Narra Azahara, la protagonista.
-Aza, ¿Quién es Marcos? -Pablo no deja de mirarme atentamente y no puedo aguantarle la mirada.
-No Pablo, no es nadie. -Digo sin mirarle a los ojos, claro que es alguien, pero no quiero que él sepa quién es.
-Sí lo es Aza joder, claro que es alguien. -Dice rascándose la barba y soltándome las manos y en este mismo instante en que me suelta siento que me ha tirado al vacío y me tiemblan las piernas.
- Pablo ¿de verdad?
- ¿De verdad qué Azahara? ¿QUÉ? -Dice alterado mientras me mira sin ningún tipo de expresividad en la mirada, solo nervios.
-Pablo, no es nadie, no es nadie que importe entre tú y yo. No es mi novio, ni si quiera lo puedo llegar a considerar mi amigo. No es nadie Pablo. NA-DIE.
- ¿Sabes el problema Aza? -le miro esperando la respuesta- que no importa si es alguien o no, lo que importa es lo que tú sientas por él. ¿Entiendes? Yo tampoco soy nadie para ti y sientes por mí, pues lo mismo es si sientes por mí.
Ese comentario me ha puesto de muy mal humor y cierro la puerta temblando, no quiero que mi madre nos escuche ahora mismo porque voy a soltarle todo.
- ¿Que tú no eres nadie para mí? ¿En serio dices eso Pablo? ¿En serio? Joder, tú eres tonto, pero tonto. De verdad te lo digo, eres tonto. ¿Cómo coño tienes los huevos a decirme que tú no eres nadie para mí? ¿No te ha quedado claro, no? ¿Qué más hago para que te des cuenta que estoy loca por ti?, y no sólo como amiga, o incluso novia, estoy loca por ti también como fan. Creo que deberías saber de sobras que a día de hoy eres mi fuerza Pablo. Así que creo que alomejor aquí la que no es nada para ti soy yo. Porque ya es que estoy flipando. -Y mientras suelto todo esto a grito pelado mirándole a la cara con rabia me doy cuenta que estoy llorando como una magdalena y me siento en una silla porque ya ni tengo visión por las lágrimas. Él también llora, lo sé por el ruido que hace al absorber los mocos.
- Aza, cariño -dice restregándose la mano por la cara mientras salta de la cama- yo... no me referia a eso... a que no soy nada en ese sentido... Aza, claro que sé que me quieres... igual que yo te quiero a ti. Solo es miedo, solo tengo miedo de él ¿vale? Es solo miedo. No llores.
-Pablo, nunca llegarás a quererme igual que yo a ti. Y no sientas miedo, simplemente es un chico que me gustaba, que me gustaba hasta que te conocí Pablo, pero tú no lo entiendes que si estás cerca se me olvida hasta mi nombre. No lo entiendes, joder.
-Claro que te quiero igual que tú a mí cariño. Dejemos el tema, venga ven. Deja de llorar -Dice agarrándome de la muñeca y yo me suelto de un tirón.
-No Pablo, nunca, nunca. No podemos ser nada, no podemos serlo Pablo, yo te quiero tanto como fan, Pablo que no puedo verte conmigo, ¿Quieres una pareja que te pida las 24 horas del día que le cantes? ¿De verdad? Conmigo nunca te vas a alejar del trabajo, del estudio. Siempre voy a necesitar tu música. ¿Podrías soportar que los domingos se escuche en casa tu disco? Porque yo necesito escucharte, y no solo hablar, si no cantar. Pablo te parecerá raro y sé que millones de niñas ahora mismo desearían estar en mi lugar, pero Pablo, tú y yo nunca seremos nada, no podremos serlo. Soy tu fan, no puedo ser nada mejor que eso. Y no creo que estés dispuesto a soportarlo.
Pablo está sentado en el suelo y no deja de llorar, llora muchísimo, como un niño pequeño y noto como murmura algo. Me pongo de rodillas a su lado.
-Te quiero más que a nada en este mundo, y no te miento. Pero tú y yo no podemos ser, lo siento, y lo hago por tí Pablo, porque no va a ser la vida que mereces.
-No, no me quieres. -Dice entre sollozos y me cuesta entenderlo.
-Claro que te quiero Pablo. En serio, entiendelo, es por ti. -Digo cogiéndole de la mano.
-No es por mí, es por él. Aún te gusta Aza, y prefieres estar con él y lo entiendo, lo entiendo por la diferencia de edad, por los momentos que él te pueda hacer pasar, pero no me digas que es porque eres mi fan, a mí no me importaría estarme todos los días hasta las 4 de la mañana cantándote una y otra vez tu canción favorita y que más da que sea mía o de otro, yo te la cantaría si de recompensa estás tú por la mañana a mi lado Azahara, que me da realmente igual si me haces que escuche mi disco en las vacaciones. Me da igual si paso las vacaciones cogido de tu mano. No me importa que tengas la habitación llena de posters con mi cara si lo que te mueve son las ganas de dormir conmigo, Aza. Quiero ser tu fuerza, quiero serlo para siempre, y no solo quiero ayudarte cantandote, quiero dormir contigo hasta que yo muera de viejito.
-No lo soportarías.
-Azahara, claro que lo haría. Estoy aquí, contigo, en tu casa, viendo mi cara que no es nada agraciada por toda tu habitación ¿y crees que estoy incómodo? Mi incómodidad depende solo y exclusivamente de tu sonrisa mi vida, de tu sonrisa.
Me levanto y me seco las lágrimas, me agacho otra vez y le agarro la mano tirando de él para que se levante del suelo.
-¿Es esto lo que quieres, de verdad? Digo señalando mi cuerpo.
-Ese es tu problema, que no te aceptas tú y no puedes aceptar que me muera por tí, pero lo solucionaremos. -Dice y se acerca a besarme con tantas ganas que me da la sensación que me va romper el labio. - Te quiero. -Susurra entre beso y beso y me levanta del suelo cogiéndome por la cintura. Esta vez me dejo, basta ya de discutir, tiene fuerza suficiente o eso espero. Y nos tiramos los dos en la cama. Besándonos.
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Oscuridad
Teen FictionAzahara era una chica con muchos problemas. Ni su físico, ni sus amistades, ni nada de su entorno ayudaba para que toda su tristeza desapareciera. Era buena en los estudios, e incluso más inteligente de lo que llegaba a demostrar. Su vida se desmoro...