Narra Pablo.
Llevo unos días fatal, de culo, me quiero acercar a ver a Azahara antes de que se vaya pero es imposible, tengo demasiado trabajo, acabo de volver de EEUU de empezar a grabar mi próximo disco y todas las canciones me salen pensando en esa morena. Y yo que me muero por descubrir de qué color tiene los ojos, como es su mirada.
Propongo acercarme a verla, pero no me da tiempo a pensarlo dos veces más que ya estoy en el coche de camino. Durante el trayecto pongo el último disco de ColdPlay a todo volumen mientras voy a 20km/h más de la velocidad máxima, pero me da igual. Necesito descargar en la carrereta la adrenalina antes de llegar allí y hacer algo de lo que me pueda llegar a arrepentir.
Llego en menos de lo esperado y cuando entro Raquel no está en el mostrador. Como ya me conoce, supongo que no hay ningún problema si paso sin permiso, y llevo demasiadas prisas como para pensarlo.
Entro en la habitación apretando bien el pomo con las manos y respirando hondo una sola vez, porque no tengo más tiempo. Abro la puerta con demasiada fuerza y yo mismo me asusto, me da miedo haberla despertado y entro despacio. No hay nadie. La habitación está vacía y la cama está echa. Me asusto, me asusto muchísimo. Se ha ido y yo ni si quiera la he visto. Pero entonces, la poca esperanza que queda en mi, me dice que busque, que mire en los cajones y armarios a ver si hay algún indicio de que está aquí. Y al abrir la mesita que hay al lado de la cama veo una libreta y mi esperanza augmenta considerablemente, abro la libreta y la primera página es un garabato, se me escapa una media sonrisa. Pero me muero de ganas por leer más, por saber que se trama esa chica morena de pelo revuelto, y paso hojas buscando algo de letra. Y lo encuentro. Lo primero que leo es;
""Hola chico barbita Pablo, no sé ni que estoy haciendo, ni si llegarás a leer esto algún día, yo espero podértelo dar..."
Y vuelvo a sonreír, pero ahora de verdad, solo me queda la opción de pensar que ese Pablo soy yo, y ' ni si llegarás a leer esto algún día' y entonces me emociono, me emociono porque me imagino su cara al descubrir que yo sí he leído eso que ella pensaba que no llegaría a ver nunca, y lo peor, que estoy sonriendo como nunca antes lo había echo, y necesito más así que sigo leyendo.
"Pablo, mi chico barbita, sí, te bauticé así el día en que te vi, no te voy a mentir tampoco, me enamoré de tu voz, pero más de tu barbita, de cómo mirabas a la cámara, ahí sentado en ese sillón blanco..."
Y noto como una lágrima amenaza con desbordar de mi ojo izquierdo y aprieto los dientes con tanta fuerza que incluso me hago daño en una muela, miro al techo y sigo leyendo.
Pasa una hora cuando Vero, la médica que hace las primeras revisiones a los pacientes entra a la habitación. Yo estoy sentado en el sillón un poco decaído con las piernas cruzadas y la libreta en la mano. Cuando entra me incorporo y pestañeo varias veces.
-Hombre, Pablo Alborán, ¿Como tú por aquí?
-Nada, he venido a buscar un par de cosas que me dejé cuando vine a visitar a un paciente. ¿Molesto?
-No,no, para nada, pero ahora va a entrar aquí una paciente y necesita descansar, si quieres pasarte por otras habitaciones a saludar a los demás, hazlo. Te echan todos mucho de menos.
-Vale, perfecto, lo haré, pero ¿Me dejas un bolígrafo? Por favor.
Se mete la mano en el bolsillo trasero del pantalón y saca un bolígrafo blanco con las letras del hospital inscritas en él. Me lo acerca despacio sin dejar de mirarme fijamente. Me ruborizo un poco y lo agarro con fuerza.
Acabo de leer con rápideza el último texto que dejó escrito Azahara y siento la intensa mirada de Vero, esperando a que acabe, así que me doy prisa y hago un garabato idéntico al que hizo Aza en la primera página de la libreta y debajo le escribo un pequeño texto, apenas 20 palabras, pero espero que tengan efecto en ella, el mismo que han tenido las suyas en mí.
Le acerco el bolígrafo a Vero y le susurro un 'gracias' apenas audíble así que le sonrío y bajo con la libreta. Se la dejó a Raquel, si Aza no vuelve para buscarla, al menos que la llamen y la avisen. Necesito asegurarme de que lee lo que le he escrito.
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Oscuridad
Teen FictionAzahara era una chica con muchos problemas. Ni su físico, ni sus amistades, ni nada de su entorno ayudaba para que toda su tristeza desapareciera. Era buena en los estudios, e incluso más inteligente de lo que llegaba a demostrar. Su vida se desmoro...