perfectamente de pie si logro cordinar y balancear mi cuerpo para caer en perfecta condición, avisar a las autoridades y... Ponerle fin a esta estupidez.

Así que abro una ventana, y lo hago...

*****

Solo tuve que identificarme para que los policías me tomaran en serio; conocen a mi padre. Escucharon mi plan, y nadie dijo nada. Era demasiado bueno para ellos, y ahora me encuentro con un arma bajo órdenes del capitán, junto con otros dos sujetos a los que he bautizado como Uno y Dos. Mi mente está bloqueada como para pensar un nombre digno o como aprenderme los verdaderos.

- ¿Podrías por favor decirme qué hacemos aquí? -dice Uno.

- Su prioridad es encontrar a los malos -explico, manteniendo el arma en alto-. La mía es encontrar a mis amigos con vida.

Sueno mas serio de lo que debería, pero no puedo endulzar mi voz ahora. Debo ser fuerte y encontrar a Jack; si lo encuentran a él todo habrá terminado. Sujeto con firmeza el arma apenas escucho un ruido proveniente de una puerta a unos metros de nosotros. Ésta se abre de golpe y casi siento que el corazón se me sale, haciendo que casi aprieto el gatillo si no hubiera visto su rostro;

- No ataquen -digo rápidamente mientras digiero lo que pasa...

- ¿Hipo? -me pregunta confundido-. ¿Qué diablos haces? ¿Ahora eres policía?

- ¡¿Papá?! -exclamo-. ¿Qué diantres haces aquí?

Bajo el arma y los dos de atrás hacen lo mismo. El pasillo está iluminado con la luz de los rayos del sol, pero mi voz suena por los pasillos.

SCHOOL DAYS [Mericcup/Jackunzel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora