Oscuridad

Algo que contarte.

Narra Azahara, la protagonista.

El médico dice que tendré que estar unos días en observación igualmente, por lo que pueda pasar, pero que me ve muy bien. María se quedará conmigo, y mi madre vendrá a ratos, pero tiene que sacar al perro y hacer las tareas de casa que lleva todos estos días sin ir y estará todo patas arriba.

Cuando por fin me quedo a solas con Maria, la miro y le digo:

-No me lo puedo creer, te veo cambiada y todo.

- Yo a ti si que te veo cambiada, te voy a dar una guantá como vuelvas a hacer el tonto así.

-Ay vale, pero, ¿Donde vas con ese escote? A ver si voy a volver a caer en coma.

-JAJAJAJ ¿Qué pasa? He ido al bautizo de Kenia.

-Ya, ¿Y como ha ido? Joder, me apetecía tanto ir.

-Bah, no te has perdido nada, una porquería, te sientas, le echan agua por la cabeza, y ale, a comer como gordos.

-Vaya tela, jajajaja, bueno, ya iré a verla y le llevaré algún detallito cuando salga de aquí. -Digo mirando hacia la puerta.- Ahora ayudame a ir al lavabo por favor, que ya ni me acuerdo.

Cojida a Maria empiezo a caminar como puedo, me fallan las piernas un par de veces, pero el lavabo no está ni a 4 pasos, así que no pasa nada. Cuando paso por delante del espejo y me miro y veo los pelos alborotados que llevo y la cara pálida me acuerdo de aquel chico del antes, el que me dijo que me mirara al espejo y dijera que soy preciosa, lo digo mentalmente, pero no sirve de mucho, porque no me lo creo.

- Ayudame a meterme en la cama, que frío leche, me he quedado como nueva eh. Oye, una cosa.

-Vale, pero tía tengo que contarte algo. -Parece nerviosa-

-Yo primero, por favor. -La interrumpo.-

-Vale, tú primero.

-Bueno, pues que esta mañana, mientras tú estabas en el bautizo, ha venido alguien y no sé quien...

-Ya, ya, si es que de eso quer...

-No me interrumpas, escuchame, que vas a alucinar. Bueno pues eso, que tenía una voz familiar, una voz que parece que lleve escuchando toda la vida pero que no la haya escuchado nunca a la vez, yo que sé, una cosa muy rara pero vaya, que era muy sexy, total que me dijo que era preciosa, que me quería ver bien y eso. Y bueno, le sudaban las manos muchísimo, y en su voz noté como que se quería poner a llorar sabes, tía ¿sabes si era Marcos? Ojalá sea él, llevo colada por él desde 2ndo de la ESO, uf... Me haría tan feliz.