~29 DE ABRIL~
-Me voy corriendo, mi hermana va a llevar a Noah a casa para jugar con Oli. ¿Por qué no te pasas luego por casa y así juegan todos juntos?
-Le diré a Dylan, y si no tenemos nada que hacer, allí estaremos.
-¡Perfecto! ¡Chao! –Besó mi mejilla antes de salir corriendo hacia los ascensores mientras que yo negaba con la cabeza divertida guardando mis pertenencias en el bolso. Esta chica nunca cambiaría. Desde que la conozco, siempre ha sido así de alocada y divertida.
Cerré el bolso sobre la silla antes de dirigirme a la pequeña sala de estar en busca de un café. Dylan me había hablado hacia un rato para decirme que saldría un poco más tarde debido a una reunión de última hora y me había pedido que lo esperara.
-Sí, es encantador... ¡Y su hija aún más! –Fruncí el ceño al oír esa voz. –No sé, creo que uno o dos años por ahí... –Entré en la sala encontrándome con Amelia hablando por teléfono. –¿Qué por qué? Pues porque su novia es odiosa. En realidad no sé si es su novia, pero si que es la madre de la niña... Ajá... Sí... Aquí, donde estoy. –De repente, mi móvil sonó haciéndome pegar un brinco del susto. Mierda, ahora que estaba empezando a sospechar que Amelia hablaba de mí...
-¿Sí?
-Olivia, soy Max.
-¿Qué pasa? –Pregunté al oír el bajo tono roto de su voz.
-Es Fernanda... Ella... Tuvo un accidente de coche y... –Me llevé la mano libre a la boca notando mi corazón detenerse en ese mismo instante. N-no, por favor...
-¿Q-qué?
-Me gustaría que vinieras a ver a Sofía. Está muy mal, y no quiere que la vea así.
-S-sí, claro. Enseguida voy para allá. –Colgué empezando a llorar desconsoladamente. ¡Esto no podía pasar! Levanté la cabeza dándome cuenta de que Amelia había pasado de hablar por teléfono mirándome preocupada.
-¿Estás bien?
-D-dile a Dylan que tuve que irme. –Fue lo único que dije antes de salir corriendo hacia mi coche. ¿Pero cómo había pasado algo así?
Aparqué frente a la casa de Sofía bajándome lo más rápido posible para tocar la puerta casi con temor.
-Lo siento... –Murmuré cuando Maximilian abrió la puerta con Oliver en brazos.
-Está en la habitación con Noah. –Asentí subiendo las escaleras hasta la primera habitación donde sorprendentemente, la puerta estaba abierta y pude ver como Sofía abrazaba a su sobrino pequeño mientras que lloraba.
-Sof... –Levantó la cabeza hacia mí y enseguida supe que tenía que acercarme para abrazarla fuertemente. –Lo siento mucho, Sofí...
-E-ella...
-Shh... No hace falta que digas nada... –Murmuré acallando mis lágrimas para que no se sintiera más nerviosa.
-¡Pero se fue injustamente! Solo tenía veintiséis años...
-Ya está, Sofí. –La abracé más fuerte mientras que ambas llorábamos en silencio. –¿Qué pasa con él?
-No lo sé... –Susurró sollozando.
-Si te parece bien, puedo quedarme con él mientras que duermes un rato. Creo que te hace falta... –Asintió después de estar convenciéndola para salir de la habitación con Noah en brazos.
ESTÁS LEYENDO
¿Me adoptas?
Ficción General¿Qué pasaría si una madrugada te encontraras con un bebé en la calle? ¿Y si ese bebé tiene una nota en la cual dice "adóptame"? Olivia White era una chica de veintitrés años que adoraba a los animales y estaba totalmente en contra del maltrato anim...