...TRES MESES DESPUÉS...
~21 DE OCTUBRE~
-¿Está todo bien?
-Todo está perfecto, Olivia. –La doctora Kells sonrió tranquilizándome. –Ya puedes retirarte de la camilla.
-Gracias. –Dije cogiendo los trozos de papel que me daba para limpiarme la panza.
-Entonces... ¿Ya nacerá el mes que viene?
-Si el bebé quiere, sí. –La cara de Dylan palideció aún más. –¿Qué pasa, Dylan? Cualquiera que te ve, pensaría que nunca has cuidado de un bebé.
-Ya, ya... Es solo que... Tengo algo de miedo... –Intenté ocultar mi risa para no ofenderlo, pero no lo conseguí.
-¡Lo siento! Pero eso tendría que decirlo yo y no tú. –Me enseñó la lengua muy maduramente para un hombre de su edad haciendo reír a la doctora. –Por cierto, Melissa... ¿Sabes algo de Kysha? Su embarazo iba más avanzado que el mío...
-Ah, si... La señorita Houston tuvo a su bebé el mes pasado. –Abrí los ojos como platos. –Ese pequeñín quiso salir antes de tiempo.
-Oh, vaya... Si lo hubiera sabido antes, hubiéramos venido a visitarla...
-Estuvo muy bien acompañada de su familia. ¿Sabéis? Conocí a su novio...
-¿Cómo es?
-¿A ti que te importa? –Dije mirándolo ofendida. ¿Por qué siempre tenía que preguntar por su novio?
-Vamos, Livvy. ¿Vas a decirme que tú no tienes curiosidad?
-Por supuesto que no.
-¿De verdad? Mentirosa... –Abrí la boca con la intensión de contestarle, pero la cerré enseguida para no soltar nada vulgar frente a Melissa.
-¿Ya podemos irnos?
-Claro, y no discutáis por algo sin importancia, chicos. –Se giró hacia Dylan. –Recuerda que no puede estar cogiendo nervios. –Nos despedimos de ella de buen agrado antes de que saliera del consultorio adelantando a Dylan.
-¡Olivia, espera!
-Camina más rápido, Dylan. –Dije medianamente alto para que me escuchara.
-Y tú camina más despacio.
-¿Sabes? Eres un idiota. Me voy en taxi. –Me di la vuelta para seguir con mi camino antes de que su brazo me detuviera.
-No vas a ir en ningún taxi teniendo coche, Olivia. Además, ¿se puede saber qué te pasa?
-¿A mí? ¡¿Se puede saber qué te pasa a ti con el novio de esa chica?! ¡Mira que comenzaré a dudar de tu orientación sexual! –Dylan soltó una tremenda carcajada que solo en ese instante pude darme cuenta de lo que había dicho.
-¿En serio dudas de mi orientación sexual? Creía que lo tenías más que comprobado... –Me crucé de brazos ignorándolo para seguir con mi camino hacia el coche.
¡Por Dios! Que había hecho yo para merecer esto...
~29 DE NOVIEMBRE~
-Joder, ¿de verdad, Olivia?
-¿Qué pasa? –Pregunté con voz somnolienta cuando la voz de Dylan me había despertado.
-¿Me lo preguntas en serio? –Fruncí el ceño cuando encendió la luz de la mesita de noche. –¿Es que no notas nada húmedo?
-¿Qué? –Abrí la boca para cerrarla con fuerza cuando un fuerte dolor invadió mi cuerpo.
-¡Pues éste! ¿Es normal que te hagas pis estando embarazada?
-¿Pis? –Murmuré antes de sentir otro dolor.
-¿Qué te pasa?
-Me duele... Mucho... –Llevé las manos a mi vientre sin aguantarlo más.
-¿Q-qué?
-¡Haz algo! –Grité para que reaccionara a tiempo. Si sigo más tiempo del previsto aquí, iba a dar a luz aquí mismo.
-¿Q-qué hago? –Dijo antes de salir corriendo de la habitación.
-¡Dylan! –Intenté ponerme de pie, pero era casi imposible. –¡Dylan!
-¡Ya voy, ya voy! –Gritó de repente apareciendo con Anna y Elyssa a su espalda.
-¡¿Ya va a nacer Alex?!
-Sí, pero cálmate, cariño. Así pondrás más nerviosa a mamá... –Le dijo Anna a Elyssa para que dejara de gritar. Cosa que le agradecí enormemente.
-¡Me duele! –Volví a gritar al ver que ninguno hacia nada por ayudarme a ponerme de pie.
-¡Sí, ya vamos! –Dylan me sujetó en brazos hasta el coche mientras que Anna intentaba tranquilizarme y Elyssa nos miraba a todos emocionada.
En un abrir y cerrar de ojos, ya me encontraba en el paritorio con la doctora entre mis piernas y varias enfermeras a mi alrededor. Lo sé, incluso en mi mente eso me habría hecho reír, pero ahora mismo no estaba para bromas.
-¡Vamos, Olivia! Sé que puedes...
-¡Duele! –Grité mientras que apretaba más fuerte la mano de Dylan.
-¡Lo sé! Pero solo falta un poco más y ya está fuera. –Dijo la doctora y juro que no fui consciente de toda la fuerza que ejercí antes de escuchar un pequeño llanto. –¡Muy bien, Olivia! –Suspiré cansada sintiendo como algo a mi lado se desplomaba. ¿Dylan?
Parpadeé unas cuantas veces antes de que mi visión se nublara y todo a mi alrededor se quedara negro.
☼☼☼
-¿Mmm?
-Felicidades, mamá... –Oí murmurar la suave voz de Tiana a lo lejos. Frunciendo el ceño, abrí los ojos cegándome con la luz de la habitación haciendo que los cerrara de nuevo rápidamente.
-¿Dónde está mi bebé?
-Se lo llevó una de las enfermeras después del numerito que montasteis Dylan y tú.
-¿Qué numerito?
-Verás... –Tiana rió antes de acercar la silla aún más a la cama. –Dylan se desmayó luego de ver al bebé cubierto de sangre y tú también lo hiciste del cansancio.
-Oh... ¿Dónde está él?
-En la cafetería con Sofía.
-¿Y Elyssa?
-Max se la llevó junto con Oliver.
-Está bien. Quiero ver a mi hijo...
-Iré a buscar a una enfermera entonces. –Asentí antes de que Tiana dejara un beso en mi frente para salir del cuarto.
¡Por fin iba a conocer a mi pequeño Alex!
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¿Me adoptas?
General Fiction¿Qué pasaría si una madrugada te encontraras con un bebé en la calle? ¿Y si ese bebé tiene una nota en la cual dice "adóptame"? Olivia White era una chica de veintitrés años que adoraba a los animales y estaba totalmente en contra del maltrato anim...