¿Me adoptas?

Capítulo 28

~6 DE JUNIO~

-No podré mirar a nadie a la cara...

-Olvídate de ellos, Olivia.

-Eso va a estar bastante complicado... –Murmuré antes de que las puertas del ascensor se abrieran frente a nosotros. Tranquilamente, a diferencia de mi, Dylan se detuvo junto a la mesa de Liliana para saludarla.

-Buenos días.

-Buenos días, señor Hoffman, y Olivia. –¿Por qué nos miraba así? Parecía que quería hacernos una entrevista para alguna revista del corazón.

-¿Algo importante?

-Sí, Tiene dos reuniones de nueve a once, y de once y media a doce y media.

-Está bien. Gracias. –Seguimos caminando hasta mi escritorio donde yo ya comenzaba a sentirme sola y desamparada. Sofía hoy no vendría porque tenía cita con el médico y Amelia estaba desaparecida desde hacía unos días. –Bueno, me voy ya. Sabes dónde encontrarme si pasa algo.

-Sí... –Asentí dejando el bolso sobre el escritorio antes de que Dylan volviera a girarme hacia él para que lo mirara.

-No tienes nada de lo que preocuparte, cariño. Después de todo, no somos la primera ni la última pareja que se forma en una empresa.

-Lo sé, pero...

-No pienses en el que dirán. –Y eso era lo que más hacía, pensar en lo que dirán las demás personas. Dylan se inclinó para dejar un beso en mis labios, pero enseguida lo esquivé para que fuera en la mejilla. Frunció el ceño contrariado antes de irse sin ni siquiera volver a mirarme.

Suspiré para decidirme en ir a por una taza de café. Quizás eso despejaría más la mente y pararía de pensar en que todos me juzgarían por un rato.

Entré a la sala de descanso encontrándome con un grupo de chicas que trabajaban en esta misma planta.

-Hey, mirad. La amante del jefe... –Murmuró una de ellas creyendo que hablaba bajo haciendo que las otras rieran. Por mi parte, me dediqué a ignorarlas llenándome una taza de café e intentando que nada de lo que oyera me afectaría.

-Pues ya me dirán de donde saco a la supuesta "hija", porque yo en ningún momento la vi embarazada...

-Seguro que eso es mentira y lo dijo para engatusar a Dylan. Es lo que hacen las mujerzuelas como ella. –Mi autoestima cayó por los suelos en cuanto oí eso.

-Ni siquiera sé qué se vio en ella. Sólo hay que mirarla para saber que es una chica fácil...

-Si –Comentó otra. –Incluso estuvo liada con el guapo de Merk el otro día. –Dejé la taza de café sobre la mesa antes de salir corriendo allí mientras oía sus risas de fondo. ¿Pero qué creían? ¿Qué no las estaba escuchando o qué?

Entre rápidamente en el baño de mujeres para encerrarme en uno de los cubículos liberando todas las lágrimas acumuladas por el camino. ¿Por qué eran así conmigo? ¿Por qué me juzgaban sin conocer mi historia? ¡Ni siquiera cruzaba palabras con ellas como para que supieran todo eso!

-¿Viste a Olivia? Creo que ahora se siente especial por ser la novia del jefe.

-Sí, la vi, pero yo no creo eso. –Respondió la voz que identifiqué como la de Liliana. –Ella no es así.