Oscuridad

¿PARA QUÉ?

Capitulo 1.

Me levanto, una mañana como otra cualquiera, sin ganas de nada, y lo primero que hago es ponerme las gafas, y mirarme al espejo. Tengo pelos de loca, estoy acabada, y sobretodo muy gorda. No tengo ganas de nada, ni quiero salir, ni quiero hablar, ni quiero entrar en Internet, sólo quiero morir. ¿Pero porque me tiene que pasar esto a mí?, ¿Acaso he echo algo, para que la vida me lo pague así? Estoy cansada de mi cuerpo, y empiezo a pellizcarme la barriga con rabia. En ese instante abre la puerta mi madre, me seco las lágrimas y sonrío.

-Buenos días, cariño.

-Buenos dias, mamá.

-Venga a desayunar, tenemos que salir a comprar y se nos va a hacer tarde.

Todo hay que decirlo, mi madre sabe que tengo problemas alimenticios, y me lleva las comidas estrictamente.

Salgo a desayunar, me como una rebanada de pan sin nada, y corro al lavabo a la báscula. -Uf, no he engordado- Pienso. 

-Venga Azahara, llegamos tarde, vístete.

-Voy mamá.

Ella piensa que he desayunado. Bendito perro que se come lo que yo no quiero. Sí, le he dado el desayuno al perro, excepto la rebanada de pan.

Me visto, normalita, estoy gorda, nada me queda bien, me pongo una camiseta ancha, y unos pantalones altos que intenten disimular la barriga, aunque no lo consigo. Estoy agotada y me acabo de levantar, aún así, me mojo la cara y salgo a la calle. Sin maquillar ni nada, total ¿Para qué?

-Sube al coche, vamos, que van a cerrar el súper.

-Ay mamá, ya voy.-Consigue sacarme de quicio desde primera hora de la mañana.

Nos subimos al coche, encendemos la rádio, y se escucha a un chico bastante tímido "Y tú, y tú y solamente tú..." 

-Oh, mira Azahara, yo ya había escuchado a este niño antes, me encanta, te la quería enseñar pero no me acordé. 

-Ah bueno, sí, canta bien. -Digo triste, ni si quiera me había fijado en su voz, no tenía muchas ganas de eso.