Oscuridad

La chica más preciosa.

Narra Pablo.

No puedo con esto, me está matando, necesito ir al hospital y hablar con ella, necesito que aunque no me conteste, que me escuche. Sí, iré, con un poco de suerte no habrá nadie, almenos 10 minutos. Tengo que ir.

Me levanto y recojo mis cosas, no voy a cantar, no quiero problemas. Voy de visita a una persona especial, hoy no haré recorrido por el hospital.

Llego y no, efectivamente no hay nadie, pero seguro que están en la cafetería así que tengo poco tiempo, cojo una silla y me siento al borde de la cama de Azahara, mientras le agarro la mano fuerte.

-Az...Azahara, no sabía como empezar esto, bueno.. Sinceramente, no sé ni que hago aquí.

Le suelto la mano, no tengo cojones. Ando por toda la habitación, me estoy muriendo, ¿Qué hago? Va ostias, le planto huevos, allá voy. Me vuelvo a sentar.

-Azahara... Que, el otro día, sabes, cuando estuve aquí, si, y te canté, con tu sobrino, ¿Te acuerdas? Que tuviste un escalofrío, que todas las máquinas a las que estás conectada -Digo tocando uno de los cables.- se volvieron locas, y nadie sabe aún el porqué, ¿Te acuerdas? Joder Azahara, yo sólo quiero decirte que lo siento, lo siento, ¿Y si te llega a pasar algo por mi culpa? Te prometo que yo lo hice todo con buena intención, yo sólo quise hacerle un favor a tu amiga, a tu família y a ti. No sé si me escuchas, si estás aquí o divagando por algún sueño bonito, pero sólo quiero decirte, bueno, más que decirte quiero pedirte un favor, un favor muy grande, cuando despiertes, porque sí, sé que lo harás, cuando despiertes, mírate al espejo y di que eres la chica más preciosa del mundo hasta que te lo creas. Porque lo eres, aún aquí estirada, sin mover ni una articulación, respirando lo justo para sobrevivir, con los ojos cerrados, el pelo alborotado, aún así eres la chica más preciosa que he visto nunca. Me sudan las manos, supongo que lo notarás, pero si te suelto me falta el aire. De verdad Azahara, eres preciosa. Me muero por ver tu mirada, me muero de ganas de que me mires, necesito ver como miran tus ojos. -Se me empieza a caer una lágrima por la mejilla, tengo que irme.- Volveré, te lo prometo, pero ahora tengo que irme. Te quiero. -Le doy un beso en la frente que asegure que todo está bien.- Y cojo la funda de mi guitarra y me marcho.

Voy saliendo cuando me encuentro con la mamá y la sobrina y la amiga de Azahara, creo que la otra chica es su hermana.

- Hola chicas. -Me paro a darles dos besos aguantandome las lágrimas.-

- Pablo, Pablo, dime que has ido a verla a la habitación, por favor, dímelo, ¿Ha despertado? -María como me aprete dos segundos más así no podré respirar.-

-Sí, me he pasado a verla y a por la funda de la guitarra -Digo levantando esta en el aire- pero ya me voy, tengo muchísimo trabajo. Y no, por desgracia no ha despertado.

- Vale, tranquilo, gracias por tu ayuda, hasta la próxima. -Dice Rosa pasándome la mano por el brazo.-

- No sé que más podemos hacer...

Las escucho decir de fondo.