~1 DE MARZO~
-¡Quiero helado!
-Pues vamos a comprarlo. ¿Me acompañas, campeón?
-¡Claro, tío! –Dijo Oliver levantándose del banco poniéndose a su lado.
-No los compres con cucurucho que se les derrite. –Dije antes de que asintiera para acercarse al señor de los helados junto a Oliver.
-¡Quiero ir a los columpios, mami!
-Sí, vayamos mientras papá y Oliver traen los helados. –Se levantó de un salto del banco antes de salir corriendo hacía el parque. –Pero no corras... –En vano, había tardado más en terminar la frase que ella en tropezar y caer. –Te tengo dicho que no corras, cariño... –Murmuré al llegar a su lado junto a una joven que también se había acercado a ayudarla mientras que Elyssa seguía llorando.
-¿Se habrá roto algo? –Preguntó la chica mirándome preocupada.
-No creo... Y gracias. –Me giré hacia mi hija para intentar calmarla. –No llores más, Ely... ¿Dónde te duele? –Señaló sus rodillas raspadas junto a sus manos.
-Tengo agua aquí, por si quieres echarle...
-Gracias... –Acepté la botella de agua pequeña que me daba para echársela en las heridas a Elyssa. –¿Mejor? Ahora el dolor se te pasa cuando te comas el helado... –Sonreí viendo como se pasaba las manos por la cara limpiándose las lágrimas más calmada. –Ahora dale las gracias a esta jovencita...
-Gracias... –Murmuró tímidamente mientras que la chica le sonreía algo aturdida. ¿Por qué me recordaba a alguien?
-Perdona, pero... ¿Te conozco de algo? Tú cara se me hace familiar...
-Yo... Eh... –Tartamudeó nerviosa. –Me llamo Britney.
-Olivia, y ella Elyssa. –Se tensó al instante haciéndome fruncir el ceño.
-¿E-es tu hermana?
-No, mi hija. –Abrió los ojos como platos a la vez que se le humedecían. ¿Pero qué le pasaba? –¿Estás bien?
-Yo... Lo siento, pequeña... –Le dijo a Elyssa antes de salir corriendo en dirección contraria.
-¡Ely! ¡Tenemos tu helado! –Gritó Oliver de repente llegando a nosotras.
-¿Qué pasa? ¿Quién era esa chica?
-Ni idea... –Murmuré observando como Elyssa y Oliver iban a sentarse en el césped con sus helados en la mano. –¿Lograste verla?
-Algo, ¿por qué?
-Porque su cara me suena de algo y dijo que se llamaba Britney, pero yo no conozco a ninguna Britney...
-La verdad es que yo tampoco, Livvy. –Crucé las piernas cuando nos sentamos en el banco nuevamente.
-¿Mi helado?
-¿Tú también querías? –Entrecerré los ojos en su dirección haciéndolo reír. –Te traje regaliz de fresa.
-¡Gracias! –Dije quitándole la bolsa de las manos. Me encantaba el regaliz de fresa, con azúcar, sin azúcar, de colores, de sandía... ¡Me encantaba incluso más que el helado!
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¿Me adoptas?
General Fiction¿Qué pasaría si una madrugada te encontraras con un bebé en la calle? ¿Y si ese bebé tiene una nota en la cual dice "adóptame"? Olivia White era una chica de veintitrés años que adoraba a los animales y estaba totalmente en contra del maltrato anim...