~13 DE AGOSTO~
-¿Mmm?
-Shh... Sigue durmiendo, cariño...
-¿A dónde vas? –Pregunté al darme cuenta de que se estaba vistiendo. –¿Qué hora es?
-Las ocho y media. Voy a por el desayuno, no me tardo. –Se inclinó para dejar un beso en mi frente. –Sigue durmiendo, Livvy...
-Está bien... –Me di la vuelta para apoyar la cabeza en la almohada nuevamente. Hoy si que le tomaba la palabra y seguiría durmiendo de buen agrado.
☼☼☼
-¡Buenísimas!
-Sí...
-En serio, las mejores tortitas que he probado en mi vida.
-Vaya... –Me miró sorprendido. –¿De verdad? Porque yo pienso que...
-Buenísimas. –Volví a decir interrumpiéndolo.
-Me estás tomando el pelo, ¿no?
-¿Yo? –Estallé en carcajadas sin poder aguantar más.
-¡Esto sabe asqueroso! No voy a ir más nunca a ese sitio por el desayuno.
-Por favor... –Se sumó a mis carcajadas antes de que termináramos de desayunar.
-¿Te apetece ir a la playa?
-Sí, pero tengo que ir antes a ponerme el bikini y coger algunas cosas. –Asintió con la cabeza mientras que yo me levantaba de a barra americana para dirigirme a la habitación de la planta superior. Me puse el bikini, unos pantalones vaqueros cortos y cogí el neceser ya preparado con un protector solar, un cepillo para el pelo, pañuelos y alguna que otra cosa más en caso de que me hicieran falta. –Ya estoy lista.
-Vayámonos entonces. –Acepté su mano encantada antes de salir por la puerta de la terraza como siempre hacíamos. De esta forma, ya estábamos en la playa.
Mi recién marido extendió las toallas sobre la arena en el mismo lugar en el que habíamos estado ayer para sentarnos en ellas frente al mar.
-¿Y ahora qué?
-¿Qué de qué? –Pregunté antes de comenzar a reír.
-Me refería a que qué hacemos ahora. Digo, estamos en la playa, pero si nos quedamos sentados aquí...
-Entonces ve a bañarte.
-Vamos a bañarnos. –Corrigió con la intención de levantarse.
-¡Espera! Primero el protector, Dylan. –Asintió antes de tumbarse boca abajo sobre la toalla. –Sabes que no hace falta que te acuestes para ello, ¿verdad?
-Pero así me darás un masaje... –Rodé los ojos sentándome sobre su trasero para echarle el protector en la espalda antes de extenderlo haciendo dibujitos. –¿Qué haces?
-Un corazón... Déjame el móvil que te hago una foto.
-Pero vas a pringármelo de protector...
-No se manchará.
-Eso dices, pero no me fío. Toma el tuyo mejor... –Rodé los ojos cogiendo el móvil que me pasaba para hacer la fato con una sonrisa en la boca.
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¿Me adoptas?
General Fiction¿Qué pasaría si una madrugada te encontraras con un bebé en la calle? ¿Y si ese bebé tiene una nota en la cual dice "adóptame"? Olivia White era una chica de veintitrés años que adoraba a los animales y estaba totalmente en contra del maltrato anim...