Capítulo 6

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-¿Olivia? ¿Puedo pasar?

-Sí. –Dije sacando la cabeza de debajo de la almohada. –¿Ya se fue la fiera de tu novia?

-No, venía a eso. –Abrió la puerta y por ella se asomó Katherine para ponerse a su lado dándole la mano.

-Yo... Creo que te debo una disculpa, Olivia. Si te digo la verdad, no me acordaba de ti y...

-Sí, claro. –Me di la vuelta para darles la espalda. –Si tanto te importa mi perdón, estás perdonada.

-¡Gracias! –Rodé los ojos al oírla emocionada.

-¿Ahora pueden dejarme sola? –Unos pasos se escucharon alejarse antes de que la puerta se cerrara haciéndome suspirar. –Fue un error quedarme...

-No lo fue. –Di un brinco al oír su voz.

-¿Qué haces aquí?

-No fue un error el que te quedaras, Livvy. Estás pagándome la habitación.

-Pero nunca debí quedarme en tu habitación y menos en la misma cama.

-Yo no sabía que Kate iba a venir hoy. Quería darme una sorpresa.

-Y la sorpresa se la llevó ella. –Lo miré mientras que él se sentaba en mi cama. –Lo mejor es que me vaya, Dyl...

-No, no vas a irte de esta casa, Olivia. Dijimos que te irías cuando Elyssa llegara.

-Pero Katherine...

-Sabes que Katherine no vive aquí.

-Pero para ella va a ser incómodo...

-Solo somos amigos, Liv. No es como si nos hayamos acostado.

-Lo sé, pero quizás ella no...

-No sigas pensando en eso ¿sí? Ésta es mi casa y yo hago con ella lo que quiera. –Me sonrió abiertamente. –Sonríe.

-Oh, no. Ni se te ocurra... –Dije viendo cuáles eran sus claras intenciones.

-Se lo prometí a la asistenta social. –Sonrió traviesamente antes de empezar a hacerme cosquillas.

-¡Dylan! –Empecé a removerme mientras reía sin parar. –¡Ya estoy sonriendo!

-Así estás mejor. –Ahora el que sonrió fue él para dejar un beso en mi mejilla antes de levantarse de la cama y salir de la habitación.

-No me mires así. –Dije girándome a Charlotte que me miraba como si quisiera decirme algo inapropiado. –Creo que Dylan va a ser un gran padre para Elyssa.


☼☼☼


-No seas mala, Ely. Deja a Charlotte.

-¡Pero mira como intenta salir! –La niña aplaudió mientras seguía viendo como la gata intentaba salir de la bolsa de plástico.

-No está bien, Ely. Puede asfixiarse.

-Está bien, mami. –Sacó a Charlotte de la bolsa y la gata se sacudió algo despeinada. –Ya no te lo haré más, Charl.

-Uh, ese gato pulgoso...

Dios, otra vez ese sueño. Ni siquiera tenemos aún a la bebé y ya estoy imaginando como será de mayor...

¿Me adoptas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora