Fiebre

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Mérida

Rapunzel ha tenido fiebre todo el día. Incluso tuvo qué reportarse enferma y no asistió a clases hoy y no creo que lo haga mañana. Debo una tarea del señor G. que no hice y ahora debo entregarla doble para que valga al menos la mitad de la calificación. Maldición, odio esto.

- Rapunzel quiere más sopa -me dice Anna, abriendo la puerta de mi cuarto y saliendo al instante.

- Voy en un minuto -respondo, trazando la línea gráfica.

Me pongo de pie y me encamino a la cocina. Aún debo hacer cuatro gráficas más, y colorear los polígonos irregulares. Me pregunto si Hipo ya habrá acabado su exposición de las funciones lineales y todo ese rollo.

Tomo un tazón y le sirvo un poco de sopa caliente sin verdura, y, para prevenir, le sirvo té y lo endulzo con un poco de miel. Subo las escaleras con cuidado y al llegar a su cuarto, recorro la puerta hacia atrás con el pie. Está cobijada hasta los hombros, tiene el cabello hecho un desastre y los ojos llorosos, la nariz roja como tomate y las energías de un gato gordo y flojo. Sonríe al verme. 

- ¿Cómo te sientes? -pregunto, dejando el plato en su buró y recogiendo los pañuelos llenos de mocos de alrededor suyo.

Asiente, asomando su cabeza e inhalando suavemente el vapor del té.

- Estaré haciendo tarea -le digo, cerrando las cortinas-. Si necesitas algo dímelo.

Cuando salgo, me percato de que me encuentro solo con Anna y la enferma de Rapunzel. Entro a mi cuarto y dejo la puerta abierta en caso de que me llamen, pero cuando me siento en la silla y tomo de nuevo la regla, me doy cuenta de que necesito un baño... Caray. Creo que la última vez que me bañé fue hace dos días. Qué vergüenza. Veo el plano frente a mí, tan grande como mi escritorio y tan vacío como yo. Todavía falta mucho por terminar y trazar, pero por ahora necesito un baño con urgencia. Una ducha de agua fría me ayudará a despertar y a aclarar mis ideas.

- ¡Mérida! -grita Anna-. ¿Puedes venir por favor?

Voy hacia su habitación, al tiempo que pienso en que debo llamar a Jack para recordarle de la venta de boletos para el baile exactamente a las... 6 de la tarde: en una hora.

- ¿Podrías ayudarme? -me dice, señalando la ventana-. No entiendo esta parte del libro.

Lo miro y lo escudriño con rapidez mientras mi mente procesa todo con velocidad y analiza lo que dice. Creía que tardaría en explicarle, pero lo entiendo a la perfección.

- Bien -le digo-. ¿Ves esto de aquí? -señaló el punto rojo-. Debes dividirlo entre el azul para que te el resultado sea igualitario y el peso no sea desigual -me mira mientras asiente con la cabeza-. Esto de aquí es como la regla de tres. Multiplicas y divides. No tan complicado.

Me separo de ella y comienzo a caminar hacia afuera. Debo bañarme.

- Tomaré un baño -digo-. Si necesitas algo dímelo.

- Gracias -exclama alegre.

Me acerco a mi cama y tomo la toalla que dejé sobre ésta cuando las saqué de la lavadora. Cierro las cortinas de las paredes de vidrio, no sin antes echarle una rápida ojeada a ver si algo estuviese a punto de salir, pero al darme cuenta de que no, me comienzo a desnudar y me meto al baño a darme una rápida y fresca ducha.

*****

- Jack -le llamo-. La venta de boletos es en diez minutos, así que date prisa.

- Bien -me dice-. Gracias. Eres la mejor.

Clic. Cuelga.

Bueno, ahora solo queda terminar la maldita tarea. ¿Qué sigue? ¿Que Anna y Rapunzel comiencen a darme lata? Estoy a solo unos pasos de terminar con todo. No puedo distraer mi mente ahora o todo l—

- ¡Mérida!

Agh. Hablé muy rápido.

- ¡Qué! -exclamo.

- ¿Podrías venir? -dice Anna-. Creo que no entiendo esto.

Me pregunto en dónde estará Elsa cuando la necesito. Espero que con Jack no o me molestaré con ambos. Creo que si continúo así, terminaré igual que Rapunzel; según el doctor, estaba bajo tanto estrés, que las defensas se le bajaron y la cabeza comenzó a explotarle hasta que llegó al grado de las alucinaciones.

- Es lo mismo que acabo de explicarte -le digo, un poco seria-. Tienes que hacer lo mismo.

- Mérida... -escucho a Rapunzel.

- Permíteme -le digo, saliendo disparada hacia el cuarto de enfrente-. ¿Qué pasa?

- Necesito un poco más de té -dice, con voz apenas eludible.

¡Hay! Durante un rato me traen de arriba hacia abajo, de derecha a izquierda, pidiéndome favores y dándome órdenes de qué hacer. ¿Acaso soy su mayordoma o algo así? ¿Tengo cara de sirvienta? Ojalá decir "No" fuera mas fácil para mí... Lo bueno es que Anna acaba su tarea justo antes de las 8, y Rapunzel se queda dormida poco después de esa hora, así que me encierro en mi cuarto y comienzo a trazar líneas y líneas.

Dentro de mi cabeza suena una música que no puedo apagar por más que lo intente, lo cual me genera una dirección irritante. Me palmeo las mejillas un par de veces para hacerme entrar en razón y continuar concentrándome en mis labores... Pero la verdad es que no tengo el más mínimo interés y ganas de hacer la tarea. ¿Qué coño hago ahora?

Aun es temprano y creo que alcanzó a distraer mi mente un poco más. En serio necesito activarla con algo o no terminaré de hacer esto hoy... Necesito ayuda. Tomo el teléfono y le mando un mensaje a Hipo:

Me gustaría que alguien pudiera venir a ayudarme con la tarea <3 Tienes tiempo?

Espero varios segundos mientras aclaro mis ideas, y al primer timbre del teléfono me fijo en su respuesta.

Estaré ahí en 15. Quieres de cenar? Me estoy haciendo un sándwich xD

Suelto una risita por debajo de mi aliento, pero contesto al instante.

Claro, jeje.

Bloqueo el teléfono y me levanto a acomodar el cuarto para que se vea un poco mas decente y no de tanta pena al entrar. Tardo más o menos diez minutos, y cuando vuelvo a tomar mi teléfono, veo el nuevo mensaje de Hipo.

Oye:
Te amo <3

SCHOOL DAYS [Mericcup/Jackunzel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora