Oscuridad

¿En el sofá?

Narra Azahara, la protagonista.

Llegamos a casa y me pongo tan nerviosa por la reacción de Pablo con mi madre, aunque sé que se han visto antes, pero no sé, eso ha sido antes del beso. Suelo darle demasiada importancia a cosas demasiado simples y sé que él es igual. 

-Hola mamá. -Digo cogiendo a Troy para que no salte encima de Pablo y le hago una señal para que pase hacia la cocina a saludar a mi madre. 

-Hola tesoro, perdona porque hayamos estado tanto tiempo fuera. 

-Tranquilo guapo, ¿como lo habéis pasado?

-Bien, mamá. -Digo yo entrando en la cocina y me pongo delante de Pablo mientras que él, por puro instinto me echa el brazo por encima y me aprieta contra él. Mi madre se queda con la boca abierta viendo el panorama y a mí se me escapa la risa. 

- Tienes un cielo de hija. 

- Sí, eso es porque has estado poco con ella. 

-MAMÁ! -Chillo riéndome, sé que lo dice de broma. 

- Es verdad, hija. 

- Bueno, un poco difícil sí que eres, eh. -Dice Pablo mirándome a los ojos y aguantándose la risa. ¿A que le doy un beso aquí, delante de mi madre? No no no no, estás loca Azahara. 

- ¿Ah sí? ¿A que duermes en el sofá, listo? -Digo mirándole con los ojos entrecerrados, sabe que si duerme en el sofá será su muerte, y no voy a dejar que duerma en el sofá, lo necesito conmigo, saber que no se va a ir. 

- ¿Ah, que te quedas a dormir? -Salta mi madre. Mamá, eres tonta. 

-Pero si me has dicho tú que se quede. -Digo yo. 

- Ya ya, pero no sabia si al final se iba a quedar, tú me has dicho que no sabías. Bueno, si quieres te preparo el sofá. 

Pablo me mira con los ojos muy abiertos y yo me río. Tengo confianza con mi madre, no pasa nada.

-Em... Mamá, no, dormirá arriba, en mi habitación... ¿Vale?- Digo yo muriéndome de vergüenza. 

- No no, tranquila, no me importa dormir en el sofá. 

Le lanzo una mirada asesina. 

-¿Seguro que no te importa? ¿De verdad?

- No... o... osea... que...quiero dormir arriba...pero...pero que sino...que da igual. - No puedo aguantarme la risa de lo nervioso que está, quiere estar conmigo y caerle bien a mi madre, muy incompatible. 

- Ah no no, tranquilo, dormid arriba los dos, yo lo decía por si no teníais confianza, pero bueno, solo hay que ver como os miráis. 

-Mamá calla. 

-Vale, ya me callo. 

- No le digas a tu madre que se calle.

-Callate tú también. -Y me pellizca el culo y yo me ruborizo tanto que mis piernas vuelven a temblar como si estuviera siendo víctima de un terremoto interior. Él es mi terremoto interior. 

-Si queréis dormid en mi cama de matrimonio, yo me voy a la de Aza que es más estrecha y para dos personas estaréis incómodos. 

Miro a Pablo, a ver que piensa, yo quiero dormir en mi habitación, quiero estar muy junta a él, pero él no sé que querrá.

- No no, tranquila, duerme en tu cama, nosotros ya nos apañaremos. -Suelta Pablo apretándome la mano y yo se la agarro y le doy un beso. 

-Vamos arriba mamá.

-Vale, buenas noches. 

-Buenas noches. 

-Buenas noches, que descanses.