Hipo
Todavía me siento verdaderamente avergonzado por el beso, y más junto a Mérida, que parece que le ha gustado. En cuanto acabó todo, fue a su habitación y se puso otra ropa un poco más formal, luego bajó y me dijo que iríamos al cine, y que ella invitaba.
- ¿Las palomitas? -insisto-. ¿El refresco al menos?
- Que no -dice un poco más molesta-. No voy a ceder. Dije que invitaría y así será.
Se supone que los chicos debemos pagar todo pero, tiene razón; al menos por una vez, dejaré que ella lo haga. Está muy bien eso de que ambos paguen de vez en cuando porque, dejarle todo al chico en serio es pesado.
- ¿Qué película veremos? -pregunto.
- Hmmm -se lo piensa unos segundos-. Pensaba en la del chico que se pierde en Alemania.
- ¿La de la guerra?
- Sí, justo esa -parece despreocupada-. ¿O prefieres otra?
- No, no -aclaro-. Esa está bien.
En lo que resta del camino no puedo sacar de mi mente lo que sucedió hace rato; el beso, la vergüenza, los gritos, mi cara roja... Dioses, quiero que el suelo se abra y me trague. Cuando llegamos a la sala y buscamos unos asientos disponibles, me percato de que elige los de hasta arriba. Es buena elección, considerando que la mayoría de la gente de esta ciudad busca los asientos de en medio para una mejor vista. Pero Mérida busca comodidad y privacidad, no tanto una mejor vista. Toma asiento y luego la imito, poniéndome lo más cómodo que puedo. Durante unos minutos, no dice nada, y conociéndola, no hago el intento por sacarle conversación, hasta que después de otros segundos comienza a reír en voz baja. La miro con una sonrisa.
- ¿Qué? -siento que por alguna razón se ríe de mí.
- No puedo olvidar tu cara -susurra entre risas.
Una vergüenza me invade el pecho y se me sube a la cara. Oh, caray, ahora cómo borraré eso de su mente.
- Mira -ríe de nuevo-. Lo estás haciendo otra vez.
No puedo percatarme de lo que pasa así que solo supongo que es mi cara ruborizada y mis mejillas ligeramente estiradas por una sonrisa.
- ¿Vez? -parece gustarle.
- Basta -digo entre risas mientras me volteo.
Cuando los comerciales acaban y la película comienza, la sala comienza a oscurecerse ligeramente. Mérida tiene su mano colgando en el bracero, lo cual es una señal de que debo entrelazar sus dedos con los míos, (o al menos eso es lo que leí). Con movimientos suaves y lentos, voy subiendo mi mano hasta que su piel roza la mía y sin más ni menos, ambos enlazamos nuestras manos. Mi corazón se altera ligeramente. No me concentro en la película por estar pensando en que quiero besarla y en que tengo ganas de hacerlo.
Así que solo lo hago y ambos nos dejamos llevar.
*****
Salimos casi a las 9 de la noche, y el frío ya se filtra a través de mi chamarra y bufanda. Pero Mérida ahora es mi mayor prioridad, así que me quito la bufanda y se la envuelvo cuidadosamente en el cuello, retirando su cabello del rostro con delicadeza. Se ruboriza ligeramente, y le dedico una sonrisa.
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SCHOOL DAYS [Mericcup/Jackunzel]
DiversosLos días de escuela han comenzado, y con ellos, un nuevo romance entre Mérida e Hipo, Rapunzel y Jack, Anna y Kristoff, Elsa y Eugene. ¿Qué les espera a este grupo de amigos en la universidad? ~>Derechos de portada a la maravillosa y súper talento...