Oscuridad

Color miel.

Narra Pablo, el chico barbita.

No me lo puedo creer, la he visto por fin, he visto que se escondía detrás de sus ojos, son color miel, nada del otro mundo, aunque lo importante no es el color si no lo que dicen, y en sus ojos se lee esperanza y miedo, mucho miedo. Llevo sudando desde que he entrado por la puerta, qué digo, desde que he recibido el mensaje de María estoy sudando, no me lo puedo creer. Tiene los mismos pelos que la primera vez que la ví tumbada en esa camilla de ese hospital blanco. Los mismos pelos, la misma carita de princesa, es guapa eh, muy guapa. Si es guapa hasta despeinada. Madre mía. 

Me acerco a abrazarla y me tiembla todo y a pesar de todas mis horas dedicadas en el gimnasio siento que como camine un poco más rápido se me van a partir las piernas así que voy tan despacio que teniéndola a 2 metros siento que la tengo a 5km, por fin llego a ella y la abrazo. No sé si soy yo o es ella, pero estamos sudando y me quedo pegado por un momento a ella, y rezo porque no sea sudor, porque sea pegamento y quedarme así para siempre, sintiéndola tan cerca que sus latidos se confunden con los míos, si es que mi corazón aún late. 

Me dice, bueno, decir lo que se dice decir no ha podido, me ha balbuceado que se iba a duchar así que doy tres pasos para atrás para sentarme en el sofá a esperar a que se duche y sigo temblando tanto que tengo que ir apoyándome. Me siento mientras ella sube las escaleras y le sonrío. Ella sigue muda, camina como un robot, me produce risa pero estoy tan nervioso que no puedo ni reír.

Aprovecho para enviarle un mensaje a María;

"Está todo bien. Ya nos hemos visto. Es más guapa de lo que pensaba."

Al minuto me contesta:

"¿Recién levantada? ¿Estás seguro que esa era Aza? Si ella parece un demonio cuando se despierta. JA JA JA."

Sé que es de broma, pero me da rabia, es preciosa recién levantada sí, no todas tienen esa suerte.

"Sí, recién levantada y hasta con un moco."

"Lo sé lo sé, era broma. Bueno, pasarlo bien. Ya me irás contando. Para lo que necesites aquí estoy."

"Gracias guapísima, gracias. Besotes" 

Me despido de ella y bloqueo el móvil y me lo meto en el bolsillo.