Narra Pablo, el chico barbita.
A pesar de que en Cádiz hace un calor tremendo, aquí, en medio del mar, el agua está congelada. Azahara no para de mirar con miedo el fondo del agua imaginándose que viene un tiburón a por nosotros. El fondo está oscuro por las algas, así que no se ve nada. Yo disfruto del placer del agua, me encanta estar aquí, pero Azahara no parece tan feliz.
- Aza, mira... UN TIBURÓN. - Grito enmedio de una carcajada, Aza pega un respingo y acaba abrazada a mí como un koala. Me encanta que tenga miedo si eso significa que estará abrazada a mí así mucho tiempo, aunque pronto empiezo a hundirme y aunque hago un esfuerzo por sobrevivir, no lo consigo.
Azahara aprovecha el momento y hunde más mi cuerpo apretando con fuerza mi cabeza hacia el fondo. Yo me hago el ahogado y me dejo caer a peso muerto y floto en la superfície, Azahara se ríe pero 5 segundos después se pone tensa y me agarra la cara con las manos chillando mi nombre. Me río con la cara aún debajo del agua y un montón de burbujas nos rodean, yo me río a carcajadas pero Azahara me pega en toda la frente con la palma de la mano mientras pone los ojos en blanco y se aguanta a las barras del barco para subir.
-Venga, tonta - Digo agarrandola por la cintura y volviéndola a tirar al agua- que era una broma.
- Qué graciosillo, eh. -Dice entornando los ojos y yo no puedo evitar reírme y cuando vuelvo a abrir los ojos veo como me mira con una sonrisa torcida. Y no deja de hacerlo. Me pongo tenso.
- ¿Qué?
- Nada.
- ¿Y por qué me miras?
- ¿Con lo dados al arte que sois en tu família, nunca te han dicho que una buena obra de arte, se debe mirar mucho y detenidamente? -Dice sonriente y yo me ruborizo. Mi piel se eriza debajo del agua.
- Sí, también me han enseñado a apreciarlas, pero de otras maneras, un paso más que mirar. -Susurro mientras atraigo su cuerpo al mío y aprieto con fuerza su espalda y luchando contra no hundirme, la beso, y nos metemos debajo del agua aún besándonos, y es una sensación preciosa, el agua está por medio de nosotros pero nos hace más suaves, más únicos, aunque no tardamos mucho en subir porque Azahara tiene pulmones de ratoncito.
- Me subo ya que me estoy agobiando de tanto aguantar por no hundirme. -Dice aún pegada a mí.
- Vale - murmuro y con un rápido movimiento hundo su cabeza en el agua y la levanto rápido agarrando su brazo. - vale, ya está. Te lo merecías.
- Me voy a callar lo que te mereces tú, idiota. -Dice fulminándome con la mirada y agarrándose al barco para subir. Yo me quedo en el agua, contemplando esa obra de arte que tengo por ¿novia? no sé, por algo... o por todo. Acabo subiendo al barco yo también, porque estar aquí abajo ya me aburre si no está Aza conmigo.
- Oye, ¿Fumas? -Pregunto mientras me paso la toalla por la cara y por el pelo. - ¿Eh? - Insisto al ver que Azahara intenta evitar la pregunta.
- ¿Yo?, no. ¿Por qué? - Frunce el ceño y creo, con solo mirarla, que algo no va bien.
- No, porque como que tienes poco aguante debajo del agua, y cuando duermes tu respiración es muy profunda e incluso parece inestable a veces.
- No sé, será porque mi madre no tenía suficiente con los defectos que me puso, que también decidió que tendría unos mierdas de pulmones. - Espeta molesta y eso me cabrea.
- No digas estúpideces, joder. - Me mira con cara asustada por mi tono y noto sus ojos oscuros, de pánico, unos ojos que nunca han dejado de brillar, ahora están tan oscuros que dan miedo. - Es verdad Aza, coño, es una tontería lo que acabas de soltar igual que la mayoría de los comentarios que haces sobre ese tema. Los defectos no dejan de ser virtudes camufladas, deja de añadirle mierda encima, porque así no vas a sacar nunca a la luz tus virtudes. Y yo las veo, joder, claro que las veo. - Suelto mi discurso mientras me seco el bañador y luego enrollo la toalla en la parte baja de mi ombligo para no mojar mucho con el bañador húmedo mientras que Azahara se cambia de bikini por el seco, chica lista.
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Oscuridad
Roman pour AdolescentsAzahara era una chica con muchos problemas. Ni su físico, ni sus amistades, ni nada de su entorno ayudaba para que toda su tristeza desapareciera. Era buena en los estudios, e incluso más inteligente de lo que llegaba a demostrar. Su vida se desmoro...